La peor recesión

Leer la prensa económica un día cualquiera es deprimente. Dice la OCDE que España va a sufrir la peor recesión del mundo tras la de Argentina, qué miedo. El PIB volverá a caer en el cuarto trimestre con una contracción acumulada negativa de 11 puntos, y otros cinco negativos más para 2021. El desempleo se va al 17,4, el segundo peor de Europa después de Grecia. La gallina de los huevos de oro de la economía española, el turismo, ha sufrido un batacazo de consecuencias incalculables: 57 millones menos de turistas, el 86,6 de retroceso respecto a 2019. Y las ventas de coches bajaron un 18 por ciento en noviembre, en vista de lo cual el gobierno frankestein ha decidido darle un hachazo al sector aumentando el impuesto de matriculación a partir de enero, lo que dificultará la salida de la crisis en la automoción y generará más desempleo.

Mires donde mires sólo ves ruina. La hostelería está casi destruida y el aluvión de impagos en los alquileres comerciales está llevando a situaciones límite tanto a propietarios como inquilinos. Y el Banco de España dice que hay riesgo cierto de cierre en numerosas empresas. Una de cada diez podría desaparecer ante el peor dato de acumulación de pérdidas en 18 años.

Las vacunas anti-COVID inyectan esperanza y optimismo, es verdad, pero hay que preguntarse por qué si la pandemia es global, las consecuencias en nuestro país son de las peores del mundo. ¿Tendrán algo que ver en ello Sánchez e Iglesias? ¿Hubiera sido posible otra política económica para enfrentar la crisis?