El mercado inmobiliario sigue mostrando una resiliencia inesperada al coronavirus. Los pronósticos antes de verano apuntaban a un hundimiento tanto de las compraventas como de los precios. Pero ni lo uno ni lo otro se está dando de momento. Después de los descalabros de junio (-34,3%), mayo (-53,7%) y abril (-39,2%) consecuencia del confinamiento y de las restricciones de movilidad, que condicionaron mucho las operaciones, las transacciones han recuperado paulatinamente el pulso. Hasta el punto de que en noviembre pasado se incrementaron un 3,2% en tasa interanual, según un avance de datos de la Estadística Registral Inmobiliaria, lo que supone el primer dato positivo tras la declaración de la pandemia. La información es relevante desde el punto de vista estadístico ya que, para la configuración de sus informes, el INE toma como referencia las fincas transmitidas inscritas en los registros de la propiedad.

Durante el penúltimo mes del pasado año, se vendieron 37.149 viviendas, frente a las 35.898 de 2019, lo que supone un aumento de 1.200 operaciones. El mercado inmobiliario ya se había acercado a tasas muy similares a las de 2019 en septiembre, cuando apenas retrocedió un 1,1%. Pero en octubre sufrió una recaída del 13% ante la irrupción de la segunda ola, que engulló el paulatino avance experimentado desde el verano.

Por comunidades, destacó el fuerte repunte de ventas en Asturias (45,9%), seguido de Castilla-La Mancha (27,1%) y Castilla y León (21,4%). En el otro lado de la balanza, Baleares (14,1%) fue la comunidad en la que se registró un mayor descenso en el número de operaciones.

En lo que respecta a las hipotecas de vivienda, en noviembre se produjo un incremento del 1,5%, única tasa positiva desde el inicio de la pandemia junto con el mes de septiembre, según han destacado los Registradores. En términos absolutos, las hipotecas sobre vivienda registraron un ligero aumento de 395 operaciones, pasando de las 26.728 operaciones en noviembre del año pasado a las 27.122 en noviembre de este año. Las hipotecas han mostrado una mayor resistencia que las transacciones durante los momentos más duros de la pandemia.