Plan de Cercanías de Madrid: casi en el ecuador y sólo un 10% de los proyectos acabados

Los trabajos para mejorar la red de Cercanías de Madrid avanzan aunque no precisamente a ritmo de alta velocidad. Cuando están a punto de cumplirse tres años desde que fuese presentado el plan integral de mejora de la red, que abarca el periodo 2018-2025, del total de 96 actuaciones previstas en materia de infraestructuras previstas en el plan, sólo se ha finalizado un 10%, según datos aportados por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Del resto, otro 27% están todavía en fase de licitación o, en el mejor de los casos, de ejecución.

En abril de 2018, el entonces ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, presentó un Plan Integral de Mejora del Núcleo de Cercanías de Madrid para el periodo 2018-2025 dotado con 5.089,8 millones de euros -que, al final, se ha incrementado ligeramente, hasta los 5.101 millones- para solucionar de una vez por todas los numerosos percances de esta red. Para la mejora de infraestructuras, están previstas actuaciones por valor de 2.268 millones de euros. Se trata de proyectos que requieren de una laboriosa planificación y que, por ello, se alargan en muchos casos en el tiempo. Entre las actuaciones ya finalizadas sobresalen, según Transportes, la renovación de las vías y de la electrificación del túnel Atocha-Nuevos Ministerios-Chamartín, que, según el ministerio, “ha permitido superar las frecuentes saturaciones que se producían en dicho túnel”. Adif también ha concluido la remodelación de algunas estaciones, como las de Colmenar Viejo, Vicálvaro, Recoletos, Zarzalejo, Santa María de la Alameda o, Robledo de Chavela. También ha ejecutado “actuaciones para el incremento y mejora de la capacidad de la infraestructura”, según explican desde el departamento que dirige José Luis Ábalos.

El plan también contempla una inversión por parte de Renfe de 2.815 millones de euros en material rodante. La operadora pública ya ha ejecutado el 91% de las actuaciones previstas para el periodo 2018-20, según Transportes. Entre las actuaciones que ha acometido destaca la adquisición de 172 nuevos trenes de gran capacidad que, junto a las actuaciones de mejora de la infraestructura ya finalizada, “han permitido incrementar la oferta de servicios en los dos túneles que unen Atocha con Chamartín, entre otras líneas”, según Transportes. A ello hay que sumar las grandes reparaciones llevadas a cabo en los trenes de las series 465 y 446, que han permitido” optimizar la fiabilidad de los vehículos. Fiabilidad que también se ha visto reforzada en muchos puntos de la red”, añaden.

Siete años sin trenes nuevos

El material rodante ha sido uno de los “talones de Aquiles” de la red de Cercanías en toda España. Según declaró el secretario de Estado Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Pedro Saura, al poco de llegar al cargo a mediados de 2018, Renfe llevaba entonces siete años sin comprar un solo tren de Cercanías, lo que ha empujado al ministerio a realizar un gran desembolso para actualizar el material rodante. En cualquier caso, fuentes del sector aclaran que los trenes de gran capacidad adquiridos por la operadora no están todavía adjudicados y no entrarán en servicio como muy pronto hasta 2024.

A pesar del fuerte desembolso realizado en material rodante y lo hecho en las infraestructuras, desde CC OO aseguran que en los últimos cinco años, las incidencias en el transporte público ferroviario madrileño se han incrementado un 60%, si bien este cifra incluye también los percances acaecidos en Metro. A la falta de inversión que el plan del Gobierno trata de subsanar se ha sumado, según el sindicato, el recorte de las plantillas de las empresas públicas, con “tasas de reposición nulas o negativas”

Junto a las actuaciones materiales, Transportes también está realizando un estudio para poner en marcha una iniciativa a la que ha bautizado como Cercanías 2025. Este proyecto persigue una mejora sustancial a corto plazo de la calidad de los servicios de Cercanías. Situando al usuario en el centro de la actuación, pretende aumentar la fiabilidad y la puntualidad del servicio, que, como reconoce Transportes, en los años pasados “se ha resentido en algunos núcleos como consecuencia de la obsolescencia de determinadas instalaciones y material”. También persigue mejorar la información a los usuarios, tanto antes del viaje como en tiempo real; favorecer el acceso de más usuarios a los servicios de Cercanías, con actuaciones selectivas para incrementar la capacidad y cobertura territorial de las redes o la frecuencia de los servicios, siempre con criterios de estricta eficiencia socioeconómica; mejorar la calidad del servicio o favorecer la intermodalidad con otros modos de transporte, para optimizar la utilización de toda la oferta disponible para satisfacer las necesidades de movilidad.