Dinero verde

El lucrativo negocio del cannabis medicinal

La española Yamnaya ha cerrado dos rondas de financiación en menos de un año para posicionarse en un sector que está previsto crezca un 400% en cinco años

Los fundadores de Yamnaya
Los fundadores de YamnayaLa Razon

Lo de irse a Ámsterdam «a fumar porros» es cosa del pasado. El cannabis legal es una realidad que lleva tiempo en auge. Y no, no se trata de esas «grow shops» que facilitan todo lo necesario para plantar y cultivar marihuana propia (semillas, fertilizantes, kits de iluminación). Se trata de establecimientos que venden marihuana recreacional de manera lícita y que empiezan a erigirse como negocios fuertes, sólidos y con proyección de futuro.

Yamnaya es un portal web nacional que suministra cannabis legal en todas sus formas: en flor, para fumarse; en aceite, para ingerirse; o en vapeador, para inhalarse. También incluyen cosméticos como cremas antiarrugas, bálsamos labiales o cremas hidratantes. La empresa, además, intenta vender otra cosa: la imagen positiva de la planta. Luchan por cambiar su percepción hacia una visión más positiva. La empresa nació en julio pasado, pero su expansión hace pensar a lo grande.

La compañía, integrada en Budders, está de suerte: ha cerrado su segunda ronda de financiación por valor de 350.000 euros y pretende superar la barrera de los 40 millones de euros de facturación para el año 2024. En palabras de su CEO, Miguel Martín, «el objetivo a medio y corto plazo es expandir el mercado a países vecinos como Italia, Austria, Alemania, Suiza, Portugal e Israel». La expansión es tal que «la capacidad logística nos permite la entrega dentro del territorio nacional en 48 horas. Al resto de países europeos, en sólo 72», añade.

Propiedades terapéuticas

La ONU reconoció el pasado diciembre las propiedades terapéuticas y medicinales del cannabis en una votación de la Comisión de Estupefacientes, el órgano relacionado con la política de drogas del organismo. Se trata de un hecho positivo para la imagen que se tiene sobre el cannabidiol y sus derivados. La consultora Prohibition Partners calcula que los productos farmacéuticos derivados del cannabis crecerán cerca del 150% entre 2020 y 2024, hasta alcanzar un valor total de ventas de 1.678 millones de euros, aproximadamente. «Se espera que el mercado de CBD crezca hasta un 400% en la UE de aquí a 5 años», dice el propio Martín. Y continúa: «Los datos dicen que cerca del 16% de adultos integrantes de la UE han probado el CBD y, de estos, el 56% lo ha hecho en los últimos seis meses».

Martín, sobre las virtudes de la empresa española, relata que «lo que resulta más atractivo de nuestro modelo de negocio a los inversores es que estamos replicando un modelo de éxito contrastado en una industria incipiente, además de que tenemos un capital humano excepcional».

La crisis sanitaria actual ha llevado a muchos ciudadanos a consumir CBD de manera regular. El 39% de usuarios encuestados afirma utilizar más de cinco veces a la semana productos derivados del cannabis, aunque gastan menos de 25 euros por producto. Alrededor de 5 de cada 10 usuarios afirman consumir dosis inferiores a 50 miligramos. Los preguntados aseguraron que lo utilizan para reducir la ansiedad (53%), la depresión (33%) o el insomnio (25%). Un consumidor afirma que estos productos «aportan lo mismo que los porros convencionales pero eliminan esos efectos de aletargamiento que lleva intrínsecos el THC, así como otros efectos secundarios».