Empleo
La pandemia duplicó el número de despedidos en 2020, hasta rozar los 600.000
El número de ocupados se redujo en una media de 576.900 personas, hasta situarse en 19.202.400 personas. También se ha doblado el número de teletrabajadores
La pandemia ha situado el mercado laboral en una situación de estrés estructural que ha ido incrementando las listas del paro de forma exponencial, pese a la recuperación del empleo tras el fin del confinamiento. Sin embargo, a cierre de 2020 había 3,2 millones de personas contabilizadas en situación de desempleo que antes habían disfrutado de un trabajo. De ellas, 583.100 habían sido despedidas, su puesto suprimido por las circunstancias de ajuste o habría sufrido algún tipo de regulación de plantilla, una cifra que supone casi el doble respecto a las 297.500 de un año antes. Así lo ha constatado la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada por el INE, a través de sus variables de submuestra, de las que se deduce que el 18% de los parados con experiencia laboral previa había dejado de trabajar por despido, frente al 10,1% de 2019.
El principal motivo del despido, sin embargo, fue la finalización del contrato, que afectó al 53,5% de los parados con experiencia laboral previa que había a cierre de 2020, en línea con el 55,8% de 2019. Los parados que dejaron su último empleo hace tres años o más representaban el 18,4% del total de parados con experiencia laboral, 5,5 puntos menos que en 2019. En concreto, disminuyó en 107.100 personas, un 15,3% respecto a 2019, la cifra más baja en una década, hasta llegar a los 593.700 desempleados.
El peso de los parados de muy larga duración sobre el total de desempleados con experiencia laboral previa -que fue la que más se redujo el año pasado- alcanzó en 2020 el 18,4%, porcentaje 5,5 puntos inferior al de 2019. La categoría de los parados de muy larga duración fue la que más se redujo el año pasado. Según determina el INE, la mayor parte de los desempleados de 2020 procedían en su mayoría de situaciones previas de empleo. En total, a cierre del año pasado 3.233.400 parados habían trabajado anteriormente, es decir, que tenían experiencia laboral previa. De esta cantidad, el 53,5% (1.729.300) dejó de trabajar en 2020 por haber finalizado su contrato, un 5,7% más que en 2019.
Asimismo, por culpa directa de la pandemia, el número de ocupados se redujo en una media de 576.900 personas, hasta situarse en 19.202.400 personas. Los más afectados por este retroceso de la ocupación fueron los establecimientos de menor tamaño: los de 1 a 10 trabajadores perdieron 512.700 empleados en 2020, mientras que los de 1 a 49 trabajadores destruyeron 196.400 puestos de trabajo. Por contra, los establecimientos de 250 o más trabajadores incrementaron su cifra de ocupados en casi 150.000 personas el año pasado, en tanto que las empresas de 50 a 249 trabajadores sumaron 32.600 personas a sus plantillas. Un total de 305.600 ocupados trabajaron a tiempo parcial con objeto de disponer de más tiempo para cuidar a personas dependientes, un 7,4 % menos que en 2019- De ellos, 286.100 -la mayor parte- eran mujeres,
Del total de ocupados contabilizados el año pasado, el 10,1% no tenía jefes ni subordinados (trabajador independiente), el 6,2% era encargado, el 6,4% director de una empresa pequeña, departamento o sucursal, otro 7,2% era mando intermedio, y el 0,5% ocupaba un puesto de director de empresa grande o media. El porcentaje de empleados, es decir, de trabajadores con jefe y sin subordinados, retrocedió siete décimas respecto a 2019, situándose en el 68,9%, mientras que el porcentaje de mandos intermedios escaló una décima y el de ocupados independientes subió siete décimas. La proporción de hombres directores supera en 3,7 puntos la de las mujeres en las empresas de pequeño tamaño, mientras que el de varones ocupados sin jefes ni subordinados sobrepasa en 3,9 puntos el porcentaje de mujeres. Ellas, por el contrario, superan a los hombres en los puestos de empleados en 11,3 puntos.
La pandemia también ha afectado a la calidad del empleo y a su durabilidad y extensión horaria. Así, los datos estadísticos del INE muestran que se han extendido durante el último año los horarios atípicos y el cambio de las condiciones laborales, incluido el teletrabajo. El 10,8% de los ocupados trabajó en casa más de la mitad de los días, frente al 4,8% de 2019, y un 4,2% lo hizo de manera ocasional. Sin embargo, todavía casi el 84% de los empleados no trabajó ningún día en su domicilio.
También bajó el porcentaje de ocupados en jornada nocturna, que cayó desde el 13% de 2019 al 10,7% en 2020. Un 5,7% trabajó ocasionalmente de noche y el 5% lo hizo en más de la mitad de sus días laborables. El porcentaje de trabajadores nocturnos varones (13%) supera al de mujeres (7,9%). Y más de 305.000 ocupados trabajaron a tiempo parcial para disponer de tiempo para el cuidado de personas dependientes, cifra un 7,4% inferior a la de 2019. La mayor parte de quienes recurrieron a la parcialidad fueron mujeres (286.100) y de ellas el 54,8% manifestaron que no disponen de capacidad para acceder a servicios adecuados para atender a personas dependientes.
Una de cada tres personas, el 32,2%, trabajó al menos un sábado al mes, porcentaje 4,7 puntos inferior al de 2019, mientras que el 19,1% trabajó al menos un domingo al mes, frente al 22,6% de 2019. Por el contrario, el 65,3% de los ocupados no trabajó ningún sábado de 2019, casi cinco puntos más que en 2019, y el 79,3% ningún domingo, 3,5 puntos más que el año anterior.
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