Situación crítica

Codere se desploma un 18% tras tomar el control los bonistas

Los acreedores anuncian la liquidación de la casa de apuestas y la creación de una nueva sociedad

La deuda se situará en los 700 millones de euros, según el plan de los acreedores
La deuda se situará en los 700 millones de euros, según el plan de los acreedoresJesus G. FeriaLa Razón

El plan de reestructuración de Codere no le ha sentado demasiado bien al operador de juego, cuyas acciones se depreciaron ayer nada menos que un 17,89%, convirtiéndose en el valor con peor caída en todo el parqué. El anuncio de que los acreedores liquidarán la sociedad cotizada para crear una nueva que controlarán al 95% está detrás del desplome.

El acuerdo alcanzado con un grupo significativo de acreedores, titulares de la mayoría de los bonos del grupo, contempla una inyección de 225 millones en la compañía a fin de garantizar sus necesidades de liquidez y la actividad hasta la reapertura total del negocio tras la pandemia.

El ingreso de estos nuevos fondos será a través de una emisión adicional de bonos por un importe de 100 millones, de los cuales 30 millones se aportarán de manera inmediata y 70 millones antes de finales de mayo. Además, incluye un segundo tramo de hasta 125 millones adicionales que se proporcionarán al cierre del proceso de reestructuración.

Además, los acreedores han acordado capitalizar más de 350 millones de deuda, correspondiente a parte de los bonos existentes, según ha señalado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La compañía de juego ha subrayado que ello supone una relevante reducción de los actuales niveles de endeudamiento, que quedaría en el entorno de los 700 millones. A su vez, se extenderán al menos tres años los actuales vencimientos, que pasan a septiembre de 2026 y a noviembre de 2027.

Posible exclusión de bolsa

Con la culminación de la reestructuración se liquidará Codere, lo que podría suponer su exclusión en bolsa, y se creará una nueva cabecera con la cual los acreedores de los bonos tendrán un 95% del capital y los actuales accionistas un 5%, quienes además obtendrán unos «warrants» que les darán derecho a recibir hasta un 15% de una valoración superior a los 220 millones en una eventual futura venta de la compañía en el plazo de diez años.