Préstamos dudosos
Riesgo de impago en más de 35.000 millones del ICO
El Banco de España detecta peligro de morosidad en un 35,8% de los avales
El Banco de España ha detectado que un 35,8% de la línea de avales ICO Covid-19 se encuentra asignada a préstamos en vigilancia especial –lo que supone que no son dudosos pero tampoco están exentos de riesgos–, y de ellos un 29,4% corresponden a empresarios individuales. Asimismo, en torno al 5% de los importes dispuestos avalados corresponde a empresas con algún préstamo dudoso subjetivo –un 2,5% de ellos a empresarios individuales– y un 5,5% a empresas con algún préstamo moroso (-un 5,6% a empresarios individuales).
Atendiendo sólo a los deterioros de la financiación cubierta por el programa de avales, el porcentaje de exposiciones problemáticas es mucho menor, alrededor del 8% del crédito avalado a empresas que se encuentran en vigilancia especial (del cual aproximadamente un 14% corresponde a empresarios individuales). El volumen de préstamos efectivamente dudosos se encuentra muy por debajo del 1%.
Para paliar los efectos económicos de la pandemia, el Gobierno activó cinco tramos de la Línea de Avales, por importe total de unos 100.000 millones de euros, por lo que la cantidad que estaría en peligro ascendería a 35.000 millones de euros.
Financiación de empresas solventes
En el documento de Estabilidad financiera conocido ayer, el Banco de España advierte de que es necesario tener en cuenta que «muchos de estos préstamos avalados contaban con un periodo de carencia que, probablemente, todavía no haya concluido».
En el mismo documento, el Banco de España considera necesario vigilar de cerca la concesión de crédito a las empresas viables, ya que restringirlo podría afectar a la senda de reactivación de la actividad económica.
La valoración del riesgo fue clave en la evolución del crédito en 2020, explica, con un crecimiento relativamente más débil para las empresas y personas físicas más vulnerables. Los distintos programas de apoyo como los avales del ICO y las moratorias crediticias que se han aplicado para suavizar los efectos de la crisis del coronavirus han tenido un efecto «significativo» para contener estas tendencias, sin llegar a anularlas. Esto significa, explica el documento, que, si no hubieran existido los citados programas de apoyo, los grupos de empresas y hogares con mayor perfil de riesgo ya se habrían enfrentado, probablemente, a una restricción de crédito por parte de las entidades financieras.
Las diferencias previas a la crisis en términos de fortaleza financiera de las empresas, o las de nivel de renta, patrimonio y estabilidad en el empleo de las personas físicas pueden ser determinantes en las futuras necesidades de financiación y en la capacidad de pago. Las empresas y hogares con un mayor deterioro relativo de su renta podrían tener que recurrir a más deuda para cubrir sus gastos a corto plazo.
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