Nuevos impuestos
Los transportistas quedarían exentos del pago de peajes
Transportes asegura que, de implantar el pago por uso, buscaría fórmulas para que el sector quedase libre
Si la intención de implantar peajes a partir de 2024 esbozada por el Gobierno en el Plan de Recuperación enviado a Bruselas cuaja finalmente, el Ejecutivo buscaría alternativas para dejar exento de pago al sector del transporte. Según aseguran fuentes del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, de concretarse la medida, se buscaría alguna fórmula para que el sector no se viese afectado por los peajes. Esta misma mañana, el secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Pedro Saura, ha asegurado que el Gobierno está dispuesto a debatir las compensaciones por el pago de los peajes en las carreteras que ha planteado en el plan de recuperación, sobre todo para los transportistas profesionales.
La aplicación de peajes en el transporte no sólo repercutiría en su propia actividad sino que tendría efectos de segunda ronda sobre otras. Como explica Juan José Gil, secretario general de la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer), a la hora de implantar el pago por uso en las carreteras hay que tener en cuenta los pros y los contras. Y entre estos últimos, Gil destaca la pérdida de competitividad de las exportaciones españolas a que conduciría una medida como esta. España, explica Gil, exporta productos de bajo valor en origen, sobre todo agrícolas. “Y cualquier encarecimiento en el precio del transporte se trasladaría al del producto, lo que afectaría a la competitividad de estas exportaciones”, añade.
En el caso de que al sector del transporte se le aplicase el céntimo por kilómetro que el Gobierno maneja como el precio al que rondarían los futuros peajes de las autovías, atravesar el país de punta a punta podría suponerle un coste adicional a un trailer de 16 euros. Un recargo que se dispararía hasta los 150 euros en caso de que se aplicasen los 19 céntimos que propone la patronal de las concesionarias (Seopan) para gravar a estos vehículos, según cálculos realizados por Javier San Martín, profesor de Logística sostenible de OBS Business School.
Pero los transportistas consideran que no sólo hay que valorar los aspectos económicos, sino también de seguridad a la hora de introducir una medida como esta. El levantamiento de las barreras de algunas autopistas de peaje en los últimos años ha provocado un reequilibrio del tráfico entre estas vías y las nacionales. Volver a bajarlas, advierte Gil, volvería a provocar un importante trasvase de vehículos hacia carreteras secundarias en las que el grado de conservación es inferior y en las que el riesgo de accidentes es superior, añade.
Desde Fenadismer creen, en cualquier caso, que si se opta finalmente por llevar adelante los planes presentados a Bruselas, el modelo que mejor encaja en España es el del pago de una viñeta anual como se hace en países como Austria o Hungría. Según Gil, la instalación de pórticos que controlen los coches que circulan para después aplicarlos el pago es un método muy costoso del que las principales beneficiarias serían las empresas concesionarias que los gestionan.
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