Consumo
Las suscripciones son una forma de compra tradicional. Sin embargo, este modelo de negocio, que se caracteriza por que el cliente recibe un producto o servicio a cambio de una cuota periódica, se ha reinventado de la mano de la tecnología, convirtiéndose en un nuevo fenómeno al que ningún sector es ajeno.Surge así una nueva tendencia, que ha sido ya bautizada como Subscronomics, o economía de la suscripción, la cual se articula sobre las nuevas herramientas digitales.
Los cambios de hábitos del consumidor, que ya no quiere poseer, sino disfrutar; la tendencia de las empresas a buscar ingresos recurrentes, que permitan una mejor planificación financiera, y el componente tecnológico son las tres causas que han permitido su globalización.
«Subscronomics es una tendencia, un momento empresarial, que ha producido un cambio económico, y en la que la industria de los medios de pago, que siempre ha buscado diluir el momento de pago en los procesos de compra para evitar fricciones o barreras, ha dado lugar a un fenómeno tan creciente como imparable», explica Patricia Peiró, Head of Corporate Communication de Telecoming.
Y es que en 2021, 2.228 millones de suscripciones moverán en todo el mundo un negocio de casi 228.000 millones de dólares, cifra que representa un aumento del 31% respecto a 2020, tal y como revela el informe «Subscronomics 2021», elaborado por Telecoming. El análisis recoge que, en el horizonte de 2025, la facturación de este mercado se duplicará, alcanzando los 480.000 millones de dólares, con un crecimiento medio interanual del 23% en el periodo comprendido entre 2020-2025. Por su parte, estima que el número de suscripciones habrá crecido un 15% hasta rozar los 4.000 millones en todo el mundo.
A pesar de su naturaleza digital, Subscronomics se ha revelado como un modelo favorable para impulsar también la venta online de bienes físicos y otro tipo de servicios, que son los que experimentarán mayores crecimientos en los próximos años. Así, el análisis de Telecoming prevé que las suscripciones a contenidos digitales seguirán creciendo, especialmente en el sector del vídeo, videojuegos, música y podcasts, pero a un ritmo más pausado en comparación con otras categorías. Por su parte, será la comercialización de bienes físicos la que experimentará incrementos más rápidos. Y es que cada vez son más los sectores que se incorporan a este nuevo modelo. «Desde Telecoming, pronosticamos un crecimientos muy relevantes en movilidad, que va a pasar de representar apenas el 1% al 8,6% en cuatro años. En este sentido, pensamos que va a haber importantes desarrollos en fórmulas, incluso público-privadas, que permitan al usuario utilizar distintos tipos de trasporte según sean sus necesidades en cada momento. Las empresas que sean creativas tendrán muy buenas oportunidades en esta economía de la suscripción», indica Peiró.
En España, Subscronomics continúa la senda de crecimiento que está teniendo lugar a nivel global. El mercado español contará en 2021 con casi 30 millones de suscripciones activas, cifra que aumentará a un ritmo interanual del 20% hasta rozar los 62 millones en 2025. El mercado moverá unos 4.000 millones este año, un 28% más que en 2020, y crecerá de forma sostenida para alcanzar en 2025 una facturación de casi 9.748 millones de dólares, un 27% de crecimiento interanual medio en cuatro años. España ocupa actualmente el cuarto lugar en el mapa europeo, pero la favorable evolución del modelo le permitirá ganar una posición de aquí al año 2025.
Las suscripciones online de vídeo bajo demanda representan un 33% del mercado español, incluso por encima de los países nórdicos, los más proclives al consumo de contenidos audiovisuales, y de la media mundial, que se coloca en el 25%. Junto a ellas, destacan las propuestas multiservicio (26% de cuota) y las cajas de producto (19%). Es precisamente esta última categoría la que presenta los mejores pronósticos para los años venideros, con crecimientos que pasarán del 19% al 30%. De hecho, las cajas son ya el segundo sector en esta economía de la suscripción en España. Se han convertido en una alternativa al «retail», que consiste en que el cliente recibe periódicamente una caja con un contenido, que no se puede elegir, y que es seleccionado por la tienda en función de las preferencias del cliente, que puede ir desde los productos de belleza, a snacks, bebidas e, incluso, experiencias, como viajes.
Cambio de mentalidad
Aunque se trata de procesos que ya estaban en marcha, lo cierto es que la pandemia los ha acelerado. Y es que las restricciones han intensificado este modelo, que hace que no sea necesario ir al punto de venta. Peiró considera que Subscronomics no solo supone un cambio de mentalidad en los consumidores, sino que también afecta a la organización de las empresas.
«Con Subscronomics las compañías pasan de vender productos a facilitar servicios. Ello implica que tienen que hacer partícipes a su comunidad de clientes y para ello tendrán que crear nuevos puestos de trabajo. Se trata de un modelo heredado de las comunidades de juegos, en las que los usuarios son escuchados y participan en el desarrollo de los diferentes productos. También las plataformas de vídeo están creando contenidos en función de las preferencias de sus usuarios. En este sentido, el manejo de los datos será fundamental», concluye Patricia Peiró.