Los planes del Gobierno
Tasa anual, pago por kilómetro... así son los sistemas que se pueden adoptar para el cobro de los peajes
Existen diferentes modalidades para la implantación del pago por uso en las autovías que el Gobierno sopesa implantar a partir de 2024
El Gobierno ha abierto de par en par el debate sobre la implantación de peajes en todas las autovías españolas que ahora son gratuitas -quedarían exentas, al contrario de lo que se pensó en un primer momento, el resto de carreteras- para costear su mantenimiento. La posibilidad, esbozada en el Plan de Recuperación enviado por el Ejecutivo de Pedro Sánchez la pasada semana a Bruselas, ha sido rechazada tanto por la oposición como por otros sectores que consideran que los españoles ya pagan por la conservación de las vías.
Queda mucho por delante hasta 2024, la fecha orientativa fijada por el Ejecutivo como posible para la aplicación de una medida, que, según Moncloa, nunca se impondrá antes de que la recuperación haya tomado vuelo. Pero las cábalas sobre cuánto podrían costar los peajes o qué sistema se implantaría ya están encima de la mesa. Porque aunque el fin es el mismo, ingresar por el uso de las autovías, los medios para hacerlo difieren.
Tasa anual según vehículo. La aplicación de una tarifa única o viñeta, como se conoce en el sector, igualaría el pago de todos los conductores, con independencia del número que kilómetros que recorriese al año. Este sistema se aplica ya en varios países europeos. En Suiza, por ejemplo, desembolsan anualmente una cantidad que ronda los 40 euros que da derecho a sus ciudadanos a usar libremente las autopistas todo un ejercicio. El mismo sistema se utiliza en Austria, aunque con varias opciones. La más común es la anual, que cuesta 89 euros. Para los que visiten de forma esporádica el país también hay opciones: desde pagar 9,2 euros por circular dos días hasta desembolsar 26,8 euros por dos meses. Otros países como Chequia, Hungría o Eslovaquia también emplean el sistema de viñeta con precios que superan los 100 euros en algunos casos. Se trata de un sistema económico de implantar pues no requiere de infraestructura adicional alguna en las autovías.
Pago por kilómetro con peaje tradicional. Es el que se está aplicando ahora mismo en algunas vías de alta capacidad españolas. Cuando se entra en la carretera, se recoge un ticket en las cabinas de acceso. Al abandonarla, se abona una cantidad en función del número de kilómetros recorridos y la tarifa establecida. El sistema requiere de la construcción de zonas adecuadas para ubicar las cabinas de cobro y acceso.
Pago por kilómetro con pórticos. Es el sistema que ha adoptado Portugal, obligada por la UE a implantar los peajes a cambio de la ayuda que recibió durante la crisis financiera de 2008. Un sistema de cámaras colocadas a lo largo de las autovías calculan el coste definitivo de circulación de vehículo. Al cabo de unas semanas, el Gobierno luso se encarga de cargar los pagos al usuario, cuyo vehículo tiene asociada una cuenta a la que cargar los peajes. En el caso de los coches que visitan el país, es obligatorio asociar el vehículo a una cuenta bancaria para realizar después los pagos.
Importe de los peajes. Existen también diferencias apreciables en el coste de los peajes en función de los años de antigüedad de la vía. Si se trata de una infraestructura cuyo coste no ha sido todavía amortizado, se paga más para financiarla. Pero si se trata de vías con más años de vida cuya construcción ya está pagada, lo normal es implantar lo que se denomina peajes blandos, de coste moderado y enfocados exclusivamente a obtener recursos para conservar la red. Esta es la idea que maneja el Gobierno de Pedro Sánchez, que asegura que los peajes que estaría barajando estarían más cerca del céntimo por kilómetro que de los 9 céntimos propuestos en su último informe por la patronal de las concesionarias, Seopan.
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