Calviño, sola por segunda vez en un año tras la estampida del equipo económico de Moncloa y de Economía

El perfeccionismo del que hace gala la vicepresidenta segunda del Gobierno, Nadia Calviño, le ha vuelto a jugar una mala pasada. En algo más de un año, miembros algunos de sus más ilustres colaboradores la han abandonado al “no soportar la presión y el ritmo que impone”. En marzo del año pasado, su equipo de comunicación salió en desbandada del Ejecutivo. Ahora, catorce meses después, Ana de la Cueva abandona la Secretaría de Estado de Economía, después de cerrar el Plan de Recuperación, que se remitió el pasado 30 de abril a Bruselas. Fuentes consultadas por LA RAZÓN achacan su salida a la tensión vivida durante la elaboración del Plan de Recuperación, integrado por más de 2.000 páginas, imprescindible para que España reciba los 140.000 millones de euros que le corresponde de los fondos europeos. Estas mismas fuentes aseguran que en el ánimo de De la Cueva ha pesado también el rescate de la compañía Plus Ultra, que investiga el Juzgado de lo Penal y también Bruselas. De hecho, la Comisión Europea ha pedido formalmente explicaciones al Gobierno por el rescate de esta aerolínea, después de una denuncia presentada por el eurodiputado de Ciudadanos, Luis Garicano.

Sin embargo, fuentes de la Vicepresidencia de Asuntos Económicos desvinculan estos dos hechos de la marcha de De la Cueva y la justifican a una decisión estrictamente personal. “La salida de Ana tiene que ver con una decisión personal, hablada hace tiempo con la vicepresidenta y que se produce justo en el momento en el que se acaba una tarea”, en alusión al Plan de Recuperación, y “se empieza otra”. En ese sentido, recuerdan estas mismas fuentes que ha ocupado diferentes puestos desde 2005 en la Secretaría de Estado de Economía, hasta que en 2018 asumió las riendas de la misma.

Curiosamente, junto con la noticia de su salida se produce la de Daniel Fuentes, director del Departamento de Información Económica de la Secretaría de Estado de Comunicación. Fuentes ha decidido cerrar su etapa monclovita después de tres años, “porque su sitio en el organigrama de Moncloa no daba más de sí”, aseguran a LA RAZÓN en el círculo más cercano a Fuentes. El propio Fuentes niega que su marcha obedezca a desavenencias con la vicepresidenta segunda del Ejecutivo, surgidas, según otras fuentes consultadas por este diario, durante la elaboración del Plan de Recuperación.

Ceses en el BOE

El Boletín Oficial del Estado (BOE) publica este miércoles el cese de Daniel Fuentes como director del Departamento de Información Económica, así como el de Ana de la Cueva como secretaria de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa y el nombramiento de Gonzalo García Andrés para sustituirla en el cargo. La salida de De la Cueva se produce un mes después de que se conociera que su jefa de Gabinete de la vicepresidenta, Carmen Balsa, había conseguido la plaza para dirigir la oficina comercial en Milán. El cese de Daniel Fuentes se produce a petición propia y fue propuesto por el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Consejo de Ministros de ayer. El Gobierno ha agradecido tanto a Fuentes como a Ana de la Cueva los servicios prestados durante el tiempo que han desempeñado sus respectivos cargos. Junto a ambos ceses, el BOE también publica el nombramiento de Gonzalo García Andrés como secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa para reemplazará a Ana de la Cueva. García Andrés es licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad Autónoma de Madrid, técnico comercial y economista del Estado. Hasta ahora era socio director de Economía en Analistas Financieros Internacionales (AFI) y profesor en el Máster de Finanzas de AFI Escuela. El nuevo secretario de Estado ha desarrollado gran parte de su carrera profesional en el Ministerio de Economía, en áreas de sistema financiero, financiación internacional, política macroeconómica y comercio e inversiones.

Además, el economista Víctor Etxebarría decidió, una vez remitido a Bruselas el Plan de Recuperación, abandonar el cargo de responsable de la Unidad de Políticas Macroeconómicas y Financieras con rango de subdirector general de la Secretaría General de Asuntos Económicos de Presidencia del Gobierno, que dirige Manuel de la Rocha. Etxebarría sustituyó a Daniel Fuentes en este puesto en abril de 2020. Por esas fechas, Fuentes, doctor en Economía por la Universidad de Nanterre-París, pasó a llevar las riendas del Departamento de Información Económica de nuevo cuño, dependiente de la Secretaría de Estado de Comunicación. Cargo, precisamente, del que hoy cesa.

Según fuentes monclovitas, Etxebarría abandonó días atrás el puesto por razones “familiares” y “decidió regresar al BBVA antes de agotar su excedencia”. No obstante, en tan sólo tres años, Etxebarría es el segundo jefe del área de políticas macroeconómicas y financieras que sale de Moncloa. El primero fue el propio Daniel Fuentes, que hoy deja definitivamente su vinculación con La Moncloa. En esa línea, desde la Secretaría de Estado de Comunicación se niega que este continuo goteo de renuncias de cargos del equipo económico de Presidencia del Gobierno y de Vicepresidencia segunda estén relacionadas con la elaboración del Plan de Recuperación o con el rescate de Plus Ultra. “En absoluto. Hay un trabajo realizado y coincidencias temporales que nada tienen que ver unas con otras”, puntualizan fuentes de la Secretaría de Estado de Comunicación.

A estas huidas del equipo económico de Presidencia del Gobierno y de Vicepresidencia económica se suma el relevo de Jaime Echegoyen en la Presidencia de la Sareb (Sociedad de gestión de activos de la reestructuración bancaria), el conocido como banco malo. Fuentes de la Vicepresidencia de Asuntos Económicos recuerdan que fue nombrado por el anterior Gobierno hace siete años y su perfil financiero en un momento en el que se necesita uno más inmobiliario. “Ahora toca otro perfil en una sociedad que es básicamente inmobiliaria, y se pone al frente un inmobiliario”. Echegoyen será sustituto por Javier García del Río, el actual consejero delegado, que asumirá todo el poder con el cargo de presidente ejecutivo y se amortizará el puesto de consejero delegado. Así lo propondrá el consejo de administración y la decisión deberá ser ratificada por la junta de accionistas que se celebrará el 27 de mayo.