Crisis

La Airef advierte de la deuda disparada y la gran vulnerabilidad de las cuentas públicas

Avisa de que el aumento proyectado del gasto en pensiones es uno de los principales riesgos para la sostenibilidad de las finanzas en el medio plazo

La ministra portavoz y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, interviene en una sesión de control al Gobierno
La ministra portavoz y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, interviene en una sesión de control al GobiernoEUROPA PRESS/E. Parra. POOLEuropa Press

Una de las mayores facturas de la crisis económica actual es una deuda pública disparada, situada en el 125.2% del PIB, que colocan en una gran vulnerabilidad a las cuentas públicas. Así lo advierte la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), que ha publicado hoy en su página web el último Observatorio de Deuda, en el que analiza la evolución reciente de la deuda pública y su posible evolución futura, examinando los principales riesgos y retos para la sostenibilidad de las finanzas públicas. En el Observatorio, la AIReF repasa de nuevo el efecto de la Covid-19 en la economía a lo largo de estos meses.

En el Observatorio, la AIReF constata que, en el primer trimestre de 2021, la deuda pública siguió creciendo con intensidad, al sumar 47.126 millones de euros y alcanzar los 1,393 billones en total. Esto ha supuesto un incremento de la ratio de deuda de 5,2 puntos respecto al cierre de 2020, hasta un nuevo máximo del 125,2% del PIB. Sin embargo, el rebote de la actividad económica esperado en los próximos trimestres indica que posiblemente se haya alcanzado un techo en el corto plazo. Según la AIReF, el importante aumento del stock de deuda pública legado de esta crisis sumado a un elevado nivel de partida sitúa la sostenibilidad de las finanzas públicas en una posición de gran vulnerabilidad, en un entorno de financiación inmejorable. A pesar del aumento de las necesidades de financiación, el coste efectivo de financiación de la deuda de las Administraciones Públicas ha seguido disminuyendo, lo que ha permitido reducir el gasto en intereses tanto en valor absoluto como en porcentaje sobre el PIB. De cara al futuro, considera que el rebote esperado de la actividad impulsada por el Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia (PRTR), la mejoría del componente cíclico del saldo público y la paulatina desaparición de las medidas relacionadas con la pandemia permiten proyectar una reducción de la deuda de 7,6 puntos para 2024, de forma que la ratio se situará en el 112,4% del PIB.

A falta de un plan de consolidación a medio plazo, la institución cree que el crecimiento será el principal factor en la reducción y estabilización de la deuda. Por otro lado, el entorno de bajos tipos de interés ayudará a la contención, mientras que los amplios déficits primarios proyectados seguirán empujando en la dirección opuesta. Por subsectores, la mayor reducción de la deuda se registrará en la Administración Central y los Fondos de la Seguridad Social. En este escenario, la AIReF considera factible la proyección de deuda incluida por el Gobierno en la Actualización del Programa de Estabilidad (APE) para 2024.

Riesgos para la sostenibilidad

En el Observatorio, la AIReF también constata que la pandemia ha agudizado los desafíos asociados a los altos niveles de endeudamiento público, cuya sostenibilidad futura está fuertemente ligada a las políticas del Banco Central Europeo. A su juicio, la retirada de los instrumentos no convencionales de política monetaria y la reducción de la deuda soberana del balance del BCE puede suponer un reto importante no exento de riesgos, como un posible repunte de los tipos de interés o el regreso de parte de la base inversora residente. La institución considera que el alto nivel de endeudamiento representa, además, un elevado riesgo al alza del gasto público. Según sus simulaciones, un incremento de tipos de 100 puntos básicos supondría un gasto adicional acumulado en intereses en 2024 superior a 15.000 millones, por encima del impacto estimado de las nuevas medidas de ingresos previstas en APE o el coste del Ingreso Mínimo Vital en ese periodo.

Además, los altos niveles de deuda pública implican que, cuando se haya superado la crisis, deberán diseñarse planes de consolidación que generen una reducción sostenida de la ratio de deuda hasta niveles más prudentes. El mantenimiento de un déficit estructural similar al proyectado para 2024, esto es, entre el 3,5 y 4,5% del PIB, estabilizaría la ratio de deuda en niveles entre el 110 y 130% del PIB. Una reducción gradual y sostenida del déficit público hacia el equilibrio estructural generaría una senda de reducción de la ratio de deuda, situándola en los niveles previos a la pandemia a lo largo de la próxima década.En este sentido, la institución afirma que la expectativa actual de un entorno duradero de tipos de interés bajos ofrece un mayor margen de maniobra en el diseño de dicha estrategia y permite abordar la vuelta al equilibrio presupuestario estructural de una manera gradual y no lesiva para el crecimiento.

Además, en el medio y largo plazo, un mayor crecimiento de la economía permitiría generar mayor espacio fiscal. Según simulaciones de AIReF, un mayor crecimiento potencial asociado a la combinación de más inversión en capital público y reformas que incrementen el desempeño potencial de la economía puede llegar a suponer una disminución de la deuda en el largo plazo de entre 10 y 20 puntos.

Además, considera que el aumento proyectado del gasto en pensiones es uno de los principales riesgos para la sostenibilidad de las finanzas públicas en el medio plazo. Si este incremento no es compensado con ingresos adicionales, conllevará un aumento significativo del endeudamiento desde unos niveles históricamente elevados. En el escenario base de evolución del gasto en pensiones sobre PIB de la AIReF, la deuda pública alcanzaría el 165% del PIB en 2050.