Banca

Créditos al consumo: ¿qué son, cómo funcionan y para qué son útiles?

Financiar un ordenador, un coche o incluso las vacaciones. Estos préstamos son muy comunes pero muchos desconocen sus pros y sus contras. Las entidades han empezado a bajar los tipos de interés para incentivarlos tras el parón de los últimos meses

Una persona se dispone a pagar con su tarjeta de crédito una compra online
Una persona se dispone a pagar con su tarjeta de crédito una compra onlineJesús HellínEuropa Press

Los consumidores llevan más de un año apretándose el cinturón ante la incertidumbre económica de la crisis. Ya fuera como medida de protección o por no poder gastar debido a las restricciones, el colchón de ahorro de las familias engordó. Los bancos también dejaron de prestar dinero ante el miedo a posibles impagos y morosidad, explica Estel Romero, abogada del despacho Sanahuja Miranda. Estos dos factores hicieron que en 2020 el ahorro de las familias se situara en el 14,8% de su renta disponible, según el INE. Ahora, ante un escenario más estable y una perspectiva económica de expansión, es el momento de reactivar el consumo. Así lo creen tanto entidades, que han comenzado a bajar los intereses de los créditos al consumo, como los ciudadanos. Un ejemplo de ello es la campaña “MyDreams” de Caixabank para para financiar créditos al consumo de entre 2.000 y 60.000 euros a clientes con un grado de solvencia, con un interés a partir del 7,9% TAE.

¿Qué es un crédito al consumo?

Un crédito al consumo, de forma resumida, es un préstamo personal destinado a la adquisición de bienes o servicios. En ocasiones es el interesado el que lo pide directamente a la entidad, como el que caso de quien quiere costearse un viaje o la matrícula de la universidad, pero en otras veces una empresa actúa de intermediario, como cuando al adquirir un ordenador, móvil, colchón o un coche le ofrecen pagarlo a plazos. Aunque claro está, la decisión final depende siempre de la entidad.

¿En qué se diferencia de una hipoteca?

La diferencia frente a un préstamo hipotecario es que en un crédito al consumo no hay una garantía de un bien, como es el caso del inmueble. “Frente a un impago, el deudor debería responder con sus propios bienes”, añade Estel Romero. Además, aunque su tramitación es más rápida que una hipoteca pero sus intereses también son más elevados (más del 7% de media, frente al 1,7% de las hipotecas), por lo que hay que ser prudente a la hora de solicitar estos créditos. La banca también tiene que ir con pies de plomo al concederlos al ser “más permeable a la morosidad, ya que no tiene un inmueble que le respalde, como la hipoteca”, advierte la abogada del despacho Sanahuja Miranda.

Protección especial al consumidor, ¿en qué consiste?

Otro de los principales rasgos de estos créditos es que cuentan con un regulación que da una protección especial al consumidor frente a abusos. Tal y como explica Romero, “a través de la Ley 16/2011, se obliga a las entidades financieras a informar exhaustivamente al cliente para que pueda evaluar si la oferta se ajusta a sus necesidades y situación financiera”. Esta ley es aplicable a los créditos a las necesidades personales con importes superiores a 200 euros e inferiores a 75.000 euros y ofrece tres coberturas principales:

-Se pide a la entidad “una oferta vinculante y por escrito en la que se expliquen todas las condiciones de contratación”, explica la abogada.

-El cliente tiene derecho de desistimiento, es decir, podrá renunciar al contrato, en los siguientes 14 días “sin que lo tenga que justificar ni se le pueda penalizar”, señala Estel Romero. De acogerse a este derecho, se deberá devolver el dinero y los intereses acumulado hasta la fecha.

-El cliente también tiene derecho a reembolso anticipado. “Si el consumidor quiere liquidar el capital del crédito antes de tiempo, tiene derecho a una reducción del coste total: esto son los intereses y los costes del contrato que quede por transcurrir”, explica la abogada. Por su lado, la entidad puede reclamar una compensación que no puede ser mayor del 1% del importe reembolsado.