Nueva factura de la luz
La OCU pide bajar el IVA de la luz para abaratar el recibo un 14%
El Gobierno esquiva el debate pese a que el del agua que pagan los hogares es del 10%
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha reclamado una reducción del IVA de la luz al 10%, desde el 21% actual, y la eliminación del impuesto a la generación eléctrica, como medidas para conseguir un ahorro en la factura de casi el 14%.
En un comunicado, la asociación de consumidores considera que estas medidas, que deberían venir acompañadas “de una revisión urgente” del sistema de precios mayoristas, ayudarían a conseguir el objetivo “indispensable” de reducir el precio de la energía.
Y es que, según los cálculos de los analistas del sector eléctrico consultados por LA RAZÓN, la factura final de la luz podría reducirse casi ese 14%. En concreto, un 12,8% y, además, de forma sencilla, con una rebaja del IVA como la que ha aprobado Portugal, eliminando el impuesto eléctrico (otra tasa al consumo) y sumando los «beneficios caídos del cielo» que el Gobierno ingresa en las subastas de CO2 por los altos precios, más de 1.000 millones de euros por encima de las previsiones del Gobierno.
Los Presupuestos Generales del Estado de este año contemplan un aportación aprobada para el ejercicio por derechos de CO2 de 1.100 millones de euros. Sin embargo, los precios por tonelada se han duplicado, por lo que Hacienda recaudará más de 2.200 millones de euros en función de esos 50 millones de toneladas a subastar. Así pues, el Fisco recibirá más de 1.000 millones adicionales, una cantidad calcada a la que pretende recortar a las nucleares e hidroeléctricas.
Con esos 1.000 millones la parte regulada del recibo de electricidad se reduciría un 7,5%, lo que se traduciría en una rebaja de los precios del 4% en la factura final que recibe el consumidor.
En cuanto a los impuestos, el Estado recauda cerca de 8.000 millones anuales, incluido el 7% (1.500 millones anuales) que se cobra a todas las instalaciones que generan electricidad sobre sus ingresos. Además, está el 21% de IVA, uno de los más altos de Europa, que genera una cantidad demasiado jugosa como para prescindir de ella, sobre todo con los actuales precios, que van a disparar la recaudación. Por eso, el Gobierno sigue sosteniendo que Bruselas le impide bajar el IVA eléctrico.
Sin embargo, no solo el resto de grandes economías europeas tienen un IVA inferior, sino que hay casos, como el de Portugal, donde se acaba de reducir la fiscalidad al consumo eléctrico. Portugal comparte las mismas interconexiones y un sistema que es un espejo del español, lo que revela que la rebaja fiscal realizada allí por un Gobierno de izquierdas podría ser desarrollada a este lado del mercado ibérico. Se trata del pago de un IVA en función del consumo de los hogares, justo lo que prometieron Sánchez e Iglesias en su acuerdo de Gobierno. Los primeros 100 kWh del mes se gravan al 13%, y lo que se consuma por encima de eso, al 23%.
Pues bien, según los cálculos de los expertos consultados, si en España se aplicara un IVA escalonado como en Portugal (tomando de media la aplicación de un 16% de IVA para un consumo doméstico medio) la reducción de la factura por IVA sería del 4,8%. La supresión del impuesto eléctrico, que rebajaría otro 4% el recibo, podría hacer realidad una factura casi un 13% más barata.
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