Las cinco claves ocultas de la negociación de los Presupuestos 2022

La gestión de 20.500 millones de fondos

Cataluña y el País Vasco lo tienen claro. Si Pedro Sánchez quiere sus escaños para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado de 2022, les deberá dejar a sus Ejecutivos gestionar el cien por cien de los fondos europeos que ellos consideran, según el tamaño de sus territorios en la economía española, les corresponde. Según estos cálculos, a los catalanes les toca unos 14.000 millones y a los vascos, 6.500 millones. Bruselas no deja distribuir esta ayuda por territorios, sino por proyectos.

Inversiones del Estado por 3.400 millones

El PNV y ERC consideran una reivindicación histórica la cifra de inversiones del Estado, y especialmente en infraestructuras, en sus autonomías. Por eso en esta negociación la vuelva a considerar prioritaria. Cataluña demanda entre inversiones y transferencias del Estado 2.800 millones de euros para el año que viene y el País Vasco, unos 600 millones. Además, Esquerra lamenta el poco ímpetu que pone el Estado para que se ejecute mayoritariamente la inversión comprometida. Siempre queda algo por ejecutar, pero «en nuestro caso sólo se ejecuta el 30%».

Gestión de 35.706 millones de pensiones

En esta negociación, volverán a poner encima de la mesa, en cumplimiento de los Estatutos vascos y catalán, la transferencia de la gestión de 35.706 millones de 2,26 millones de pensionistas, tal y como reclamaron en la concertación de los Presupuestos del Estado de este año. El País Vasco pide desde hace años la transferencia de la gestión económica de 560.000 pensionistas por 10.131 millones y Cataluña la cesión de la gestión económica de 25.575 millones de 1,7 millones de pensionistas.

Sistema de cupo vasco, a la catalana

Los nacionalistas catalanes demandarán, una vez más, su histórica reivindicación de ajustar sus finanzas al sistema del cupo, que brinda el concierto económico, modelo del que sólo disfruta el País Vasco y Navarra con ajustes. Sin embargo, son conscientes de que esta batalla la tienen perdida. Están convencidos de que el resto de las autonomías no permitirán que esto ocurra. «Habría tal rechazo que sería imposible llevarlo acabo». Eso sí, saben que pueden conseguir aumentar sus transferencias para dependencia y Mossos de Esquadra.

El PNV dará la batalla en el TAV y el IMV

Los nacionalistas vascos no ocultan su malestar con el Ejecutivo de Sánchez por sus incumplimientos. Por eso volverán a dar la batalla en las transferencias que no avanzan, como el ingreso mínimo vital, que, de momento, permanece bloqueado, en la concertación de los nuevos tributos que entrarán en vigor y que el Gobierno se comprometió a negociar con el PNV y en contra las rebajas que se plantean respecto a lo ya comprometido en la entrada del tren de alta velocidad en las capitales vascas.