Energía

El Gobierno fracasa en controlar el precio de la luz, en récord histórico y con un recibo lleno de impuestos

Moncloa se ve incapaz para controlar este despegue imparable del coste eléctrico y ni siquiera la bajada del IVA de la luz del 21% al 10% hasta finales de este año

Para más de 10 millones de españoles –los consumidores que están acogidos a la tarifa regulada (PVPC)–, la factura de la luz del mes de agosto tendrá una desagradable sorpresa: el precio más alto jamás pagado en toda la historia. No en vano, en lo que llevamos de mes se han batido una tras otra las marcas que ya se superaron el mes de julio, llegando hoy al récord absoluto de 111,88 euros en el precio medio del megavatio hora (MWh), superando la plusmarca de ayer, que había dejado el listón de 106,74 euros.

El Gobierno se está viendo impotente para controlar este despegue imparable del coste eléctrico y ni siquiera la bajada del IVA de la luz del 21% al 10% hasta finales de este año y la suspensión del impuesto del 7% a la generación eléctrica durante tres meses ha supuesto apenas un alivio de 8,54 euros en una factura media. Y no se plantea -lo ha rechazado reiteradas veces- volver a meter la mano en más restricciones impositivas del recibo.

Pero ha sido un mínimo toque de maquillaje, ya que el grueso de la factura corresponde a los peajes –relativos al coste de las redes de transporte y distribución eléctrica–, cargos –costes asociados al desarrollo de las renovables, a las extrapeninsulares y a las anualidades del déficit de tarifa– y el resto lo componen los impuestos –como el IVA o el de generación eléctrica–. El coste real de la energía tiene un peso en torno al 25% de lo que paga una familia a final de mes.

Por tanto, la combinación de impuestos, peajes y cargos gubernamentales para financiar políticas económicas, medioambientales y sociales –las correspondientes a renovables, cogeneración, residuos y otros– ha llegado a alcanzar en algunos momentos hasta un 55% de la factura del consumidor residencial.

Si a este lastre se le suma el encarecimiento en el precio del mercado eléctrico por los altos precios de los derechos de emisión y el encarecimiento del gas natural, el cóctel es explosivo y la consecuencia, el récord semanal desde que empezó el verano del precio de la electricidad en el mercado mayorista. En concreto, los derechos de emisión en este arranque de mes se han elevado hasta los 54 euros por tonelada, cuando a principios de año cotizaban en torno a los 33 euros. Mientras, el precio del gas natural –el que se usa para las plantas de cogeneración–repunta ya hasta los 41,7 euros por MWh, según datos de Mibgas.

Esto corresponde al mercado mayorista, en el que los precios suben y bajan en todos los países europeos según las condiciones mercantiles, que en estos momentos son muy exigentes por el coste internacional del gas, el de los derechos de emisión de CO2 y por la propia época del año –en pleno el incremento de la demanda por el calor y el mayor uso de aire acondicionado–. Todo suma para que el precio se dispare.

También el mercado minorista, marcado por la combinación de los citados impuestos, cargos y peajes, está al alza. Para 17 millones de consumidores, los vaivenes de estas subastas no les afecta, ya que cuentan con un precio pactado con su compañía. Eso corresponde al 88% del consumo eléctrico, aunque al final el alza repercutirá de igual manera de una forma u otra.