Empleo
ERTE: Las cotizaciones sociales de pymes y autónomos solo se rebajarán a sectores en crisis
El Gobierno propondrá la extensión de la medida hasta diciembre, pero con cambios y recortes en las exoneraciones
Aún no se ha reunido la mesa de negociación para una nueva extensión de los ERTE y desde el Gobierno ya han comenzado los avisos sobre que las condiciones no serán las mismas y que se van a recortar algunas de las ventajas y ayudas con las que empresarios y autónomos contaban hasta ahora.
La intención del Ejecutivo es prorrogar este instrumento hasta final de año, aunque maneja ya unos cambios sustanciales de las exoneraciones a la Seguridad Social vinculadas a los ERTE. En concreto, la intención de la Seguridad Social sería rebajar estas ventajas de forma general y mantenerlas únicamente en los sectores que todavía estén directamente afectados por la crisis del coronavirus o que todavía no hayan recuperado la plena actividad.
El Ministerio que dirige José Luis Escrivá trabaja ya en una propuesta conjunta con el de Asuntos Económicos de Nadia Calviño para restringir al mínimo las ayudas que hasta ahora se habían implementado por el impacto de la pandemia, y eso incluye un recorte en las exoneraciones, si bien se hará de forma vinculada directamente «a la recuperación del empleo y en los parámetros que generen más empleo», manifestó ayer Calviño en una entrevista televisiva. «Hay que ir a un mecanismo permanente. Este mes lo que tenemos que ver con los agentes sociales es cómo hacemos esa transición para seguir ayudando a los sectores que no han recuperado la normalidad». Y esa transición pasa por readaptar los sectores protegidos y las exenciones de cotizaciones. La intención del Gobierno es pasar de un sistema extraordinario a uno que sea permanente, «que espero se aplique ya a partir de enero», defendió la ministra.
Estos ERTE evolucionados son los que ya está preparando la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, a través de su Mecanismo de Sostenibilidad del Empleo (MSE), un ERTE indefinido y estructural, mediante el que la ministra pretende minimizar la ola de despidos que se teme llegue una vez que se levanten las medidas de protección aprobadas durante la pandemia. Se pretende que empresas y autónomos con empleados a cargo tengan una salida al despido, con medidas correctoras como la reducción de jornada cuando se vea impedida o limitada la actividad «por razones de carácter imprevisible, ajenas a la voluntad empresarial, cualquiera que sea su causa», cita el borrador que tendrán en su mesa esta semana los agentes sociales, que deberán dar su aprobación.
La aplicación de este MSE mantendrá importantes prohibiciones –algo a lo que la patronal ha puesto muchas pegas–, como la realización de horas extraordinarias, la externalización de cualquier actividad productiva y el impedimento a hacer nuevos contratos, a lo que se une la obligación del mantenimiento del empleo mientras esté aplicado este mecanismo. El Ministerio quiere que el MSE se imponga como solución permanente y preferente frente a las extinciones por causa económica técnica, organizativa o de producción.
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