Diálogo social

El Gobierno baraja ya una subida unilateral del salario mínimo de 15 euros

Cuantía y fecha bloquean el acuerdo con los agentes sociales. La patronal rechaza cualquier subida y los sindicatos piden que sea más alta. Nuevo choque en el Gobierno: Calviño anuncia la subida para octubre; Díaz la quiere adelantar a septiembre

La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz (i), saluda al secretario General de UGT, Pepe Álvarez, antes de su conferencia en la apertura de la Escuela de Verano de UGT, ayer, en Oviedo
La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz (i), saluda al secretario General de UGT, Pepe Álvarez, antes de su conferencia en la apertura de la Escuela de Verano de UGT, ayer, en OviedoELOY ALONSOEFE

Todas las partes lo tienen claro: el salario mínimo interprofesional (SMI) subirá este año «sí o sí» –palabras de la ministra de Trabajo Yolanda Díaz–, pero queda por definir si lo hará con acuerdo o sin él y en qué términos. Y, de momento, no se ha cerrado ni una cosa ni otra. La segunda y última reunión para llegar a un acuerdo sobre el incremento del SMI se ha cerrado sin consenso. El enquistamiento de las posturas a tres bandas ha hecho imposible que los representantes del Ministerio de Trabajo lograran su objetivo, por lo que parece harto difícil que el Gobierno obtenga una salida rubricada por todas las partes. Todo apunta a que Moncloa tendrá que decidir una medida de tanto calado de forma sumaria y unilateral por primera vez desde que tomaron las riendas del diálogo social.

Son muchos los puntos que separan las tres posturas, pero solo en dos de ellas las líneas rojas parecen insalvables: la cuantía final de la subida para lo que resta de año y la fecha de aplicación de la misma. En la primera, las divergencias son absolutas. Las patronales CEOE y Cepyme mantienen el mismo postulado desde el principio: «Ahora no toca subirlo porque no se dan las circunstancias económicas que lo permitan», explicaron a LA RAZÓN, fuentes de CEOE. «En ningún caso vamos a dar nuestra bendición a una subida que no tiene sustento económico en estos momentos».

Por su parte, los sindicatos CC OO y UGT tienen claro que la recuperación es un hecho y que «hay margen» para una subida inmediata. Buscan al menos que la aprobación de este incremento se vea como victoria simbólica de su lado, aunque no logren que la cuantía sea la que han venido reclamando: al menos 25 euros. El Gobierno quiere una solución intermedia, en torno a los 15 euros, una cantidad media respecto a la propuesta de los expertos a los que ha recurrido Moncloa –entre 12 y 19 euros para este años– y aceptable para la patronal porque no dispara en exceso sus costes sociales. Pero no ha logrado convencer a nadie.

El distanciamiento entre las partes es total, que ayer dieron por rotas las negociaciones, aunque mantendrán a partir de ahora la puerta abierta al diálogo «de manera informal», ya que desde Trabajo no se baraja convocar una tercera reunión de esta mesa de negociación, al menos hasta que se les asegure un acercamiento real que propicie una salida pactada. Por tanto, el Gobierno ha abierto el periodo de consultas al que obliga la ley antes de tomar una decisión final sobre la subida del SMI.

«La reunión ha acabado casi como ha empezado», sin que ninguna de las partes se haya movido de sus planteamientos, incluido el Ministerio. Así se manifestaron fuentes de UGT, que se mantienen en su postura de que la subida sea de al menos 25 euros este año. «No hemos avanzado, todos se han mantenido en su terreno. Incluso el Ministerio no ha planteado margen para la negociación», ya que se ha mantenido en la recomendación del informe de los expertos que defienden la citada subida entre 12 y 19 euros este año.

CC OO no comparte que no se hayan visto avances y augura que en los próximos días puede haber «un acercamiento de posturas que puede concretarse los próximo días en reuniones informales, al margen de la mesa. Tenemos que dar una oportunidad a un acuerdo en el que estén Gobierno, patronal y sindicatos. Otra solución sería un fracaso». Para este sindicato, el objetivo «sigue siendo el mismo, llegar al 60% del salario medio en 2023», algo en lo que coincide con UGT y con el Ejecutivo, no así con los empresarios, que advierten que «no se pueden poner fechas mientras los efectos nocivos de la pandemia sigan afectado a la economía y al tejido productivo».

Desde la CEOE expresan que «mantienen abiertas todas las líneas de diálogo sobre todos los aspectos que rodean a la subida del salario mínimo y en todos los escenarios propuestos por el comité de expertos del Gobierno», pero aseguran que todavía existe «una distancia insalvable» que propicie una solución. Se mantienen en su idea de que «ahora no toca» mientras «la situación económica no remonte y se coloque al menos en niveles de 2019».

La preocupación ahora de Gobierno y sindicatos es que la subida se tenga que hacer de manera unilateral y sin el apoyo de los empresarios, aunque tienen claro que lo harán si fuera necesario. La secretaria de Acción Sindical de CC OO, Mari Cruz Vicente, declaró a los medios tras la reunión que «vamos a darnos un poco más de tiempo» para buscar el acuerdo de todas las partes. La representante sindical cree que una subida sin el acuerdo con la patronal sería contraproducente. «Vamos a seguir hablando de manera informal» para que «podamos ponernos de acuerdo a la mayor brevedad posible y cerrar un acuerdo de todas las partes». Vicente quiso destacar que las patronales «deben ser parte del pacto porque eso va a facilitar a posteriori la implantación del propio salario mínimo con menos problemas».

La segunda de las cuestiones que mantiene la negociación atascada es la fecha de implantación de la subida. Los sindicatos han asegurado que el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez-Rey, les ha confirmado que la subida del SMI de este año se aplicará desde el 1 de septiembre. Sin embargo, la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, afirmó ayer mismo que la intención del Ejecutivo es que sea efectiva durante el próximo trimestre, a partir de octubre. Es el enésimo choque de trenes más entre Calviño y Díaz, que vuelven a cruzar sables a cuenta del SMI. A las reticencias de la titular de Economía, superada por la buena marcha del empleo y las cifras económicas durante el verano, se suma ahora cuándo se aplicará dicha subida, si en septiembre o octubre. Calviño ya ha dicho públicamente que será solo para el último trimestre, pero Díaz insiste en que será desde este mismo mes, aunque sin carácter retroactivo. De momento, hoy no irá al Consejo de Ministros, aunque han prometido que lo hará este mes.