Raül Blanco
«El sector industrial tiene que recuperar su autonomía estratégica»
El secretario general de Industria y Pyme, Raül Blanco, confía en que los fondos Next Generation sirvan de palanca para lograr un sector industrial más fuerte y competitivo
–¿Cómo ha afectado la pandemia al sector industrial?
– Se ha visto afectado por el parón de la actividad, pero a medida que se han ido recuperando los mercados, ha sido el sector que más rápido se ha repuesto y ha demostrado una capacidad de mantener su competitividad más clara que otros sectores. La pandemia ha hecho que algunas reformas estructurales que estaban pendientes como la transición ecológica o la digitalización se hayan acelerado.
–El peso del sector industrial sobre el PIB es en estos momentos del 14,7%, ¿se conseguirá el objetivo de llegar hasta 20% del PIB?
–Este objetivo hay que tenerlo de referencia, porque la industria es cada vez más compleja. Estamos ante un sector cada vez más digitalizado y por tanto algunas de sus actividades no computan estadísticamente dentro de lo que es el epígrafe de industria, sin embargo están ahí y están creciendo. Tenemos que lograr un sector industrial fuerte y competitivo, con autonomía estratégica tanto a nivel nacional como europeo y para conseguirlo los fondos Next Generation serán una buena palanca.
–¿Qué sectores han resistido mejor a la pandemia?
–El agroalimentario ha resistido muy bien, porque es un sector más contracíclico, lo que le ha permitido tener mucha estabilidad. Las máquinas de herramientas han mantenido su ritmo de exportaciones y el sector químico también ha tenido un buen comportamiento. La industria aeronáutica, tendrá una recuperación más lenta. Pero en conjunto, el sector industrial está en cifras récord de exportaciones. Hasta julio crecieron un 21,7% superando en algunos casos a 2019. Significa que los mercados siguen funcionando.
–¿Qué oportunidades suponen para el sector industrial los fondos europeos Next Generation?
–Por primera vez España tendrá una política industrial muy orientada a los objetivos de estrategia industrial europea. Permitirán acelerar la transición ecológica y la digitalización y saldrán adelante proyectos como el vehículo eléctrico, lo que nos garantizará que en 2030 y 2040, independientemente de la tecnología que haya en esos momentos, sigamos siendo el segundo productor de automóviles de Europa.
–¿Qué parte de los fondos europeos irán destinados a la industria?
–De los 70.000 millones de euros que espera recibir España, al capítulo dedicado a la modernización y digitalización del ecosistema empresarial se destinarán 16.000 millones de euros, el 23%. Dentro de esa palanca, en torno a 3.782 millones de euros irán a parar íntegramente a industria. Son cifras muy relevantes a las que se sumarán otros recursos contemplados en los presupuestos de 2022. Por tanto, tendremos líneas de financiación disponibles para llevar a cabo los grandes proyectos de transformación, como nunca antes se había hecho en el sector de la automoción con el vehículo eléctrico y conectado, en el sector agroalimentario, en el sector salud avanzada o el sector aeronáutico.
–¿Para cuándo se esperan estas ayudas?
–Algunas ya están en marcha. En agosto hubo dos convocatorias, una para la industria 4.0 y otra de innovación y sostenibilidad industrial dotadas cada una con 95 millones de euros. Son líneas para proyectos individuales a nivel industrial que se van a repetir en 2022 y 2023, a los que se añadirán otros 140 millones de euros más. En los próximos días se publicarán en el BOE las nuevas líneas de política de «clústers» de apoyo a los proyectos industriales de pymes que, tradicionalmente tenían una dotación de 8 millones de euros, y que ampliamos a 20 millones de euros. Por tanto, contaremos con 28 millones de euros para gastar en 2021, con 58 millones de euros en 2022, y en 2023 con otros 48 millones de euros más. Por último, están los PERTE (proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica).
–Muchos sectores tienen miedo de que no se les escuche en el reparto de los fondos europeos, ¿se está hablando con todos para que no quede nadie atrás?
–Se está escuchando a todos. Las ayudas están llegando y se van a incrementar en 2022 y 2023. Recomendamos que las empresas prioricen sus proyectos, se informen de las ayudas a través de la web del Ministerio de Industria.
–Dentro de los grandes ejes de recuperación de los fondos europeos está la transformación digital de las pymes, ¿Se ha avanzado algo?
–En junio ya pusimos en marcha la línea 4.0 de activa financiación con 95 millones de euros, en 2022 y 2023 la partida será de 140 millones de euros cada uno de los años. Además la Secretaría de Estado de Digitalización sacará su programa «digital tolkit» de digitalización de pymes (entorno a 3.500 millones de euros para los próximos tres años) a través de red.es con el propósito de llegar a un millón de pymes.
– El sector de la automoción ha sido uno de los más castigados por la pandemia y se espera que 14.000 millones de euros de los fondos europeos vayan a ese sector. ¿Cómo se van a articular esas ayudas?
–A través de una convocatoria pública de concurrencia competitiva que es el PERTE del vehículo eléctrico que esperemos que esté disponible a final de año y que tiene por objetivo potenciar la cadena de valor del vehículo eléctrico, baterías, fabricación de vehículos y de componentes. Tendrá una dotación de 3.000 millones de euros.
–Respecto al resto de los PERTE, ¿en qué van a consistir?
–El agroalimentario se va a centrar sobre todo en aspectos como la trazabilidad alimentaria y la economía circular. En el sector aeronáutico los proyectos girarán en torno al avión cero emisiones. En cuanto a salud, el objetivo es alcanzar una soberanía industrial en medicamentos y vacunas que en Europa se había perdido.
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