Pobreza energética

Aumenta el número de familias españolas que no pueden mantener su hogar caliente en invierno

El 10,9% de la población no pudo costear una calefacción adecuada en 2020, frente al 7,5% de 2019. La cifra registrada el año pasado se acerca peligrosamente al máximo histórico, el 11,1% que se dio en 2014

Una manera de ahorrar es cerrar los radiadores de las habitaciones que no se usen y cerrar la puerta para que no entre el calor de las demás estancias
Una manera de ahorrar es cerrar los radiadores de las habitaciones que no se usen y cerrar la puerta para que no entre el calor de las demás estanciasDreamstimeLa Razón

2020, el año de la pandemia, se cebó con los más vulnerables y disparó las tasas de pobreza, incluida las de pobreza energética. La crisis económica y el fracaso del escudo social pusieron a las familias con menos recursos en una encrucijada: tener que elegir entre comer y pagar el alquiler, o pasar frío en invierno y calor en verano para reducir su gasto en suministro al mínimo. Mientras que en 2019, el 7,5% de los españoles no podía en 2019 permitirse el coste de una calefacción adecuadaen su hogar, superando la media europea (6,9%), en 2020 esta tasa subió 3,4 puntos porcentuales en España, hasta el 10,9%, frente al 8,2% de media en Europa, según los últimos datos publicados por Eurostat. La cifra registrada el año pasado se acerca peligrosamente al 11,1% que se dio en 2014, el mayor porcentaje registrado para España en esta encuesta, que comenzó a publicarse en 2003.

Los ingresos son determinantes. Si se tiene en cuenta la renta disponible de los hogares, en aquellos en los que los ingresos están por debajo del 60% de la media nacional el porcentaje de españoles que pasan frío en casa se eleva hasta el 22,3%, mientras que en los que se encuentran por encima de ese umbral el dato cae hasta el 7,9%. En el primer caso supone 2,7 puntos porcentuales más que en 2019 y en el segundo se trata de un aumento de 3,5 puntos.

Los preocupantes datos de 2020 podrían verse empeorados por la publicación de los de 2021, año aún marcado por la pandemia y por los precios récord de la electricidad, que registra máximos históricos en el mercado mayorista, como en el caso de España, que cerró octubre con una cotización media de 200 euros el megavatio hora (MWh), el registro más alto hasta el momento.

Según el informe “Sociedad expulsada y derecho a ingresos” elaborado por Cáritas y la Fundación Foessa, en 2021, año y medio después del estallido de la pandemia, son ya 11 millones las personas que se encuentran en situación de exclusión social en España, 2,5 millones más respecto a su anterior encuesta de 2018. Otra de las alertas del informe es que, por primera vez desde 2007 las personas en exclusión severa superan los 6 millones de personas, convirtiéndose en uno de los grandes damnificados por la Covid-19, con un incremento de casi 2 millones de personas respecto del año 2018.

Preguntada por la pobreza energética y sobre las ayudas directas para los consumidores vulnerables que se otorgan en otros países de la Unión Europea, la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, recordó este lunes que el Gobierno aprobó a finales de octubre el incremento de la cuantía mínima del bono social térmico, un cheque que, según los cálculos del Ejecutivo, rondará los 90 euros de media por consumidor vulnerable beneficiario.

En el ámbito europeo, los ciudadanos que más problemas tienen para mantener caliente su hogar son los búlgaros, dado que más un cuarto de su población (27,5%) afirma no poder hacerlo. Les siguen los lituanos (23,1%) y los chipriotas (20,9%). Por contra, entre los países de los que hay información y en los que esta situación afecta a un menor porcentaje de su población se encuentran Suiza (0,3%), Noruega (0,8%) y Austria (1,5%).

Un 2022 con precios más altos

Si 2021 ya ha creado el caldo de cultivo perfecto para unos precios de la luz récord, los expertos esperan que en 2022 se mantengan o incluso aumenten, entre otros factores, por el encarecimiento del gas. De hecho, la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España, Teresa Ribera, señaló la semana pasada que “no es descartable” que todavía se registren precios altos del gas en los mercados internacionales en los próximos meses, “hasta bien entrado 2022″, y que esto, por tanto, siga teniendo su correspondiente “afección” en la factura de la luz en España.

El cierre del gasoducto Magreb-Europa, principal vía de abastecimiento de gas de España, será uno de los factores que influyan en los precios. Para garantizar el suministro, el otro principal gasoducto que abastece a España, el Medgaz, ampliará su capacidad a finales de año y pasará de 8.000 millones de metros cúbicos a 10.000 millones. El resto del gas necesario para abastecer la demanda se transportará a través de buques metaneros, que llevan el gas licuado y que tiene que ser regasificado. Estos barcos son “muy costosos” y en la coyuntura actual muchos países “se están rifando” sus servicios, apunta el profesor del área de Empresa de la Universidad Europea de Valencia y experto en suministro energético Roberto Gómez-Calvet, motivo que hace prever un aumento de los precios del gas en los próximos meses, aunque considera que en el medio plazo los precios deberían estabilizarse.