Congelada

El PNV retira su propuesta parlamentaria para romper la denominación de origen de Rioja pero no renuncia a ella

Asegura que ha logrado un compromiso de Agricultura para debatir de forma “serena” la cuestión

El PNV tira de momento la toalla en su intención de partir la Denominación de Origen Calificada (DOC) Rioja. El portavoz de la formación nacionalista, Aitor Esteban, ha anunciado esta tarde que ha decidido retirar la proposición no de ley sobre las denominaciones de origen que se iba a debatir en el próximo Pleno del Congreso después de que el ministro de Agricultura, Luis Planas, se haya comprometido a abrir un debate “sereno” sobre esta cuestión. La iniciativa retirada permitía subdividir la denominación de Rioja para que el País Vasco gestionara y controlara el negocio vinícola alavés, aunque siempre bajo el paraguas de la marca Rioja, muy reconocida en todo el mundo y por ello con gran valía económica. El movimiento de los nacionalistas se ha producido después de que desde el PSOE se filtrase su voto en contra a la propuesta en la sesión del próximo martes -después de que la propia presidente riojana, haya intercedido para presionar en este sentido-, rechazo que ya habían confirmado tanto el PP como Ciudadanos.

En rueda de prensa desde la Cámara Baja, Esteban ha querido dejar claro que con su iniciativa los nacionalistas vascos no buscaban romper las denominaciones de origen sino mejorar su especificidad, pero ha lamentado la reacción “absolutamente exagerada” del PP con su propuesta. Así las cosas, el PNV ha procedido a retirar su proposición de ley, pero no renuncia a lograr su objetivo de crear una minidenominación bajo su control. Según Esteban, el ministro Planas se ha comprometido a impulsar un diálogo entre las instituciones y los implicados en el Consejo Regulador de la Denominación de Origen en un clima “sereno” y “sensato”, fuera del ambiente “tóxico”, según Esteban, del debate del Congreso.

Un debate en el seno de la denominación es precisamente lo que quiere el sector. “Sólo pedimos que nos dejen tomar las decisiones sobre la marca, de la que somos propietarios. No queremos injerencias políticas, porque sus intereses no son los nuestros”, ha asegurado Íñigo Torres, secretario general de la Asociación Grupo Rioja, que engloba a un grupo de bodegas que suman el 78% de las ventas de la DOC Rioja. Torres asegura que nunca se han negado a debatir cualquier cuestión, pero que lo que piden es que se haga “en el interior de la casa” y que las decisiones “las tomemos nosotros”. A este respecto, asegura que la cuestión de la minidenominación vasca ya ha sido rechazada cuando ha sido planteada en el seno de Rioja. Pero tampoco le cabe duda que el PNV “volverá a intentarlo por otra vía”. Y más, añade, si Agricultura le ha abierto la puerta.

División y desastre económico

La proposición de ley retirada hoy por el PNV permitía dividir, aunque sin romperlas, las denominaciones de origen que comparten varias comunidades autónomas. El fondo del asunto es sencillo. Lo que perseguía era dar soporte legal para crear una denominación de origen propia con sede en el País Vasco que gestione y controle el sector del vino alavés de forma independiente y adopte algunas de las decisiones más importantes como la calificación de la cosecha, fijar los límites máximos de producción o proponer sanciones; aunque, formalmente, permanezca bajo el paraguas de la Denominación de Origen Calificada (DOC) Rioja. Así, controlarían el sector pero podrían, al mismo tiempo, seguir utilizando el término “Rioja”, una marca con casi cien años de antigüedad y de incalculable valor económico cuyos beneficios no quiere perder el PNV.

El problema es que la mayoría del sector considera que, si hubiera prosperado, gran parte de ese beneficio económico que aporta ahora la marca Rioja se iría por el desagüe. Desde la DOC Rioja consideran que este organismo debe tener la atribución exclusiva de la gestión del sector “con el fin de garantizar la calidad de los vinos amparados, la leal competencia entre todos los inscritos y los intereses de los consumidores”. El temor en el sector era que si surgían dos denominaciones de origen con el sello Rioja, se rompería la marca y se confundiría a los consumidores con dos productos que seguramente serían diferentes al regirse por diferentes reglamentaciones. Ahora, explican, la DOC Rioja otorga una garantía de calidad y origen para cada una de las tres zonas que componen la Denominación, Rioja Alavesa, Rioja Alta y Rioja Oriental, así como para sus 144 municipios y algunos Viñedos Singulares. “Si compras una etiqueta de Rioja, sabes lo que compras porque hay una trazabilidad, una exigencia para evitar el fraude. Pero si partes la marca, ya no lo sabes”, lo que afectaría a su prestigio y, por añadidura, al negocio, remachan desde la DOC Ribera. Y eso, a la postre, dañaría a un sector que da trabajo a 15.000 personas y del que depende el 20% del PIB de las tres zonas que componen la denominación.