Demasiados fascistas

Algunos de los voceros del socio-comunismo gobernante acuden al estribillo fácil de “son fascistas” para señalar a quienes agitan las calles contra la carestía de la vida, la subida de precios, la inflación rampante y una legislación que, en el caso de los policías, atenta contra la autoprotección más elemental de quienes tienen que velar por la seguridad de todos. En vez de reflexionar y analizar el motivo por el cuál agricultores, ganaderos, camioneros, transportistas, trabajadores del metal y hasta los peluqueros, han decidido dejar de lado sus actividades para convocar huelgas o manifestaciones, los ministros se dedican a señalar a PP y VOX como responsables de la agitación, olvidando que el problema real de la gente es que no gana suficiente para vivir, alimentar a la familia y educar a los hijos. Razón de más para pedir que frenen la escalada de luz, pues de lo contrario no podrán mantener sus negocios. La luz y el gas y los combustibles y las materias primas. Los agricultores lo dicen claro: los piensos les han subido un 33 por ciento, las semillas un 20, los abonos un 48, el agua un 33, los plásticos un 46, el gasóleo un 73 y la electricidad el 270 por 100. Frente a ello, sus ingresos se han derrumbado y cada vez tienen que pagar más y nuevos impuestos.

Los cerebros de este gobierno piensan que la economía se arregla a base de pagarle más tasas al Estado, cuando la realidad es que esa política sólo sirve para agravar la crisis. Y si protestas, eres un auténtico fascista.