Recuperación
Los economistas también ponen freno al optimismo del Gobierno y recortan sus previsiones de crecimiento para España
Las rebajan del 5% al 4,7% para 2021 y del 6% al 5,6% para el 2022. Revisan al alza en dos décimas la previsión de la tasa de paro hasta el 14,7% y advierten de los riesgos que corre la campaña de Navidad por la variante sudafricana
La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, sigue defendiendo los datos de recuperación económica recogidos en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2022, a pesar de que diferentes organismos (FMI, OCDE, Comisión Europea y Banco de España, entre otros) hayan tumbado sus optimistas perspectivas de recuperación económica. El último en hacerlo ha sido el Observatorio Financiero del Consejo General de Economistas, que ha rebajado su previsión de crecimiento para la economía española del 5% al 4,7% en 2021 y del 6% al 5,6% en 2022, y ha revisado al alza en dos décimas la previsión de la tasa de paro hasta el 14,7%. Los economistas ajustas sus predicciones y dan un nuevo varapalo a las del Gobierno tras advertir de que el crecimiento del cuarto trimestre se va a ralentizar por la tendencia alcista de la inflación y las incertidumbres a las que se enfrenta la economía mundial, en general, y la española, en particular.
El Ejecutivo basa sus buenas perspectivas para 2022 en las previsiones de crecimiento realizadas en abril de un 6,5% del PIB en 2021 y del 7% en 2022, un aumento del empleo del 2,7% y una reducción de la tasa de paro hasta el 14,1% para el próximo año. Además, según las estimaciones de Calviño, se prevé que en 2022 se reduzca el déficit público al 5% del PIB, 3,4 puntos por debajo de la estimación para el 2021 (8,4% del PIB). Y en cuanto a la deuda pública, se reducirá del 119,5% del PIB en 2021 al 115,1% en 2022. No obstante, “La preocupación por la Covid-19,unido a la presión inflacionista y los problemas de la cadena de suministro, lastran el crecimiento”, han advertido los economistas en su último Observatorio Financiero publicado este martes en el que han recortado sus previsiones de crecimiento para España.
En cuanto al incremento de la inflación, que se estima estará en torno al 2% a final de año en el caso de la subyacente, los economistas consideran que su crecimiento es “preocupante”, dado que se puede producir una espiral alcista de salarios-precios, además del “efecto acaparación” de los consumidores que se puede estar produciendo ante la previsión de que los precios sigan subiendo o por efecto de la situación sanitaria. El alza de la inflación (ocasionada por los precios de la luz, los carburantes y los alimentos por la crisis de la cadena de suministros) desencadena un preocupante efecto dominó: con el aumento de la inflación, se disparan los costes sociales, las pensiones, se incrementan (al estar ligadas al IPC), la economía pierde competitividad, se producen cierres de empresas, aumentan las familias vulnerables, desciende el consumo, por lo tanto, los ingresos fiscales indirectos se hunden y las cuentas del Gobierno para 2022 se descuadrarían por completo.
En cuanto a las exportaciones, los economistas señalan que, de momento, están teniendo un buen comportamiento. Han crecido el 22,1% hasta septiembre y superan los valores anteriores a la pandemia. No obstante, los economistas han alertado de que pueden verse afectadas por el nuevo rebrote de Covid, fundamentalmente en Europa, que es el principal mercado para España. En este sentido, han apuntado que aunque los precios de la energía pueden remitir (el petróleo ya lo hace), la apreciación del dólar respecto al euro se encarga de diluir sus efectos, a la vez que encarece las exportaciones españolas fuera de la zona euro.
La campaña navideña y la recuperación del empleo en riesgo por la cepa ómicron
De su lado, el Consejo de Economistas ha apuntado que las medidas que se están adoptando a nivel europeo para frenar la propagación del virus debido a la nueva cepa sudafricana (también conocida como ómicron) se basan en la limitación de movimientos y restricciones en el sector del ocio. Esto tiene un efecto directo en el sector turístico, como pone de manifiesto el hecho de que ya se estén produciendo cancelaciones de reservas, así como en el comercio y, por ende, en el sector servicios. “Esto puede lastrar la campaña navideña con su correlativo efecto en el empleo”, han avisado.
De hecho, el miedo que ha despertado en los mercados la nueva variante del coronavirus detectado en Sudáfrica, llevó el pánico a los parqués del mundo, con una desplome generalizado de los valores en todas las bolsas mundiales, incluido el Ibex 35, que cerró la jornada del pasado viernes con una caída del 4,96%, la mayor bajada desde junio de 2020. El selectivo acabó la sesión en los 8.402,7 puntos después de abrir la jornada en los 8.592,3 puntos y desplomarse hasta los 8.386,9. De este modo, el Ibex vuelve a situarse en torno a los 8.400 puntos por primera vez desde el pasado 22 de julio. Hoteles, aerolíneas, mayoristas de viajes y bancos fueron los activos más afectados.
Esta ralentización puede influir negativamente en el empleo y, por tanto, incrementar las cifras de paro, a pesar del buen comportamiento que ha tenido a lo largo del año. Por ello, el Consejo General de Economistas ha aumentado en dos décimas su previsión de la tasa de paro hasta el 14,7% a final de este año y al 14,2% en 2022. La primera tasa es más optimista que la predicción recogida por el Ejecutivo en los PGE de 2022 (15,2% de paro en 2021), y una décima más negativa para el año que viene (14,1% estimado por el Gobierno).
En cuanto a la deuda pública en España, el dato se situó en el tercer trimestre de 2021 en 1.432.301 millones (122,8%), cifra más moderada que en el primer y segundo trimestre del año. No obstante, por la contracción del crecimiento, los economistas prevén que se sitúe en torno al 122% a finales de año (frente al 119,5% estimado por el Gobierno), mientras que esperan que el déficit público finalice el año entre el 8% y 9%, acorde con las previsiones del Gobierno, que en 2021 lo sitúan en un 8,4% del PIB.
Ante esta situación, los economistas valoran que el Gobierno esté abogando por aprobar nuevas medidas, como la extensión hasta el 31 de julio de 2022 de la línea de avales del ICO para autónomos y empresas, y la moratoria concursal, así como otras nuevas medidas que tiene previsto sacar adelante.
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