Un genio imperfecto

Creó el papel moneda en Europa, dio lugar al primer banco central y... acabó sentenciado a muerte

Johan Palmstruch fue un visionario del negocio bancario. Modernizó las finanzas de Suecia, pero cometió un error que truncó por completo su carrera

El rey Carlos X Gustavo de Suecia -coronado en esta imagen- encargó a Johan Palmstruch modernizar las finanzas del país
El rey Carlos X Gustavo de Suecia -coronado en esta imagen- encargó a Johan Palmstruch modernizar las finanzas del paísGerman School (19th Century)

A los pioneros suele acompañarles tanto la gloria como la calamidad. Fue el caso del letón Johan Palmstruch (1611-1671). Este hijo de un mercader de Amsterdam se instaló de joven en Estocolmo (Suecia) y acabó logrando el del rey Carlos X Gustavo al quedar impresionado por sus conocimientos financieros.

Nos situamos en 1656. Ese año el rey sueco delega en Palmstruch la modernización de las finanzas de su país, que en ese momento se basaban en el intercambio de unos enormes lingotes de cobre llamados dáleros.

Palmstruch recibió la autorización de Carlos X Gustavo para fundar el Banco de Estocolmo (1657), cuyas cajas fuertes utilizaría para custodiar aquellas losas metálicas. El negocio era simple: el banco guardaba la pesada moneda y entregaba el depositante un billete como recibo. A su vez, claro, el banco obtenía una comisión. En realidad, no una, sino decenas y decenas, puesto que el servicio obtuvo un enorme éxito.

De la comisión a los intereses

Pero había más negocio por hacer. Aquellas placas de cobre permanecían inactivas durante largo tiempo en las cámaras del Banco de Estocolmo y Palmstruch tuvo una idea audaz: prestarlas a empresas, nobles e incluso a la propia Corona con el propósito de proporcionar fondos a cambio de intereses. Más éxito para el Banco de Estocolmo.

El negocio bancario fue enormemente lucrativo durante algunos años hasta que su buena marcha descarriló a la muerte de Carlos X Gustavo.

Fallecido el monarca (1660), el consejo de gobierno de Suecia decidió acuñar nueva moneda: nuevas placas de cobre con una diferencia crucial: eran menos valiosas que las antiguas.

Debido a ello, los depositantes de Estolcolmo acudieron al banco a retirar sus viejos dáleros. Y, claro, había un problema fatal: no había suficientes lingotes, puesto que Palmstruch había dedicado buena parte de ellos al préstamo. Pero el banquero tenía una solución para salir del apuro: desvincular la emisión de los billetes-recibos de las placas de cobre y situar al Banco de Estocolmo como garante.

El nacimiento de los billetes en los bancos

Así es como nacieron los llamados “kreditivsedla”, los primeros billetes en bancos europeos, que serían intercambiables en cualquier tiempo por los metales valiosos.

Fueron muy exitosos, pero el banco comenzó a prestar más de lo que podía pagar e imprimió demasiados billetes sin la garantía necesaria, llevando al colapso del banco.

Y aquí se desencadenó la calamidad para Palmtruch después de haber puesto en circulación más billetes de los que el Banco de Estocolmo podía avalar. La crisis generada obligó a cerrar al Banco de Estocolmo en 1667 y el banquero letón fue sentenciado a muerte.

La creación del Riksbank

Por fortuna para él, las autoridades suecas cambiaron su pena a muerte por varios años de cárcel. El trabajo de Palmtruch, no obstante, no fue en balde. El Parlamento sueco asumió la necesidad de disponer de un banco nacional en la línea de la misión que, de alguna manera, había cumplido el Banco de Estocolmo.

Así que al cabo de pocos meses nació el Riksbank (1668), el primer banco central de la historia encargado en exclusividad de emitir billetes y precursor del Banco de Inglaterra (1694), que sirvió para moldear al resto de entidades nacionales de estas características.

Palmtruch pudo salir de la cárcel en 1670 para ver el funcionamiento del Riksbank, pero al cabo de solo unos meses murió el genio imperfecto.