Análisis

El Gobierno de PSOE-Podemos lleva a España a la cola de la OCDE

Nuestro país es el que peor comportamiento económico ha tenido los dos últimos años y el que más tarde se va a recuperar

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez,en la isla de La Palma
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez,en la isla de La PalmaMiguel CaleroAgencia EFE

El semanario inglés «The Economist» ha publicado un ranking que resulta devastador para nuestro país: la clasificación de aquellas economías de la OCDE que han mostrado un mejor o peor comportamiento entre finales de 2019 y el tercer trimestre de 2021.

El primer puesto de esta liga lo ocupa Dinamarca: un país cuyo PIB ha crecido un 2,1% a lo largo de ese periodo, cuyos ingresos familiares se han expandido un 3,4%, cuyo mercado bursátil se ha revalorizado un 57% y cuya inversión agregada ha crecido un 12%. ¿Y adivinan quién ocupa el último lugar de esta lista? ¿Quién ha sido el peor de los 23 países de la OCDE? Sí, para nuestra desgracia es España.

El PIB de nuestra economía se ha hundido alrededor de un 6% –el triple que el segundo peor país de la lista, Reino Unido, cuya actividad tan sólo se ha contraído un 2,1% durante este lapso de tiempo–, nuestros ingresos familiares también han caído un 6% y nuestro mercado bursátil y nuestra inversión agregada han retrocedido un 7%. Un auténtico desastre del que evidentemente nadie se ha responsabilizado.

Los habrá que pretendan echarle toda la culpa al turismo, algo que a buen seguro tendrá su porción de culpa, pero tampoco deberíamos engañarnos: Francia e Italia también dependen intensamente del turismo y, sin embargo, sus economías no han puntuado tan mal como la nuestra –ocupan el puesto 15– porque, en esencia, su PIB durante esos trimestres apenas ha caído un 1%. No, cuando el Gobierno de PSOE-Podemos nos repetía de manera propagandística eso de que «salimos más fuertes» era bien consciente de que nos estaba engañando.

El Gobierno actuó inicialmente muy tarde a la hora de prevenir la pandemia y luego, con la excepción de Madrid, fue cómplice a la hora de alargar excesivamente la desescalada. Incluso en estos momentos, en los que el propio Sánchez reconoce que ómicron no va a implicar más hospitalizaciones pero sí más contagios, el Gobierno ha vuelto a convalidar el nocivo cierre de la actividad en diversas autonomías, lastimando con ello las perspectivas de recuperación en la industria turística.

En algún momento algún miembro del Ejecutivo debería darnos alguna explicación de por qué somos los peores de la OCDE.