Medio millón de personas llevan cuatro años en el paro

España cerró 2021 con 3.105.905 desempleados y un descenso de 782.232 parados (-20,1%), la mayor caída anual del paro de toda la serie histórica comparable, iniciada en 1996. Sin embargo, esta recuperación del mercado laboral tras el estallido de la pandemia ha dejado en la estacada a los parados de larga duración, que siguen perpetuándose en el tiempo, agotando sus prestaciones públicas y derivando en situaciones de mayor vulnerabilidad. En concreto, durante el tercer trimestre de 2021 —que registró un total de 3.416.700 parados, según la EPA—, casi la mitad (48%) de los desempleados, unas 1.638.600 personas, llevaban más de un año en paro, el periodo a partir del cual se considera desempleo de larga duración. Además, el 27,5% eran parados de muy larga duración (más de dos años en búsqueda activa de empleo), lo que equivale a 940.400 personas y el 14,1% eran parados que llevaban más de cuatro años en desempleo (482.400 personas).

Es decir, medio millón de personas llevan más de cuatro años sin trabajo. Estas últimas cifras recogidas por Asempleo, la patronal de empresas de trabajo temporal, ponen de relieve que “si bien es cierto que hasta el impacto de la covid-19 la proporción de parados de larga duración estaba disminuyendo, con el estallido de la crisis y el consiguiente empeoramiento del mercado de trabajo, este indicador ha aumentado. No obstante, el tercer trimestre de 2021 es el primer trimestre que la tasa de paro de larga duración disminuye”, señala la patronal. Las cifras de parados de larga duración se multiplicaron por ocho desde el inicio de la crisis de 2008 y llegaron a alcanzar los3,5 millones de personas en 2013. A mediados de 2014 comenzó el descenso de estas tasas, hasta que en marzo de 2020 —el inicio de la crisis de la covid en España— se recuperó la tendencia alcista de crisis pasadas.

Asempleo aseguró este lunes que las últimas cifras sobre paro de larga duración en España son “preocupantes” y, por ello, reclama políticas de empleo que “reenganchen” a estos trabajadores al mercado laboral. En su último informe sobre la situación del empleo en España, Asempleo afirma que esas políticas tienen que ir dirigidas a los colectivos más afectados por esa estancia prolongada en el paro: los mayores de 45 años y las mujeres. En este sentido, del medio millón de parados de muy larga duración (más de 4 años en desempleo) registrado durante el tercer trimestre de 2021, uno de cada tres tiene más de 55 años (102.200 parados), y de ellos el 60% son mujeres. Asimismo, se observa el mismo patrón entre los parados de muy larga duración con edades comprendidas entre los 45 y los 55 años (33% de los parados de muy larga duración), ya que el 69% de estos, son mujeres.

De los parados de muy larga duración de España entre julio y septiembre, Asempleo llama la atención sobre la incidencia de paro de muy larga duración (más de 4 años en desempleo) en regiones como País Vasco y Murcia que, si bien la cifra de parados no es de las más elevadas de España, sí cuentan con un 22,2% y un 18,3% de parados de muy larga duración sobre el total de parados en sus respectivos mercados laborales.

Las graves consecuencias del paro de larga duración

Las consecuencias del paro de larga duración sobre el individuo que lo sufre son especialmente graves, ya que esta condición es “la puerta de entrada a la pobreza y la exclusión social, al aislamiento y al empeoramiento de la salud mental del parado”, explica Fundación BBVA. Desde el punto de vista económico, la repercusión es igualmente preocupante, “pues conduce a la obsolescencia del capital humano acumulado y a la pérdida creciente de competencias a medida que aumenta el tiempo en situación de desempleo. Este proceso dificulta la reincorporación al mercado de trabajo al acentuarse el desajuste entre las habilidades de los individuos en paro y las que demanda el mercado, entre otros motivos”.