Paro
El rebote del virus impulsa al empleo a niveles de 2008, pero con menos población activa y más empleo público
2021 cerró con 3,1 millones de parados, la mayor tasa de la UE. España tiene la mayor ocupación y la menor tasa de paro en 13 años, pero con el paro juvenil más alto de Europa
«Los datos de desempleo vuelven a corroborar que la recuperación justa avanza en España. Esta será la legislatura del empleo». Son palabras ayer del presidente Pedro Sánchez, que encabezó el tropel de manifestaciones de miembros del Gobierno celebrando los datos de la Encuesta de población Activa (EPA) de 2021, pero obviando las evidentes sombras de la estadística y jugando con algunas cartas marcadas. Según la EPA, el mercado laboral generó 840.700 puestos de trabajo durante el pasado año, un 4,3% más, la mayor creación de empleo registrada desde 2005 –aunque aquel fue el año de la célebre regularización extraordinaria– y una cifra que lleva al total de ocupados a rozar los 20,2 millones, el mayor nivel en trece años. Se refleja así el rebote del mercado laboral tras el estallido de la pandemia en 2020 –en el que se registraron los peores datos de paro y ocupación desde 2012–, aunque estas cifras se han cimentado con las reglas marcadas por la flexibilidad laboral que permite la actual legislación, que cambiará una vez se apruebe en el Congreso la nueva reforma firmada por el Gobierno y los agentes sociales.
Aún así, las cifras de empleo están sensiblemente por debajo de las recuperaciones de anteriores crisis. Por ejemplo, en el sector privado las cifras de empleo fueron en 2021 un 1,4% inferiores al promedio de 2019. En contraste, en el sector público hubo un 7% de ocupados más que en el año prepandemia. Además, el descenso del desempleo se ha debido en parte al sensible descenso de la población activa, que ha favorecido la reducción hasta el 13,33%, casi tres puntos inferior al de 2020 y su menor cifra desde 2008, hasta alcanzar 3.103.800 parados, 615.900 menos que en 2020.
La patronal CEOE recuerda también que «existe un notable desajuste entre la evolución del empleo en personas y en horas trabajadas, lo que deriva en una merma de la productividad por empleado». El número total de horas efectivas trabajadas aumentó un 7,3% entre octubre y diciembre respecto al trimestre anterior y un 2,4% en comparación con el mismo periodo de 2020. No obstante, en comparación con el periodo octubre-diciembre de 2019, el número de horas trabajadas fue un 3,8% inferior. Tampoco se deben perder de vista los malos datos de la tasa de paro juvenil, que aunque bajaron 9,4 puntos y 119.800 jóvenes menos en paro en 2021, todavía se mantiene por encima del 30%, la más alta de toda la UE. La tasa de paro de los menores de 25 años registrada al finalizar 2021 es superior a cuando no había pandemia (30,51%).
Los «ninis» –jóvenes entre 16 y 29 años que ni estudian ni trabajan– han caído a mínimos históricos, pero contabilizaron aún 982.900 personas, la peor marca de toda la UE junto a Italia. En contraposición, el año pasado se registraron un total de 886.700 «sisis» –que estudian y trabajan–, lo que supone 191.300 personas más que el ejercicio anterior. Por otra parte, un total de 563.700 hogares se mantienen con todos sus miembros en paro y no registraban ningún ingreso económico.
Asimismo, se ha roto la tendencia positiva de los trimestre anteriores en cuanto a la población activa. El número de inactivos se incrementó en el cuarto trimestre en 216.600 personas. No crecía tanto desde el segundo trimestre de 2020, cuando se disparó en más de un millón como consecuencia del estallido de la pandemia. Aunque computan como ocupados, todavía hay más de 100.000 trabajadores en ERTE y más de 100.000 autónomos en cese de actividad.
El desempleo bajó entre los parados de larga duración, que restaron 55.900 desempleados, pero los parados de más de 55 años siguieron sumando cifras negativas, aumentando en 23.400 personas. El colectivo que busca su primer empleo apenas se redujo en 4.000 desempleados (-1,2%).
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