Finanzas
El BCE dispara el euríbor y asusta a más de 4 millones de hipotecados
El índice marca su tasa diaria más alta desde julio de 2020. Pasa en pocos días del -0,42% al -0,31% tras insinuar Lagarde una próxima subida de los tipos de interés
Si en enero el euríbor ya mostraba los primeros indicios de repunte, en febrero queda confirmada la tendencia alcista ante una posible subida de tipos en 2022. El euríbor a 12 meses, el indicador más usado en España para calcular las cuotas de las hipotecas variables, ha subido con fuerza en las últimas sesiones y alcanzó este lunes su tasa diaria más alta desde julio de 2020, al situarse en el -0,31%. Después de que en el último año se haya mantenido estable en el entorno del -0,4% y el -0,5%, este indicador se ha disparado en la última semana a raíz de las declaraciones realizadas el pasado jueves por la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, quien dejó la puerta abierta a subir los tipos de interés este mismo año. Este cambio de opinión propiciado por la sorpresa al alza de la inflación de la zona euro en enero (5,1%), disparará también el coste de la mayoría de las hipotecas españolas.
El 78,4% de las hipotecas de la cartera española son a tipo variable, según una análisis realizado por Asociación Hipotecaria Española (AHE) en base a datos del primer semestre de 2021. Teniendo en cuenta que a junio de 2021 había un total 5,5 millones de préstamos vivos, 4,3 millones a tipo variable, que representan 400.000 millones de euros de saldo vivo hipotecario, podrían ver aumentados sus intereses junto al euríbor. Aunque este indicador se sitúa en terreno negativo desde hace seis años, este cambio de tendencia provocará una revisión anual al alza para miles de clientes que llevaban una larga temporada acostumbrados a pagar menos por sus préstamos.
«La situación ha cambiado», advirtió la presidenta del BCE el pasado jueves. Lagarde ha pasado de cerrar la puerta a una subida de tipos hasta 2023 o 2024 a mostrarse abierta a esta posibilidad en respuesta a la escalada de la inflación, que se mantendrá más alta durante más tiempo del esperado inicialmente. No obstante, este lunes insistió en que no lo hará antes de que haya finalizado su programa de compras de emergencia de deuda contra la pandemia (PEPP), que terminará a finales de marzo de 2022, pero durante los seis meses siguientes elevará las compras de su programa estándar de compra de activos (APP). En concreto, el ritmo de compra neta mensual del BCE será 40.000 millones de euros en el segundo trimestre y hasta los 30.000 millones mensuales en el tercer trimestre. A partir de octubre de 2022, el Consejo de Gobierno mantendrá las compras netas de activos en el marco del APP a un ritmo mensual de 20.000 millones de euros «durante el tiempo que sea necesario», tal y como anunció el pasado diciembre. Esta retirada progresiva de los estímulos va en la línea con las decisiones adoptadas por otros grandes reguladores centrales como la Reserva Federal de EE UU (Fed), que, según auguró el consejero delegado de JPMorgan Chase, Jamie Dimon, podría aumentar los tipos hasta siete veces en 2022 para combatir el repunte de la inflación, que aumentó un 7% en diciembre en tasa interanual, su mayor nivel desde el año 1982.
En cualquier caso, habrá que esperar a ese mes para cualquier cambio de postura del BCE ante la «preocupación unánime». En marzo, se conocerán las nuevas proyecciones de los expertos del BCE, lo que ayudará al Consejo de Gobierno a evaluar mejor el impacto de la inflación en los salarios y el mercado laboral, cuyas tasas han sido «sorprendentemente altas de diciembre y enero» para las perspectivas a medio plazo, destacó la presidenta del banco central de la zona euro.
De este modo, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo del pasado jueves, advirtió que si las presiones de los precios se traducen en aumentos salariales superiores a los previstos o si la economía vuelve más rápidamente a su plena capacidad, «la inflación podría resultar más alta». «El BCE desempeñará su papel y mostrará la determinación necesaria para garantizar la estabilidad de precios. Pueden estar seguros de que nuestro compromiso de cumplir con esto sigue siendo absolutamente inquebrantable», defendió Lagarde, quien evitó descartar explícitamente una subida de tipos en 2022.
Estas palabras no tardaron en impactar en el euríbor. El viernes el euríbor escaló hasta el -0,346 % (desde el -0,423 % del jueves), y este lunes 7 de febrero hasta el 0,31%, la tasa más alta desde el 28 de julio de 2020. De esta manera, el indicador se aleja de tu tasa diaria más baja de la historia, que fue el pasado 20 de diciembre de 2021, en el -0,518%. El euríbor cerró 2021 con una tasa mensual del -0,502%, muy cerca del mínimo histórico que alcanzó en enero de ese mismo ejercicio, en el -0,505%. En enero de este 2022, este índice subió hasta el -0,477%, y por el momento, la media provisional de febrero se sitúan en el -0,387%.
Los analistas ya adelantaban hace meses que la clave para ver la evolución del indicador sería el dato de inflación en la zona euro, ya que si se mantenía por encima del 2% durante varios meses, era posible que el BCE subiera los tipos de interés para contenerla, lo que provocaría una escalada del euríbor. No obstante, esperan que el indicador se mantenga por debajo del 0% durante los próximos años.
El alza de la inflación eleva la incertidumbre
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, afirmó ayer que existe un «elevado» nivel de incertidumbre respecto a la evolución de la inflación pero sigue manteniendo que, a medio plazo, se «moderará». Hernández de Cos aseguró que dado todo este escenario, es necesario mantener «la flexibilidad» para ajustar «el tono de la política monetaria» y, en este sentido, manifestó que el «ancla fundamental de la política monetaria» es el futuro de los tipos de interés.
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