Energía

El gas ruso sigue fluyendo a Europa a través de Ucrania a pesar de las sanciones

La empresa estatatal Grazprom asegura que continúa con los envíos en función de la demanda

Un trabajador de la estación rusa de gas Portovaya hablando por su móvil
Un trabajador de la estación rusa de gas Portovaya hablando por su móvilDmitry LovetskyAgencia AP

Mientras más de medio mundo, con la UE y EE UU a la cabeza, se afanan en estrechar el cerco económico sobre la Rusia de Vladimir Putin para doblegar sus finanzas y cortocircuitar la invasión de Ucrania, el gas ruso del que tanto dependen algunos países de la Europa central y oriental sigue fluyendo hacia el continente ajeno al conflicto. Eso asegura, al menos, la propia Rusia. Su compañía energética estatal Grazprom ha asegurado hoy que está enviando gas a Europa a través de Ucrania de acuerdo con las solicitudes de los clientes. Ayer, la demanda a través de esta ruta fue de 107,5 millones de metros cúbicos. Otro gasoducto ruso, la ruta Yamal-Europa a través de Bielorrusia y Polonia, volvió al modo inverso ayer por la mañana y continuó entregando gas a Polonia desde Alemania a niveles elevados, según muestran los datos del operador de red alemán Gascade citados por Reuters.

El suministro de gas de Rusia a países como Alemania parece, por ahora, que tendrá continuidad a pesar de las sanciones. Y es que la propia Comisión Europea ha optado, de momento, por dejar fuera las sanciones comerciales que pudieran poner en peligro el suministro energético o de materias primas, decisión que, por otra parte, sí adoptó de primeras Estados Unidos. Los territorios europeos no son tan autosuficientes y no pueden poner en peligro sus propias economías. «Cortar de repente supondría un enorme impacto en los Estados miembros, un precio demasiado alto que puede volverse contra nosotros», reconocieron fuentes comunitarias la semana pasada, que recordaron la diferencia entre las relación comercial de Washington y la de Bruselas: «Estados Unidos tiene una posición más ventajosa. Su relación comercial con Rusia no pasa de 8.000 millones y la nuestra de 80.000 millones». En términos globales, el ruso representa el 35% del gas importado por la Unión en su conjunto. La dependencia de Gazprom es sobresaliente en países como Finlandia (94%), Letonia (93%), Estonia (79%) y Bulgaria (77%). La situación no es mucho mejor en países de Europa central como Eslovaquia (70%), República Checa (66%) o Austria (64%).

Hoy mismo, y aunque el martes de la semana pasada el Gobierno germano ordenó el bloqueo de la certificación del gasoducto Nord Stream 2, ha trascendido que Europa no está sin embargo por la labor de hacer lo propio con el Nord Stream 1. E.ON, el operador de redes de energía más grande de Europa, ha rechazado las demandas de cerrar este gasoducto como parte de las sanciones contra Rusia por invadir Ucrania, según ha dicho la compañía al periódico “Rheinische Post”. Después de que el Gobierno alemán suspendiera el gasoducto Nord Stream 2, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, pidió el sábado cerrar Nord Stream 1, que ha transferido gas ruso a Alemania desde 2011. Nord Stream es una empresa conjunta de Gazprom, el productor de petróleo y gas de Alemania Wintershall DEA, PEG Infrastruktur E.ON, la holandesa Gasunie y la francesa Engie. E.ON, que tiene una participación del 15,5% en Nord Stream 1, ha asegurado que el proyecto era “completamente diferente de las discusiones en curso sobre la línea Nord Stream 2″. “Nord Stream 1 es un gasoducto de importación de gas autorizado y en pleno funcionamiento”, ha asegurado un portavoz de la compañía al periódico, que ha agregado que la capacidad de la línea se ha utilizado por completo en los últimos dos años.

Gasoducto Nord Stream 2
Gasoducto Nord Stream 2Teresa Gallardo

En caso de que Rusia decidiese cerrar el grifo del gas a Europa o de que Bruselas pusiera en el punto de mira este sector, Catar se perfila como la alternativa para el suministro de esta materia prima. El presidente de EEUU, Joe Biden, viajó a finales de enero a este país y otros de sus aliados en Oriente Medio, Asia y el norte de África para ayudar a la Unión Europea (UE) a aumentar sus reservas de gas natural ante la posibilidad de que Rusia corte el suministro de energía por la crisis en Ucrania. Biden también recibió en la Casa Blanca al emir catarí, Tamim bin Hamad al Zani, con quien habló sobre cómo garantizar la estabilidad de los suministros globales de energía.

Aunque los efectos de la invasión de Ucrania se están dejando notar económicamente en toda Europa, en lo que al gas natural se refiere, el Gobierno asegura que el impacto para España es relativamente moderado. La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha asegurado que la guerra supondrá un aumento de los precios de la energía aunque cree que España está menos expuesta que otros Estados a los impactos en el mercado energético y en las relaciones comerciales. La ministra ha asegurado que la crisis en Ucrania pone de manifiesto la necesidad de tener “autonomía estratégica”, aunque ha puntualizado que España no depende del gas ruso y tiene otras fuentes energéticas, como la solar. “Hace falta que Europa tenga una reserva estratégica común y un marco regulatorio que desacople esta evolución de los precios internacionales de la factura”, ha explicado a la Cadena Ser.

Impactado por la invasión, el precio del gas natural TTF para entrega en marzo en el mercado holandés sigue con su escalada y se ha disparado esta mañana un 26%, hasta situarse en los 115 euros por megavatio hora (MWh). El precio del gas natural ha comenzado la sesión de este lunes con una fuerte revalorización, después de cerrar el pasado viernes a la baja, a 91,5 euros MWh. Aunque a las 9.30 horas de hoy alcanza esos 115 euros MWh, a las 8 horas ha llegado a tocar un máximo diario en los 125 euros, según los datos de Bloomberg.