Día de la Mujer

Tener hijos penaliza más a las madres que a los padres: su tasa de empleo es 20 puntos inferior

El mercado laboral castiga a las mujeres que deciden ser madres con menos empleo y menor remuneración, al seguir asumiendo el rol de cuidadoras. En 2021, 337.300 trabajadoras tenían jornada parcial por cuidados, frente a 17.900 hombres

Una madre deja a su hijo en la puerta del colegio
Una madre deja a su hijo en la puerta del colegioJoaquin CorcheroEuropa Press

Tener hijos penaliza laboralmente a las mujeres, mientras que sus compañeros de trabajo que también son padres prácticamente no ven alterada su carrera profesional. Esta es una de las decepcionantes conclusiones a las que se llega un año más coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer. En concreto, la tasa de empleo de las madres con hijos menores de 12 años es del 69%, mientras que la tasa de los padres en la misma situación supera el 90%, una diferencia de más de 21 puntos porcentuales que evidencia la brecha de género en el empleo y en los cuidados familiares.

Los sesgos de género que hacen que ellas asuman el rol de cuidadoras siguen vigentes en la sociedad española. De esta manera, la tasa de empleo femenino se reduce en el caso de las madres en hasta 6 puntos con respecto a las mujeres sin hijos, mientras que la tasa de empleo de los padres aumenta en 4,8 puntos con respecto a los hombres que no tienen hijos, según datos facilitados por el Ministerio de Trabajo con motivo del 8-M.

El número de hijos también influye en esta brecha, ya que la diferencia en la tasa de actividad entre progenitores con un hijo es de 13,6 puntos, una cifra que aumenta a 19,8 puntos cuando se tienen dos hijos y hasta 29 con tres o más hijos, según datos de Eurostat de 2020 recogidos en el informe “La situación de las mujeres en el mercado de trabajo 2021″, elaborado por la vicepresidencia segunda.

Menos hijos de los que desearían por su situación laboral

Esta situación lleva a las mujeres a tener que elegir entre tener hijos o ascender en su carrera. Según el informe “The Child Penalty in Spain” del Banco de España, publicado en mayo de 2021, el mercado laboral castiga a las mujeres que deciden ser madres con un reducción del 11,4% de sus ingresos durante el primer año tras el nacimiento de sus hijos, una caída que llega al 33% al cabo de una década. En consecuencia, el 56% de las mujeres encuestadas por Ginefiv (clínicas de reproducción asistida del grupo GeneraLife) cree que tendrá menos hijos de los deseados debido a su situación profesional. Y es que, según la última Encuesta de Fecundidad publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), aproximadamente el 50% de las mujeres de más de 35 años que viven en España no tienen los hijos que desearían por falta de recursos económicos o dificultades en la conciliación laboral.

Condenadas a jornadas parciales y contratos temporales

La brecha salarial que separa a hombres y mujeres de la igualdad laboral tiene entre sus causantes la temporalidad, la parcialidad, el paro, el techo de cristal y los trabajos sesgados por género. Los datos de Trabajo inciden en que las mayores diferencias de salario medio se dan entre ocupaciones feminizadas de peor remuneración y puestos de trabajo muy masculinizados. En este aspecto, el Ministerio indica que las mujeres representan el 92% de los trabajadores ocupados en el sector de cuidados de personas y el 85% del personal dedicado a la limpieza.

La reducción de jornada es una opción para afrontar los cuidados familiares sin renunciar completamente a la vida laboral, un aspecto en el que también se evidencia la brecha de género, ya que el 76% de las jornadas parciales están ocupadas por mujeres, es decir, más de 2 millones de mujeres. Según datos del INE, en el último trimestre de 2021, el número de mujeres ocupadas a tiempo parcial por el cuidado de niños o de adultos enfermos, incapacitados o mayores era de 337.300 mientras que en los hombres fue de 17.900.

La temporalidad y la rotación en la contratación también ha afectado históricamente más a las mujeres, una situación que se ha agravado como efecto de la pandemia, habiéndose incrementado la tasa de temporalidad del empleo femenino un 27,8%.