Banca

Estas son las entidades financieras con más restricciones para los mayores

La banca digital ha provocado el cierre de miles de sucursales bancarias y la reducción de la atención presencial

Una persona mayor pasa frente a un cajero del Banco Santander
Una persona mayor pasa frente a un cajero del Banco SantanderGonzalo Pérez MataLa Razón

La revolución digital es una realidad que lleva ya años en marcha, pero que tras la pandemia, el proceso de transformación se aceleró vertiginosamente, sobre todo para las entidades bancarias españolas y sus clientes, los cuáles han dado un salto hacia la banca online.

El desarrollo de esta banca digital ha provocado el cierre de miles de sucursales bancarias, así como la reducción de la atención presencial, dejando a aquellos consumidores mayores desamparados, ya que estas personas se encuentran con una falta de habilidades digitales, así como el miedo a cometer errores o al fraude online, haciendo que se vuelva indispensable contar con la ayuda de personal bancario.

Sumado a estos inconvenientes, además de que la atención presencial en las oficinas es prácticamente inexistente, cuando se recurre a esta vía, no deja de acumular comisiones, sobre todo en las grandes entidades bancarias, tal y como denuncia la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

De entre las principales entidades bancarias, cinco de ellas, Abanca, Bankinter, BBVA, Caja Rural de Jaén y Laboral Kutxa ya no emiten libretas, impidiendo a aquellas personas que no son capaces de acceder a la banca el correcto control de los movimientos y saldo bancario.

No obstante, aquellas personas que soliciten libreta a algunas entidades que todavía cuentan con ella, tendrán que hacer frente a una serie de comisiones. En el caso de Kutxabank todos sus clientes deberán abonar una comisión de tres euros por emisión y desde Ibercaja, la cuantía será de dos euros a los menores de 70 años. Desde Sabadell, indica 10 euros por el mismo concepto a los menores de 65 años y en BBVA 10 euros de comisión de mantenimiento a los titulares de cuentas con libreta activa, a excepción de que tengan domiciliada una pensión contributiva de al menos 300 euros.

Además, las entidades bancarias también han puesto una serie de trabas para la disponibilidad de efectivo en ventanilla. En lo respecta a BBVA, este banco cobra dos euros por retirar menos de 2.000 euros por esta vía y en el Santander, a no ser que sea una cantidad superior a 600 euros, no se permite retirar dinero en ventanilla. Por su parte, los clientes de Caixabank que quieran realizar operaciones en oficina, los cuáles pueden realizase por otros canales, tendrán que abonar una comisión de dos euros.

No obstante, estas no son las únicas comisiones, sino que también existen aquellas por pagar los recibos con dinero en efectivo directamente en ventanilla, en vez de hacerlo con cargo a la cuenta: de 2 euros en el Banco Sabadell y Caixabank, 3 euros en BBVA y Cajamar, 4 euros en Kutxabank, 5 euros en Global Caja y 10 euros en el Banco Santander.

Una de las comisiones habituales en oficina es aquella que se fija por ordenar transferencias, que oscila entre el 0,2% y el 0,4% del importe, mientras que vía Internet sería gratuita. Por tanto, a pesar de que se cumplan los requisitos para no pagar comisiones, como el tener la nómina domiciliada, ordenar una transferencia de 5.000 euros en ventanilla puede costar 20 euros. La única excepción es Cajamar, siempre y cuando el cliente tenga domiciliada la nómina en la cuenta 360, que requiere tener suscritas aportaciones al capital social por al menos 1.037 euros.

Sumado a esto, las entidades de Abanca, Caja Rural de Navarra, Caja Siete, Cajamar y Liberbank, a fecha 10 de marzo, aún no han hecho efectivo el reciente acuerdo de las entidades y el Ministerio de Economía para ampliar el horario de atención en ventanilla, como mínimo, de 09:00 a 14:00 horas.

Este tipo de prácticas que conllevan la exclusión financiera que los colectivos más vulnerables, llevan un tiempo siendo denunciados por esta organización, ya que estos deberán gozar de “especial protección”. En este sentido, solicitan de nuevo al Ejecutivo que el servicio bancario físico se considere como “servicio básico y universal” y que garantice una atención presencial a toda la población.