Energía

El recibo medio de la luz apenas se modera dos euros en un mes

El Gobierno promete una bajada anual de más de 400 euros en la factura de la luz con el tope al gas

Una torre eléctrica de alta tensión
Una torre eléctrica de alta tensiónSergio PérezAgencia EFE

A pesar de las medidas que el Gobierno ha puesto en marcha para controlar el precio de la luz -a la espera del tope al precio al gas que debería entrar en vigor el mes que viene-, el recibo de la electricidad de un hogar medio acogido al precio regulado (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor) alcanza los 60,50 euros en lo que va del mes de mayo, lo que supone apenas un descenso del 2,7% con respecto al mes de abril, cuando ascendió a 62,14 euros. Sin embargo, con respecto al año pasado la factura se elevó un 7% desde los 56,80 euros en idéntico periodo de 2021, como refleja el simulador de la factura de la electricidad de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC),

La caída de la factura en mayo se explica porque el precio de producción de la electricidad en el mercado mayorista ha bajado un 1,91% en lo que va de mes, pasando de 194,02 euros por megavatio en abril a 190,31. Con respecto al año pasado, dicho coste se ha triplicado, ya que fue de 61,72 euros. A pesar de este último descenso, que se suma al de abril cuando la luz bajó un 30% tras registrar su récord histórico en marzo, la tendencia desde hace un año sigue siendo alcista por el alto precio del gas en los mercados internacionales, a lo que se suma que los costes de emisión de CO2 están también en máximos y eso afecta al precio de producir la energía con los ciclos combinados de gas, que al ser los más caros acaban marcando el precio final. Dicha evolución del precio de la luz se corresponde con la factura de un consumidor medio con una potencia contratada de 4 kW y una demanda anual de 3.240 kilovatios hora (kWh).

En junio de 2021 entró en vigor el nuevo sistema de formación de los peajes y los costes regulados del recibo, con los tres tramos horarios de facturación. Para realizar la simulación del precio, se ha calculado un consumo del 30% en hora punta, del 25% en hora llana y del 45% restante en hora valle. Estas oscilaciones en el precio de la electricidad se producen básicamente por las variaciones en el coste de producción, que se incrementa cuando hay poca aportación de fuentes de generación renovable como el agua y el viento y mucha de fuentes fósiles más caras, especialmente el gas o el carbón. También se ve afectado por otros factores como el precio del petróleo y lodos derechos de emisión de CO2.

Sin embargo, otros estudios duplican estas cifras. La organización de consumidores Facua asegura que el recibo medio de los clientes regulados estuvo por encima de los 130 euros al mes durante los tres primeros meses del año, más del doble de lo que sugiere el simulador.

El precio de la electricidad en el mercado mayorista subirá el lunes un 13,83% con respecto al de hoy y se situará en 194,16 euros/megavatio hora (MWh), sin llegar a superar los 200 euros/MWh, algo que sólo ha ocurrido en cinco días de este mes. Según los datos del operador del mercado ibérico (OMIE), el precio de la luz será casi tres veces más alto que el del mismo día de hace un año, en que fue de 68,67 euros/MWh.

El precio podrá abaratarse definitivamente cuando el Gobierno ponga en marcha la limitación del precio del gas empleado para la generación eléctrica, una medida que permitirá una rebaja en el mercado mayorista (pool) un 40% hasta los 130 euros el megavatio hora (MWh) -inferior a la media de 210 euros/MWh registrada durante el primer trimestre del año- y que empezará a funcionar en el mes de junio durante 12 meses. El Gobierno pretende eliminar el llamado efecto contagio del importe del gas al resto de las energías, y solo se pagarán a precio de gas natural aquellas tecnologías que utilicen esta materia prima en sus procesos de generación.

La medida, que afectará inicialmente a cerca del 37% de los consumidores domésticos -los más de 10 millones del mercado regulado (PVPC)- y al 37% de los industriales, comenzará a aplicarse a partir del mes de junio, una vez reciba la aprobación definitiva de la Comisión Europea (CE) y el sector eléctrico se adapte a la nueva normativa. En este sentido, el Ejecutivo ha habilitado un plazo de doce días hábiles -que acaba esta semana- para que el sector lleve a cabo las actuaciones necesarias. Concretamente, las eléctricas han tenido cinco días hábiles para informar sobre los contratos firmados tanto fijos como variables, mientras que al finalizar ese plazo el Operador del Mercado Ibérico de la Electricidad (OMIE) y Red Eléctrica de España (REE) disponen otros siete días hábiles para adaptar sus sistemas y la operativa del sistema a la nueva norma.

Si al finalizar el plazo de doce días hábiles el Gobierno ya contase con la aprobación formal de la Comisión, se publicará una orden del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico indicando el inicio de la aplicación de la medida de forma inmediata. Pese a que inicialmente solo se verán beneficiados los clientes del mercado regulado, durante el año de vigencia de la medida, los consumidores domésticos e industriales que están actualmente en el mercado libre también notarán sus efectos, ya que a la hora de revisar sus contratos el precio mayorista que se tome de referencia será más bajo que el actual.

Para poder aprobar este mecanismo, el Gobierno ha acordado con la Comisión una reforma del funcionamiento de la tarifa regulada incluyendo referencias de los mercados de futuros para reducir su exposición a la volatilidad de los mercados mayoristas de la electricidad. El Ejecutivo, que hasta ahora se había mostrado reticente a reformar el PVPC, abordará la reforma de la tarifa regulada incorporando referencias de los mercados de futuros, con una cesta de productos a plazo y del mercado diario e intradiario, con el objetivo de que se empiece a aplicar desde el inicio de 2023. Según el Ministerio de Ribera, el nuevo sistema combinará la estabilidad con incentivos para la eficiencia energética, el almacenamiento y la gestión de la demanda. Según las mismas fuentes, la rebaja media anual podría alcanzar más de 400 euros, según la tarifa contratada y el consumo realizado.