Industria

Ford Almussafes se garantiza su futuro al imponerse a Saarlouis para desarrollar los nuevos vehículos eléctricos

Fuentes del Gobierno confirmaban la decisión del fabricante americano, ratificada después por la propia compañía

La planta valenciana de Ford en Almussafes será finalmente la elegida para desarrollar los dos nuevos vehículos eléctricos del fabricante automovilístico, imponiéndose así a la alemana de Saarlouis con la que competía. Así lo han confirmado fuentes del Gobierno español, que celebran la decisión adoptada por Ford Europa, la subsidiaria de grupo estadounidense que tiene previsto anunciarlo oficialmente en las próximas horas. El grupo automovilístico estadounidense Ford lo confirmó poco después tras dar luz verde a los nuevos vehículos eléctricos basados en la plataforma GE2.

Ford Europa ha asegurado que la elección de la planta valenciana ayudará a construir un negocio rentable en Europa en la “arquitectura completamente nueva de vehículos eléctricos” de nueva generación, que asegura empleo de alto valor y aumentar la oferta de la compañía de eléctricos “premium”, de alto rendimiento y totalmente conectados. La planta de Almussafes comenzará a producir esta década innovadores vehículos eléctricos y conectados, a falta de la aprobación del producto, según indica la dirección europea en un comunicado en el que confirma que ha elegido la planta valenciana como la mejor posicionada para ensamblar la nueva generación de vehículos.

Tras la decisión, que cierra el periodo de consultas exhaustivas con los equipos en Valencia y Saarlouis, informa de que la planta alemana continuará produciendo el Ford Focus, mientras que la compañía también está evaluando diferentes opciones y oportunidades para el futuro de esa planta.

Para la planta de Colonia, Ford Europa, se ha aprobado una inversión de 2.000 millones de dólares para un centro muy moderno para eléctricos, que comenzará a producir vehículos eléctricos para Europa a finales de 2023. La gran perdedora, la alemana Saarlouis, puede haber sellado su futuro con un cierre una vez que los motores de combustión desaparezcan de Europa.

La factoría valenciana tiene una plantilla de 6.000 trabajadores -1.000 de ellos trabajan en motores-, y desde el inicio de la pandemia ha encadenado un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) tras otro, el último vigente hasta el próximo 29 de julio. Actualmente fabrica cuatro modelos (Kuga, Transit, Galaxy y S-Max) pero progresivamente, hasta 2024, irá dejando de producir los tres últimos y únicamente mantendrá el Kuga, que representa más de la mitad del total de la producción actual, según las previsiones de carga de trabajo.

En cuanto a motores, en estos momentos desarrolla los Ecoboost de 2,0 y 2,3 litros y en el último trimestre de este año lanzará el motor Duratec 2,5 litros, un motor híbrido que se equipa en el Kuga PEHV (híbrido enchufable). Además, produce propulsores para las plantas de Norteamérica. La planta cuenta con un acuerdo de contención salarial a cinco años que estaba condicionado a ser la elegida para la plataforma eléctrica de los futuros vehículos y cuyas medidas entrarían en vigor a partir de 2025.