El 82% de los nuevos contratos son temporales o indefinidos precarios

La creación de empleo continúa en tasas positivas por sexto mes consecutivo, pero empiezan a notarse ya síntomas de ralentización, máxime cuando junio es un mes muy propicio para marcar máximos del año en contrataciones y afiliación por el «efecto verano». Pero en esta ocasión el paro descendió en junio en 42.409 personas, un 1,45% menos respecto al mes anterior, por lo que se ha situado la cifra total de desempleados en 2.880.582, el nivel más bajo desde octubre de 2008, justo en el inicio de la crisis financiera. Respecto a junio de 2021, el paro ha descendido en 733.757 personas (-20,3%). Sin embargo, este descenso ha sido tres veces menor que en el mismo mes de hace un año, cuando este descendió en algo más de 166.000 personas.

Según los datos del Ministerio de Trabajo, el dato de este junio es el peor desde 2008 –año del estallido de la gran crisis financiera-, que sumó casi 37.000 desempleados, con la excepción de junio de 2020, cuando el Gran Confinamiento provocó un repunte de desempleados de 5.107 personas. En términos desestacionalizados, el dato es aún más demoledor, ya que el paro registrado subió en 3.720 personas. Además, el ritmo de reducción del desempleo en términos interanuales se ha moderado más de dos puntos, desde el 22,7% registrado en mayo hasta el 20,3% de junio.

En cuanto a la contratación, ésta también ha registrado cifras negativas respecto a 12 meses antes. El número total de contratos registrados durante el mes de junio fue de 1.768.988, un 1,6% menos. La contratación sigue la tónica de los meses precedentes, registrándose 783.595 contratos de trabajo que el Ministerio considera de carácter indefinido, que suponen prácticamente uno de cada dos nuevos contratos (44,3%) en un mes marcado hasta ahora por la contratación temporal y multiplica por cinco la media de contratación indefinida en este mes.

Pero si se entra en detalle, de esos contratos indefinidos solo 312.824 fueron a tiempo completo. El resto fueron a tiempo parcial (178.092) y fijos discontinuos (292.679) –que cuando acaben su contrato no computarán como parados aunque lo estén–. Es decir, el 60% de estos contratos tiene fecha de caducidad o marcan una jornada por horas. Si a estos sumamos los más de 922.000 contratos temporales, los contratos indefinidos «reales» apenas significarían un 18% del total de contrataciones practicadas. Así, el 82% de los nuevos contratos formalizados en junio fueron temporales o indefinidos precarios. Entre los temporales, el 28,4% fueron firmados por circunstancias de la producción a tiempo completo y el 4,4% fueron de sustitución, también a tiempo completo. Por su parte, los contratos temporales con jornada a tiempo parcial suponen el 19,3% del total.

Los mayores incrementos del empleo se registraron en sectores muy estacionalizados, como la hostelería (49.337 personas más) el comercio (30.946) y las actividades administrativas y servicios auxiliares (24.057). A ellos se les sumaron las actividades sanitarias y servicios sociales (21.585), industria manufacturera (11.196) y construcción (11.081).

El desempleo bajó en todas las comunidades autónomas menos en Andalucía, donde se incrementó en 6.345 personas. Los mayores descensos se dieron en Cataluña (-9.946), Madrid (-7.443) y Galicia (-5.188). En cuanto a las provincias, el paro retrocedió en 46 de ellas, lideradas por Madrid (-7.443) y seguida de Barcelona (-6.304 parados) y Málaga (-4.116); y aumentó en seis, principalmente en Huelva (+6.958 parados), Sevilla (+3.000 desempleados) y Almería (+2.606).

La Seguridad Social ganó una media de 115.607 cotizantes en junio (+0,6%), su mejor dato en este mes tras los de 2005 y 2021, condicionados por el proceso de regularización de inmigrantes y por el levantamiento de todas las restricciones de la pandemia, pero estas cifras esconden una fuerte ralentización, al crecer la mitad que hace un año. Con este repunte de afiliados, motivado por la campaña de verano en la hostelería y el comercio, el número total de ocupados medios superó la barrera de los 20,3 millones de personas, según datos publicados por la Seguridad Social.

En términos desestacionalizados, el número de cotizantes subió en 76.948 trabajadores (+0,4%) en relación al mes de mayo, «el mejor dato mensual» en comparación con cifras prepandemia -sostienen fuentes ministeriales–. De esta forma, el total de ocupados se situó en 20.102.037 personas, superándose por primera vez los 20,1 millones de cotizantes en la serie desestacionalizada.

Hace unos días el ministro José Luis Escrivá presumía de cifras y auguraba que en la primera mitad del año iban a crearse 300.000 empleos porque el crecimiento del empleo está siendo «especialmente intenso en sectores de alto valor añadido», y gracias a los «efectos positivos que la reforma laboral está teniendo en la mejora de la calidad del empleo». Pues esta predicción se ha quedado muy lejos, a casi 27.000 empleos. Finalmente, entre enero y junio se han creado 262.935 empleos, casi 838.000 en el último año.

Estos datos de desempleo hechos públicos ayer, mantienen a España en el liderazgo europeo del paro junto a Grecia. Según los últimos datos de Eurostat, entre los Veintisiete países miembros de la UE, las mayores tasas de paro siguen correspondiendo a Grecia, con un 13,3% y España, con un 12,7%. En tercer lugar, aunque muy lejos ya, se sitúa Italia, con un 8,8%. Por el contrario, las menores cifras de paro se observaron en República Checa (2,2%), Polonia (2,8%) y Alemania y Malta (ambos con 3,1%).