Previsiones

Funcas no descarta entrar en recesión en el arranque de 2023 y dispara la inflación al 8,8%

Prevé una fuerte desaceleración del PIB tras el verano, crecimiento 0 en el último trimestre y mínimo en el primero del año que viene pero sólo si los precios de la energía se mantienen

Las previsiones de los servicios de estudios van dibujando un camino cada vez plagado de más curvas y cuestas más empinadas para después del verano. Tras el asueto estival, lo que se avecina es un horizonte de fuerte desaceleración económica, sin descartar incluso la recesión, y elevados precios. El último en vaticinarlo ha sido la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas). Aunque su pronóstico, igual que en su análisis previo, es que la economía crezca el 4,2% este año, Funcas también prevé una fuerte desaceleración tras el verano y ha recortado 1,3 puntos sus estimaciones para 2023, hasta el 2%, en un contexto de incertidumbre por la guerra en Ucrania y de alza de precios. De hecho, la previsión de Funcas es que la inflación media para este ejercicio se dispare hasta el 8,8%, 2,8 puntos por encima de su anterior escenario, y hasta el 5% en 2023, 2 puntos superior.

Desde Funcas explican que su previsión central es de “desaceleración” después del verano “rozando la recesión”. El servicio de estudios de las cajas estima que el PIB no crecerá en el cuarto trimestre de 2022 y que lo hará “ligeramente” en el primero de 2023. Eso sí, siempre que los precios energéticos “se mantengan estables”, una premisa por la que resulta difícil apostar en la situación actual.

Funcas considera que tras un inicio de año muy débil, con un crecimiento del PIB del 0,2%, el segundo trimestre muestra “señales positivas” gracias al rebote del turismo, el incremento de las exportaciones de bienes y el tirón del empleo. Este rebote del turismo, el dinamismo de las exportaciones de bienes y servicios no turísticos y la pujanza del mercado laboral seguirán sosteniendo la actividad en los próximos meses. Sin embargo, perderán fuelle tras el verano, mientras que las perturbaciones geopolíticas, energéticas y monetarias ganarán peso. En un contexto, además, en el que el sentimiento económico se deteriora por el alza de costes energéticos y los problemas de suministros y la caída de la confianza del consumidor por la pérdida de poder adquisitivo.

Frenazo

Como resultado de estas presiones, y aunque Funcas mantiene su previsión de crecimiento para este año en el 4,2% -aunque con una menor aportación de la demanda interna por la pérdida de capacidad de compra de los consumidores debido a la inflación-, la fundación prevé una fuerte desaceleración en 2023, con un crecimiento del PIB del 2%,1,3 puntos menos que en la anterior previsión.

El director de Funcas, Carlos Ocaña, ha insistido en que estas previsiones son muy sensibles a la evolución de la inflación y los tipos de interés; una inflación más elevada o un ajuste de los tipos de interés más rápido resultarían en un menor crecimiento, “un escenario más adverso que no es descartable”, ha advertido.

Pacto de rentas

Al respecto de los precios, el director de Coyuntura de Funcas, Raymond Torres, ha advertido de que la actual espiral de precios energéticos ha provocado un brote de inflación “que amenaza con cronificarse”, con un IPC subyacente que sigue repuntando en España y se sitúa un punto por encima respecto a la media de la Eurozona. “España está peor posicionada de momento”, ha advertido. Para contrarrestarlo, desde Funcas han insistido en que hace falta una política de rentas sensata, que no deteriore la competitividad de la economía. “Y hace falta una política presupuestaria prudente que no magnifique el inevitable aumento del coste de nuestra elevada deuda pública”, ha dicho Ocaña, quien opina que las pensiones deberían incluirse en el pacto de rentas dado su fuerte impacto en el gasto.

En cuanto al mercado laboral, el informe de Funcas señala que se mantendrá su dinamismo. No obstante, también alerta de que a un ritmo cada vez menor. Hasta finales de 2023 se crearán cerca de 600.000 puestos de trabajo, con lo que la tasa de paro bajará del 12%. Su previsión es que el déficit público descienda este año por el juego de los estabilizadores automáticos y de la inflación. Sin embargo, estima que en 2023 apenas se avanzará en la contención de los desequilibrios por el enfriamiento de la economía, la revalorización de los funcionarios y la indiciación de algunas partidas presupuestarias como las pensiones.

Funcas también se ha pronunciado sobre los impuestos a energéticas y banca anunciados recientemente por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El director de la institución cree que este tipo de medidas, “a lo “Robin Hood’” tienen el inconveniente de que recaudan menos que los gastos que imponen a los agentes económicos. “Hay que ser muy cuidadosos”, ha alertado Ocaña.