Inmobiliario

El “catastrazo” sube un 17% la fiscalidad en una de cada cinco ventas de viviendas de segunda mano

Un 76,11% de inmobiliarias asegura que ha participado en operaciones en las que el nuevo valor que marca la base imponible para patrimonio y sucesiones es superior al que había antes del 1 de enero

Unas personas se paran delante del escaparate de una inmobiliaria
Unas personas se paran delante del escaparate de una inmobiliariaMARISCALAgencia EFE

El que se ha dado en denominar “catastrazo” está teniendo ya un efecto importante sobre los impuestos que se pagan en la compraventa de una vivienda. El nuevo valor de referencia de mercado del catastro que constituye desde el 1 de enero la base imponible del impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados y del impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, sustituyendo al valor real de la operación, ha incrementado un 17,11% de media nacional la base para esta tributación en una de cada cinco compraventas de viviendas de segunda mano. Así lo recoge un estudio realizado por la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI) tras una encuesta realizada entre 427 agencias inmobiliarias de las diferentes comunidades autónomas durante el primer semestre de 2022.

Tal y como se desprende de la información recopilada por la FAI, un 76,11% de las agencias inmobiliarias encuestadas aseguran que han intervenido en compraventas cuyo valor de referencia de mercado del catastro ha sido superior al valor de transmisión real de la vivienda reflejado en escrituras. El sondeo asegura que el incremento se ha dado en un 19,05% de estas operaciones y que la subida de valoración respecto del valor real de transmisión es del 17,11%.

El pasado 1 de enero entró en vigor el nuevo sistema que determina la base imponible de los impuestos de patrimonio y sucesiones basado en los valores de referencia de los inmuebles creados por Hacienda de manera individualizada en lugar del valor real de la operación. El modo de confeccionar el nuevo indicador, según avisaron los expertos, iba a significar, de facto, un incremento del valor de referencia y, por tanto, de los impuestos de patrimonio y sucesiones, algo que corroboran en parte los datos de FAI.

Desde la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias remarcan que este nuevo sistema supone una injusta y nueva “carga fiscal” para los compradores y un desembolso económico más para el comprador, lo que desincentivará o puede llegar a frenar una parte de las compraventas, sobre todo entre las personas que quieren adquirir su primera vivienda habitual y en un contexto económico actual complejo marcado por una inflación en máximo históricos. Del mismo modo, FAI insiste en que el “catastrazo” no se ajusta a parámetros reales de mercado, ya que no considera el estado de reforma o la distribución interior de las viviendas, entre otros factores.

Además, desde FAI señalan que el hecho que Hacienda haya traspasado al contribuyente la carga de la prueba para demostrar el valor del bien adquirido, cuando no está de acuerdo, podría interpretarse como “poner en duda la veracidad de la fe pública notarial en las compraventas de mercado, que son la mayoría, y, en consecuencia, podría ser considerado como una práctica confiscatoria y anticonstitucional, como ya han alertado algunos expertos”.

En este contexto, la federación pide que se revise el nuevo sistema de cálculo del valor catastral para ajustarlo más a la realidad del mercado y que no prevalezca por encima del valor de transmisión en las escrituras de compraventa.