Energía

Bruselas plantea reducir el consumo de gas el 15% de forma voluntaria y un racionamiento obligatorio si hay corte total ruso

La Comisión plantea que, si hay alerta, se fije un objetivo vinculante de rebaja

La Comisión Europea ha presentado este miércoles su plan en caso de que Vladimir Putin decida cortar en los próximos meses el suministro de gas a la Unión Europea. Actualmente, hasta doce países europeos están sufriendo disrupciones en el suministro ya sea de manera parcial o total y Bruselas teme que el Kremlin aproveche el próximo invierno para cortar por lo sano y dejar a los Veintisiete tiritando, como chantaje para que el apoyo europeo a Ucrania se debilite.

Por eso, Bruselas ha propuesto un plan para que los países europeos reduzcan de manera voluntaria su consumo de gas un 15% desde el 1 de agosto hasta el 31 de marzo del año que viene. Este objetivo puede tornarse vinculante en caso de alerta. Estos racionamientos preventivos abarcan tanto el sector público, como las empresas y los hogares. Para finales de septiembre, todos los países europeos deben haber actualizado sus planes de emergencia para cumplir este objetivo. Esta reducción del 15% se ha establecido según la media de consumo en el mismo periodo durante los cinco años anteriores. A pesar de su carácter voluntario, los países europeos serán responsables de vigilar los planes de ahorro en sus respectivos países y de informar al Ejecutivo comunitario cada dos meses de sus progresos. Bruselas ha puesto en marcha una guía con recomendaciones sobre cómo alcanzar esta meta. Además, ha actualizado su legislación sobre ayudas de Estado para poder inyectar dinero público en aras de acelerar el despliegue de las energías renovables y la descarbonización de la economía.

Según el Ejecutivo comunitario, el coste de no poner en marcha estas medidas es mucho mayor que el de hacerlo. Si los países europeos comienzan a ahorrar este 15% gas, los técnicos comunitarios calculan que un corte total por parte de Rusia supondría una rebaja del PIB de media del 0,4 en la UE, una cifra que ascendería al 0,6% en caso de un invierno especialmente duro. Si no se ponen en parcha estos planes preventivos este escenario puede empeorar hasta una caída entre el 0,6 y el 1% del PIB que podría incrementarse hasta la horquilla del 0,9-1,5% en caso de una estación especialmente fría.

Acusaciones contra Rusia

“Rusia está utilizando el gas como arma. Debemos afrontar nuestra seguridad energética a nivel europeo. Hemos aprendido de la pandemia que si actuamos de manera unida, podemos afrontar cualquier crisis. Así que actuemos juntos para reducir el uso de gas y establecer una red de seguridad para todos los países europeos”, ha declarado este miércoles la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, en rueda de prensa.

Uno de los aspectos más espinosos de este plan reside en el mecanismo que desencadenará estos planes de emergencia obligatorios, ya que las competencias en este ámbito residen en las capitales europeas de manera ordinaria y esto arrogaría a Bruselas unos poderes inéditos hasta el momento. Según esta iniciativa, el Ejecutivo comunitario puede declarar esta situación de emergencia por su cuenta o a instancias de tres países europeos. Este “botón rojo” puede pulsarse en caso de un “riesgo sustancial de corte severo de gas o ante una gran demanda de gas” que resulte en un deterioro del suministro

Para que esta iniciativa pueda convertirse en realidad se necesita el apoyo de las cancillerías europeas y aquí puede haber grandes obstáculos debido a la disparidad en cuanto al nivel de dependencia del gas ruso. Se espera que la semana que viene los ministros de Energía de los Veintisiete discutan esta propuesta que debe recibir luz verde por mayoría cualificada. Según explican fuentes diplomáticas, esta situación de emergencia hace que esta nueva legislación pueda salir adelante sin el beneplácito de la Eurocámara.

La Agencia Internacional de la Energía ha avisado esta semana de la necesidad de empezar a racionar el gas. Según este organismo, los países europeos deberían ahorrar unos 12.000 millones de metros cúbicos en los próximos tres meses, lo que supone el equivalente al gas licuado que transportan unos 130 barcos metaneros. Actualmente, los depósitos de gas europeos se encuentran al 64% ( el equivalente a 46 días de consumo energético en invierno), pero Bruselas ha pedido a los Estados que alcancen el 80% en el 1 de noviembre, con el objetivo de estar bien preparados para el invierno. A pesar de esto, Bruselas teme que los cortes por parte de Rusia y puedan llegar antes y de no disponer del tiempo suficiente para alcanzar esta cifra. En los últimos meses dese el inicio de la contienda, Bruselas ha diversificado a contrarreloj el suministro. Durante la primera mitad del año, el gas licuado que llega a la UE desde otros países diferentes de Rusia se ha incrementado en 21.000 millones de metros cúbicos (bcm) si se compara con el mismo periodo del año. Además el gas de gasoductos procedentes de Noruega, Reino Unido, el Norte de África y Azerbaiyán también se ha incrementado en 14.000 millones de metros cúbicos.