Energía

Los alemanes pagarán un impuesto especial para costear la compra de gas

Para una familia de cuatro miembros en una vivienda unifamiliar rondará los 570 euros al año. La nueva tasa será de 2,4 céntimos por kilovatio hora

Robert Habeck, ministro alemán de Economía y Protección del Clima
Robert Habeck, ministro alemán de Economía y Protección del ClimaCLEMENS BILANAgencia EFE

A partir del 1 de octubre el precio del gas para la industria y hogares será más caro en Alemania para afrontar una crisis energética de consecuencias cada vez más perceptibles para su economía y su población. Los hogares y empresas alemanes tendrán que hacer frente al pago de un aumento de 2,4 céntimos de euro más por kilovatio/hora en la factura del gas hasta abril de 2024. Es la medida que ha tomado el gobierno alemán este lunes para evitar la quiebra de las empresas del sector energético, que se han visto obligadas a comprar gas a otros clientes con un mayor precio para evitar hacer uso del gas ruso, más barato hasta ahora. La subida supondrá un recargo de alrededor de unos 480 euros al año para una familia modelo de cuatro miembros. El nuevo impuesto ha sido fijado en base a las informaciones proporcionadas por el coordinador del área del mercado gasístico Trading Hub Europe (THE).

“La alternativa habría sido el colapso del sistema energético alemn, y con él, el de Europa”, justificaba el Ministro de Economía y Protección Climática, el político del partido verde Die Grüne Robert Habeck. El Vicepresidente del Instituto de Kiel para la Economía Mundial (IfW), Stefan Kooths, le daba la razón este lunes en un comunicado en el que afirmaba que, de no aplicar el impuesto creado, “se aumentaría el peligro de insolvencia” de las empresas distribuidoras de gas en Alemania. “Los clientes tendrían entonces que firmar nuevos contratos con los precios actuales, que son mucho más altos. El experto concluye que la pérdida de poder adquisitivo y la mayor inflación de al menos un 0,9% que se espera como consecuencia del nuevo gravamen “no se deberán al impuesto del gas, sino al aumento del precio de la importación de gas”. El Instituto ha calculado que el nuevo impuesto costará unos 8.000 millones al poder adquisitivo.

El Ministro Habeck volvió a culpar al presidente ruso Vladimir Putin de la situación en la que se encuentra Alemania por haber reducido el suministro de gas procedente de Rusia. “Alemania había desarrollado un modelo de negocio basado en buena parte en la dependencia del gas barato de Rusia y, con ello, en la dependencia de un presidente que pisotea las leyes internacionales y para quien la democracia liberal y sus valores son enemigos declarados”, aseguraba el Ministro del gobierno de coalición de socialdemócratas, verdes y liberales. “Ese modelo ha fracasado y no va a volver”, sentenciaba. “Tenemos que garantizar el suministro de energía a marchas forzadas, así como mantener la producción industrial y el paso a las energías renovables”.

En estos momentos las reservas de gas en Alemania estarían al 75% según el jefe de la agencia estatal energética Bundesnetzagentur explicaba al telediario alemán, el Tagesschau, el domingo. “Con las reservas llenas podemos garantizar el suministro dos meses y medio, pero en Alemania los inviernos suelen ser más largos”. Su agencia es la que se está dedicando a buscar y comprar gas en los mercados internacionales a precios mucho mayores de los que ofrecía hasta ahora la empresa estatal rusa Gazprom. Habeck ha asegurado que Rusia ha creado “una situación de escasez ficticia” para elevar los precios, mientras que Putin asegura que se trata de problemas técnicos con una turbina afectada por las sanciones contra Rusia. Habeck volvió a asegurar que la turbina no es más que una excusa de Moscú para mantener tan solo el 20% del suministro de gas que normalemente llegaba a Alemania a través del gasoducto Nordstream 1. Contra el gasoducto Nordstream 2, listo para ser puesto en funcionamiento, existen sanciones y el gobierno alemán tampoco quiere abrir el grifo para no entrar de nuevo en la relación de dependencia comentada más arriba.

Un aumento de los precios de la energía para los ciudadanos y las empresas que se une a la inflación, que desde hace meses ronda el 8%. Y ello sin aplicar el IVA del 19%, que el Ministro de Finanzas del partido liberal FDP Christian Lindner quiere dejar de imponer de forma extraordinaria dada la situación social acuciante en el país. Este domingo hizo público en una entrevista en la televisión pública ARD que había solicitado al Comisario Europeo de Asuntos Económicos y Monetarios Paolo Gentiloni hacer una excepción con el nuevo impuesto al gas, y que la Comisión permita que Alemania lo introduzca sin aplicarle el IVA. “El IVA aplicado a impuestos estatales aumenta los precios y encuentra resistencia en la población, en especial en la situación excepcional en que nos encontramos en estos momentos”, explicaba Lindner su decisión.

El Ministro de Finanzas ha presentado ya dos “planes de alivio” a los ciudadanos, con los cuales aligerar la complicada situación de los grupos sociales con menos poder adquisitivo. El canciller Olaf Scholz del SPD anunció el pasado jueves más medidas de ayuda que alcanzarían a grupos sociales que, hasta ahora, no han recibido ningún alivio de impuestos o pago directo de ayudas, como los jubilados o las personas con trabajo y bajos ingresos. En total suponen un monto de 30.000 millones de euros que se han traducido ya en billetes de transporte público reducidos o el pago de ayudas a los trabajadores de 300 euros, así como ayudas al alquiler así como reducción de impuestos indirectos en las nóminas. Lindner ha asegurado que con el nuevo impuesto no se trata de obtener más ingresos para el estado, sino que el 90% del monto será para ayudar a las empresas que están comprando el gas.

La coalición alemana se encuentra dividida sobre una medida que buena parte de socialdemócratas y verdes ven como apropiada y el partido liberal no quiere aplicar: un impuesto a las ganancias extraordinarias generadas desde el comienzo de la crisis energética con la invasión de Ucrania. La Vicepresidente del grupo parlamentario verde Andreas Audretsch aseguraba al semanario Spiegel que “no se puede explicar que la población pague este impuesto al gas mientras las empresas energéticas siguen haciendo miles de millones de euros de ganancias”. Desde la oposición, el Presidente del grupo parlamentario de la Unión Social Cristiana de Baviera Alexander Dobrindt aseguró a la agencia dpa que “presentar el impuesto sin presentar el programa de alivio aparejado es una falta de respeto”. El partido de la izquierda Die Linke ha anunciado manifestaciones y el miércoles varios grupos de activistas han anunciado una concentración a las siete de la tarde frente al Ministerio de Finanzas del liberal Lindner.