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La falta de ayudas y la crisis económica envejecen 13,5 años el parque móvil español

Los incentivos solo llegan para la compra de coches eléctricos, pero no hay infraestructura para recargarlos. La segunda mano lidera las ventas en España

Comercio de compra venta de coches de 1.000 euros en adelante
Comercio de compra venta de coches de 1.000 euros en adelanteJesus G. FeriaLa Razón

La edad media del parque de automóviles en España continúa al alza y ya se sitúa en los trece años y medio. Una consecuencia directa de dos factores principales: la crisis económica que no permite adquirir coches nuevos y la falta de incentivos y ayudas del Gobierno y de las comunidades para cambiar automóviles viejos por otros nuevos sin distinción de tecnología. Solo hay dinero para los eléctricos, pero no hay buenas estructuras de recarga para poder viajar con seguridad en recorridos de más de 400 kilómetros.

Según los fabricantes asociados en Anfac, España continúa teniendo uno de los parques más envejecidos de Europa superando en dos años la media de edad del continente de 11,5 años. Es cierto que la crisis de los microchips no ha permitido responder a toda la demanda de vehículos nuevos, pero las malas perspectivas económicas que se vislumbran a corto y medio plazo están condicionando la adquisición de nuevos automóviles. Ante la incertidumbre económica y social que vive España, muchos compradores se decantan por los coches de segunda mano y, dentro de este mercado, por las opciones más baratas. Algo que se demuestra por el hecho de que, según los datos de los propios fabricantes, en el último año por cada turismo nuevo matriculado, se han vendido cerca de 1,4 turismos de más de 10 años, desviando el mercado hacia vehículos de mayor antigüedad, más contaminantes, retrasando la renovación del parque y lastrando el cumplimiento de los objetivos de descarbonización marcados por la Unión Europea.

A esta situación se une además la falta de ayudas para la adquisición de un automóvil nuevo cuando se achatarra el antiguo. En los planes de anteriores gobiernos, los planes Prever establecían ayudas importantes para la renovación del parque canalizadas a través de las redes de concesionarios y complementadas por las propias marcas, sin distinción de la motorización empleada, en la certeza de que el coche nuevo en circulación contaminaría la décima parte que el antiguo con más de diez años. Pero estas ayudas han sido ahora restringidas en el Plan Moves a coches eléctricos, anulando las ayudas a quienes adquieran motores de combustión, ya sea gasolina, diésel o híbridos. Y las ayudas del Moves además computan como ingresos en el IRPF.

Y estas ayudas no han logrado convencer a una parte mayoritaria de la sociedad, que sigue desconfiando de la tecnología eléctrica no por su efectividad, sino por la falta de una eficaz infraestructura de recarga. Y es que los planes del Gobierno en este aspecto están enormemente retrasados, con solo unas 14.000 instalaciones en servicio, cuando se calcula que al final de esta década deberían estar en funcionamiento más de 300.000 puntos de recarga. Y con potencia de al menos 50kw, cuando la media actual se sitúa en torno a los 22kw, algo que retrasa y entorpece las operaciones de recarga a los usuarios de estos vehículos.

Es cierto que los coches con etiqueta 0 han experimentado un notable crecimiento del 71,7% en el pasado año, con un total de 162.071 unidades, mientras que los de los vehículos de Etiqueta ECO han aumentado un 40,11%. Sin embargo, este tipo de vehículos tan solo representa un 0,54% y un 2,7% respectivamente del total del parque automovilístico español. Por su parte, los vehículos con Etiqueta «C» han aumentado un 7,4% con respecto al año pasado, con 9.575.822 unidades. No obstante, en 2021 el 31,5% de los vehículos ligeros (turismos y comerciales ligeros) en España tenían etiqueta B y un 33,2% no estaban etiquetados. Estos vehículos son los causantes del 91,4% de las emisiones contaminantes de NOx y el 92,7% de las emisiones de partículas.

El aumento de la edad media refleja la baja renovación que tiene el parque nacional de automóviles. Durante 2021, se vendieron 1.257.787 unidades de turismos de más de 10 años de antigüedad. Una cifra muy superior a las 859.476 unidades de turismos nuevos registrados durante el año pasado. De estas unidades antiguas, una de cada cuatro ventas correspondió a turismos de más de 20 años de antigüedad, con 306.129 registros, un 32% más que el año anterior. Esto implica que se mantienen en circulación vehículos que no incorporan los últimos avances tecnológicos tanto en materia de sostenibilidad y reducción de emisiones como de seguridad.

Por otra parte, las matriculaciones de vehículos alternativos (etiqueta 0 y ECO) aumentaron en un 55,2% en comparación con 2020, con un total de 312.295 unidades. Este tipo de vehículos representa un 30% de la cuota total de mercado del pasado año. En relación con el mercado nacional de vehículos electrificados (eléctricos e híbridos enchufables) y correspondientes a la Etiqueta 0, cabe destacar que en 2021 aumentaron sus ventas un 62% respecto a 2020, alcanzando 70.221 unidades vendidas, de las que 66.901 fueron turismos. Estos datos representan el 7% del mercado total de automóviles en España, pero dentro del parque móvil nacional suponen únicamente el 0,54% del total.

Unas cifras raquíticas si las comparamos no solo con los países más desarrollados en este aspecto, como pueden ser Noruega o Suecia, sino incluso con los países de nuestro entorno, mucho mejor preparados para la electrificación del parque al tener, como es el caso de Portugal, una infraestructura de recarga mucho más extensa y eficaz que la nuestra. La realidad es que, con las actuales cifras de antigüedad del parque automovilístico español no se podrá alcanzar el propósito de 0 emisiones en el año 2050 ni cumplir los objetivos marcados por el Gobierno y aprobados en España en el PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima) y la Ley de Cambio Climático.