Marta Vall-llosera: “La rehabilitación puede conllevar un ahorro energético de 500 euros al año de media”

Los fondos europeos van a impulsar la cultura de la rehabilitación, gracias tanto a las ayudas directas como a desgravaciones fiscales sin precedentes. Pero esta ola de renovación se topa con una serie de barreras y, además, puede alterar por completo la identidad cultural de nuestras ciudades. La presidenta del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), Marta Vall-llosera, arroja luz sobre estos retos.

¿Cómo debe ser el proyecto de rehabilitación de un edificio para ser exitoso?

La mejor forma de abordar la rehabilitación de un edificio es hacerlo de forma integral, prestando atención a todas sus particularidades. Hay que tener en cuenta aspectos funcionales, de accesibilidad, de mantenimiento y energéticos.

¿Qué impacto estético puede conllevar la rehabilitación de edificios?

Este es un tema muy delicado de equilibrios. Es muy importante que a la hora de abordar la reforma exterior de un edificio se haga de forma cuidada y con el apoyo de una opinión técnica para que no se pierdan los valores estéticos, culturales y la identidad propia del edificio.

¿Qué barreras habéis identificado para abordarla?

Tenemos una oportunidad única con los fondos Next Generation para abordar retos importantes a nivel europeo y acatar el Acuerdo de París, pero hemos detectado varias barreras para ejecutarlos. Por un lado, es muy importante la difusión, ya que todavía hay cierto desconocimiento sobre el valor que pueden aportar esos fondos. También es importante que pueda haber puntos de asesoramiento para que los ciudadanos sepan cuál es la forma óptima de utilizar esas ayudas. Hay que agilizar la tramitación administrativa y tiene que haber coordinación entre las administraciones públicas. Por otro lado, se va a necesitar mano de obra cualificada para poder ejecutar estas actuaciones en el tiempo marcado y tenemos que solventar también problemas de suministro de materiales derivados de la guerra de Ucrania.

¿Cómo se está solventando la complejidad burocrática?

Estas tramitaciones tienen que ser garantistas y revisten cierta complejidad. Por ello, desde el Consejo Superior hemos impulsado las oficinas de rehabilitación, con el ánimo precisamente de tener puntos de asesoramiento para acompañar a los propietarios en toda la tramitación. Se ha organizado una red de oficinas a nivel de todos los colegios de España y entendemos que puede ser un apoyo a la tramitación.

¿Cuáles son las actuaciones más comunes para lograr el ahorro energético en viviendas?

Si queremos conseguir ahorros energéticos que se mantengan en el tiempo, es importante que se aborde desde los aspectos pasivos, es decir, envolvente, cerramientos de fachada y cubiertas, hasta las instalaciones eléctricas y el uso de ciertos aparatos que rindan mejor. Además de la rehabilitación energética, hay que tener en cuenta que existen otras ayudas compatibles en mejora de accesibilidad de los edificios. Actualmente tenemos desgravaciones fiscales que pueden ser de mucho interés y que son aplicables también en mejoras de mantenimiento, funcionales o estructurales de esos edificios.

¿Cuánto se puede ahorrar?

El Consejo ha publicado una guía ciudadana de impulso a la rehabilitación que habla de las mejoras en cuanto a letras de eficiencia energética de los edificios, lo que podría conllevar un ahorro del 64% de media, que podría representar unos 500 euros de ahorro en energía al año, aunque dependerá de cada edificio. Esta guía explica muy bien todos los porcentajes y casuísticas concretas.

¿Vamos a buen ritmo en la renovación del parque edificado?

En España se están rehabilitando alrededor de 30.000 viviendas al año y tendríamos que estar rehabilitando 300.000 viviendas. Tenemos un reto en 2050 de descarbonización del parque edificado que tenemos que cumplir y en España vamos muy por debajo de otros países europeos. La tasa de rehabilitación se sitúa entre ocho y 10 veces por debajo de otros países europeos. Nosotros estamos a un 0,8% frente al 2% de Noruega, Francia, Eslovaquia o Austria, o a un 1,5% de Alemania.

¿Se valora el legado estético en las construcciones españolas?

Cada vez los aspectos culturales y de identidad, que son los que nos producen ese sentimiento de arraigo, se valoran más, pero con los fondos tenemos que ser muy responsables para que no se pierdan esos signos. En Europa se impulsó la declaración de Davos que pone en valor esos aspectos culturales de nuestro entorno. Y el movimiento actual de la Nueva Bauhaus Europea que también sigue esa línea nos está concienciando de la importancia de mantener la belleza de nuestros entornos, a la vez que trabajamos aspectos de innovación, desarrollo e inclusión.

¿Se ha notado un cambio en la cultura de la construcción en España desde que se firmó la declaración de Davos?

Son iniciativas que nos hacen tomar conciencia a todos y que los gobiernos asuman políticas encaminadas a preservar ese entorno propio. Debemos potenciar el modelo de ciudad mediterránea, mantener el comercio de proximidad y las ciudades más amables que invitan a pasear y reducen el uso del vehículo.