Sangría

España pierde 409.000 empleos entre el primer y el último día de agosto, el peor dato de toda la serie histórica

La afiliación cae hasta los 19,86 millones. El paro registrado sube en 40.428 personas y rebasa los 2,9 millones

Ayer todo eran buenas caras en el Gobierno tras conocer los datos sobre el mercado laboral de agosto, un mes tradicionalmente complicado en España debido a que marca el fin de la campaña veraniega, que tanto tira de la actividad en un país con un gran dependencia del turismo. A pesar de que el número de personas registradas en las Oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) al finalizar el mes aumentó en 40.428 (1,40%) personas y se superó la barra de los 2,9 millones, situándose en 2.924.240; el Ministerio de Trabajo aseguró que se trata de “un incremento mucho más suave que en los últimos años previos a la pandemia y que, además, también incide en las actividades que habitualmente sufren esta subida en agosto”. En comparación, con los datos de agosto de 2021,el paro se redujo en 409.675 personas, un 12,29%, según añadió. Y en lo que respecta a la contratación, la pérdida media de 189.963 afiliados-peor de lo que en principio calculó el Gobierno- se acogió con cierta satisfacción en el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social. El departamento que dirige José Luis Escrivá destacó que se trata de un retroceso menor que el promedio de los meses de agosto de 2017, 2018 y 2019, antes de la pandemia, que fue de 198.488 puestos de trabajo destruidos. El resumen del sentir del Gobierno lo hizo la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, que valoró la evolución del mercado laboral de agosto porque ha sido “igual o, incluso, mejor” que los datos registrados durante ese mes en los años previos a la pandemia.

Índice de paro
Índice de paroAntonio Cruz

Pero donde el Ejecutivo ve datos de fortaleza, algunos observan dinámicas inquietantes que les hacen prever un mal futuro para el mercado laboral. Entre el primer día del mes y el último, la Seguridad Social perdió 409.429 cotizantes, la cifra más alta en los cuarenta años de historia de la estadística de Trabajo. De hecho, la pérdida media de afiliación entre el primer día y el último entre los años 2008 y 2021 es de 182.092, menos de la mitad de la sangría de este año. Desde finales de junio, además, la destrucción supera los 600.000 puestos de trabajo.

Como consecuencia de esta abultada perdida de afiliación, si bien la media del mes fue de 20.151.001, como destacó el Ministerio de Trabajo, a 31 de agosto ascendía a 19.865.765.

El departamento de Escrivá prefirió destacar tanto los buenos datos de la creación de empleo desestacionalizado -la afiliación creció en 62.135 personas sin tener en cuenta el efecto calendario- que la pérdida neta del mes. Seguridad Social destacó que desde enero hasta agosto, el promedio de afiliación en 2022 es similar al del periodo comprendido entre los años 2017 y 2019, ejercicios de «dinamismo en el mercado laboral». En el periodo junio-agosto, el promedio es de 49.395 afiliados más, superior al marcado entre 2017 y 2019 (35.746). El comportamiento más favorable de lo habitual en agosto se produjo, según el departamento, después de un mes de julio menos dinámico, una variación que obedece, en su opinión, a tres factores de naturaleza transitoria. El primero, un adelanto de contrataciones a junio, que fue también un mes que registró un aumento de la afiliación mayor al habitual. El segundo, la ola de calor de mediados de julio, que pudo afectar negativamente a la ocupación de sectores como comercio, agricultura y construcción en la segunda mitad de ese mes. Y un último como fue una pérdida de empleo mayor a la habitual en Educación, por la finalización de los contratos de refuerzo por el Covid-19 realizados a principios del pasado curso.

Panorama complicado

Frente a este panorama optimista que dibuja el Gobierno, los empresarias contraponen uno menos halagüeño de cara al futuro inmediato. La patronal CEOE pidió prudencia a la hora de tomar ciertas decisiones en materia salarial ante los datos del mercado laboral de agosto, que consideran arrojan unos datos que confirman la tendencia de desaceleración del mercado laboral en línea con los indicadores económicos.

La patronal alertó de que los indicadores económicos ya reflejan cómola escalada de la inflación hasta niveles de dos dígitos está impactando de forma significativa en el bolsillo de los ciudadanos y en la actividad de las empresas. Frente a esto, dijo que este aumento de la inflación ya está produciendo, en cambio, una mayor recaudación por impuestos, que acabará el año en máximos históricos. En este sentido, criticó que la Administración continúa planteando políticas de gasto que introducen más presión sobre la deuda pública, al tiempo que aumenta aún más la carga fiscal sobre las empresas. En su lugar, la CEOE sugiere al Ejecutivo que opte por dedicar los ingresos tributarios extraordinarios a dotar de más ayudas a los ciudadanos y al tejido productivo.

Para la patronal, es preciso buscar soluciones a la escalada de los precios energéticos que están consiguiendo paralizar ya muchas plantas del sector industrial (electrointensivas, cogeneración) y a los problemas que persisten en las cadenas de suministro de materias primas. Así, cree que sería más aconsejable aprovechar el mayor margen fiscal para reducir la factura del IRPF en favor de los ciudadanos y de cara a aliviar también los costes para las empresas.

La cifra de autónomos está ya por debajo de la que había a principios de año

La situación no sólo es cada vez más delicada para las empresas. Los datos publicados ayer por Trabajo también plantean un panorama más que complicado para los autónomos. El Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, (RETA) perdió en agosto 13.510 cotizantes autónomos, lo que se traduce en una pérdida de 436 diarios. Se trata de un descenso muy superior al registrado en el mismo mes de 2021, cuando el RETA perdió 7.358 autónomos.

Este fuerte descenso de autónomos ha llevado a que ya haya 961 autónomos menos que al comienzo del año, el peor dato en los últimos diez ejercicios. «Pedimos al Gobierno que genere confianza y certidumbre y que tenga en cuenta que en estos momentos no se puede aumentar los costes de las empresas, que hay que reducir impuestos, deflactar la tarifa del IRPF. Los autónomos no son el problema, sino la solución para mantener el empleo ante una situación que, aunque es global, es muy complicada para el país, para el empleo y para nuestra economía», afirmó Lorenzo Amor, presidente de ATA, la mayor organización del sector. El presidente de UPTA, Eduardo Abad, denunció en especial la situación del comercio, que considera es insostenible en el tiempo.