¿Gas o eléctricos? Consejos para elegir los aparatos del hogar más económicos

La escasez de crudo ruso y la proximidad del invierno está volviendo a disparar el precio del diésel y desde la Unión Europea continúan las voces que llaman al racionamiento de energía. En concreto, el plan de la Comisión Europea para combatir la crisis energética contempla que los Estados miembros ahorren un 10% de electricidad, y al menos un 5% en horas con pico de demanda. La escasez y encarecimiento de la energía parece ya un mal inevitable, pero para intentar que su impacto en la factura energética mensual sea el menor posible, la clave no solo está en cambiar los contratos de luz y gas, sino también en elegir unos electrodomésticos e instalaciones eficientes. Para hacer más sencilla la decisión de los consumidores, la comercializadora de luz y gas Gana Energía ha analizado los pros y los contras de utilizar electricidad o gas en sus aparatos del hogar. De esta manera, podrá optar fácilmente por los que no solo le ofrezcan un mayor ahorro sino que a la vez se ajusten a sus gustos y hábitos de consumo.

¿Termo eléctrico o calentador a gas?

“El agua caliente representa alrededor del 25% del consumo de energía de una casa. Por eso, es importante saber elegir entre termo eléctrico o calentador a gas para pagar menos luz y gas”, apunta Gana Energía.

En cuanto a ahorro, el calentador a gas consume menos energía que el termo eléctrico ya que este está en funcionamiento de manera continua para mantener el agua caliente aunque no se utilice Mientras que el primero solo se activa cuando se abre el grifo. Aunque ahora ya existen algunos termos eléctricos programables que permiten decidir la hora de encendido y apagado.

Más allá del aspecto económico, hay otros factores a tener en cuenta al elegir entre termo eléctrico o calentador a gas. La principal ventaja del calentador a gas frente al termo eléctrico es que permite disponer de agua caliente de forma ilimitada, mientras que el eléctrico tiene una limitación del tanque que puede agotarse. Por el contrario, hay que tener en cuenta que en lugares en los que hace mucho frío, el consumo de gas aumenta al tener que calentar las tuberías, exigiendo un esfuerzo extra del calentador.

Por tanto, según la recomendación de Gana Energía, el calentador de gas es perfecto para consumos mayores (familias con hijos), mientras que para pequeños consumos o personas que viven solas y segundas residencias, la mejor opción es un calentador eléctrico.

¿Calefacción eléctrica o de gas?

La elección entre calefacción eléctrica o de gas dependerá del tipo de vivienda, tamaño, el uso que se le vaya a dar e incluso el clima de la zona. Gana Energía explica que el gas natural suele ser más eficaz para calentar una vivienda de manera homogénea, rápida y con un menor consumo de energía aunque también tiene como inconvenientes un coste de instalación inicial y que no llega a todas las zonas (como en el caso de algunas zonas rurales o aisladas). La calefacción eléctrica, en cambio, es mucho más sencilla y menos costosa de instalar, pero puede conllevar un gasto mayor a final de mes.

En su comparativa, Gana Energía recomienda el gas natural como mejor opción de climatización en términos generales y apuesta por la calefacción eléctrica como un buen sistema de calefacción para pisos pequeños y segundas residencias en las que el consumo va a ser puntual o que se encuentran en zonas de costa o con temperaturas suaves durante el invierno. En ambos casos, la comercializadora recomienda no sobrepasar la horquilla de 19 a 23ºC para evitar facturas muy elevadas.

¿Cocina eléctrica o de gas natural?

Aunque cambiar la cocina puede ser una tarea tediosa, si se lo está planteando o va a instalarla por primera vez aquí tiene la respuesta a qué opción es más económica, si la eléctrica o la de gas. Por precio, la mejor alternativa es la cocina de gas natural, pero por seguridad, facilidad de limpieza y mantenimiento, la eléctrica. Además, no todas las cocinas eléctricas (vitrocerámica e inducción) gastan por igual. Gana Energía explica que la vitrocerámica tiene una instalación muy económica pero un consumo mucho más costoso a la larga que la inducción, debido a que necesita más tiempo a la hora de cocinar alimentos. Esto hace que con este sistema se gaste hasta un 50% más, suponiendo cerca de un 15% del gasto de electrodomésticos en los hogares españoles.