Sector aéreo

Las nuevas tasas a billetes y combustible de aviación supondrían la pérdida del 1,6% del PIB y 430.000 empleos

Las aerolíneas consideran que ninguna de estas dos medidas contribuirán a alcanzar los objetivos de descarbonización del sector

Vista de un avión de Iberia en la Terminal 1 del aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas
Vista de un avión de Iberia en la Terminal 1 del aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-BarajasMariscalAgencia EFE

Las nuevas tasas que tanto la Unión Europea como el Gobierno español pretenden aplicar a las aerolíneas tendrán, según el sector, un impacto no menor en la economía española, además de contribuir poco al fin último para que el se han proyectado, su descarbonización. Según el estudio encargado por la patronal de las aerolíneas ALA a Deloitte “Volando hacia un futuro sostenible. Un análisis del coste socioeconómico para España debido al solapamiento de medidas sobre el sector aéreo”, la factura que dejarían las medidas incluidas en el paquete europeo conocido como “Fit for 55″ así como la posible introducción de un impuesto a los billetes de avión recogida en el Libro Blanco sobre la Reforma Tributaria, supondría en 2030 la pérdida de 11 millones de turistas internacionales y, con ello, el 1,6% del PIB (23.000 millones de euros) y 430.000 empleos.

El “Fit for 55″ es el plan de la UE para realizar la transición energética en el continente. Entre las medidas que recoge para el sector de la aviación, incluye el uso de una cuota de un 5% de combustibles sostenibles para la aviación (SAF), que es entre tres y seis veces más caro que el convencional; la restricción de los derechos de emisión del CO2 (ETS) y la aplicación de un impuesto al queroseno a la aviación de 7,53 euros/gigajulio. Adicionalmente, el Libro Blanco para la Reforma Fiscal contempla la aplicación de un impuesto al billete de 7,85 euros.

Deloitte sostiene en su informes que, de aplicarse todas estas medidas, España perdería 11 millones de turistas internacionales. Un golpe para el sector que redundaría en una caída de más de 12.000 millones de euros de gasto, no sólo en el sector aéreo, sino en una variedad de negocios. Entre ellos, el sector del alojamiento (3.600 millones menos) y el de la alimentación (-3.200 millones), ambos dependientes del turismo. En conjunto, la consultora calcula una caída del PIB de más de 23.000 millones de euros, es decir, el 1,6%; y 430.000 empleos respecto del tamaño de la economía en el caso base en 2030.

La mayor parte de esta caída se debería a la aplicación del impuesto sobre el combustible y el billete. En concreto, Deloitte apunta a que las medidas fiscales provocarían una caída del 0,9% del PIB y una pérdida adicional de 236.000 empleos, magnitud similar al número de empleos prepandemia en las actividades inmobiliarias en España. Asimismo, las medidas medioambientales (SAF y ETS), supondría una caída del 0,7% del PIB en 2030 y una pérdida de 194.000 empleos, cifra equivalente al número de empleos prepandemia en el sector de la fabricación de vehículos de motor en España.

Medidas erróneas

En vista del efecto que, según el informe de Deloitte, tendría la aplicación de las medidas, Javier Gándara, presidente de (ALA); ha asegurado que aunque las aerolíneas están comprometidas a alcanzar las emisiones netas cero en 2050 mediante medidas como los combustibles sostenibles SAF y la aplicación de un sistema de derechos de emisión ETS aunque tengan un coste, “las medidas fiscales responden a un afán recaudatorio y no descarbonizan, generando un importante impacto en el sector turístico, pilar económico para España.”

Gándara, que ha estado arropado en la presentación por los máximos responsables de las principales aerolíneas españolas -Javier Sánchez Prieto, Jesús Nuño de la Rosa, Carlos Bertomeu y Carlos Gómez, de Iberia, Air Europa, Air Nostrum e Iberia Express, respectivamente- ha defendido que aunque la aviación es uno de los sectores más difíciles de descarbonizar, “la solución pasa por invertir en tecnologías que efectivamente contribuyan a su reducción de emisiones de CO2 y huir de medidas recaudatorias que no descarbonizan”.