Impuestos

La patronal catalana avisa: llevará al Tribunal Constitucional el impuesto sobre grandes fortunas

El presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, lo tacha de “inmoral, precipitado, poco riguroso, populista y electoral”. Díaz se ha apresurado a contestar: “Si la patronal catalana acusa a este impuesto de inmoral, es que vamos en el sentido correcto”

El presidente de Foment de Treball, Josep Sánchez Llibre
El presidente de Foment de Treball, Josep Sánchez LlibreFoment de TreballFoment de Treball

Los empresarios están llegando al límite y avisan de que no se quedarán con los brazos cruzados ante la presión impositiva que se ha puesto en marcha desde el Gobierno. Así lo ha anunciado el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, que ha anunciado que si el impuesto sobre grandes fortunas sale adelante lo llevará al Tribunal Constitucional (TC) de la mano de grupos del Congreso de los Diputados, porque estamos convencidos de que el tribunal rechazará el impuesto”, ha manifestado en Cuatro.

Aunque Sánchez Llibre ha valorado positivamente la rebaja de dos puntos porcentuales del tipo nominal del impuesto de sociedades para las empresas con cifra de negocios inferior al millón de euros, también ha tachado el nuevo tributo de “inmoral, precipitado, poco riguroso, populista y electoral”, además de acusar al PSOE de cambiar de posicionamiento en solo tres meses. También ha pedido al Gobierno que deflacte la tarifa de la renta de todas las personas físicas en España porque “no tiene sentido que se recaude por la inflación más de 32.000 millones y que estos impuestos no reviertan al consumidor”.

Inmediatamente después del anuncio del nuevo plan de medidas fiscales de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la patronal catalana emitió un comunicado en el consideró que el Gobierno crea el mal llamado impuesto a los ricos “desde un debate ideológico y no desde una perspectiva de política fiscal” y denunció el afán de “recentralización” del Gobierno español, que cree que “va contra la capacidad normativa de las comunidades sobre los impuestos cedidos”. Foment expresó también su “preocupación” por las consecuencias que puede tener este nuevo tributo, que augura que puede hacer “mucho daño a España sin obtener ningún beneficio”.

Frente a las críticas de la patronal catalana, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha reaccionado a las declaraciones afirmando que “lo que es absolutamente inmoral es que quien ha estado sosteniendo” los servicios públicos en los últimos años con sus impuestos han sido “principalmente los trabajadores por cuenta ajena y las pymes”, y desafió: “Si la patronal catalana acusa a este impuesto de inmoral, es que vamos en el sentido correcto”.