Encuesta Funcas

Uno de cada diez jóvenes invierte ya su dinero en criptomonedas

Más de la mitad de los jóvenes que trabaja no ahorra ni el 50% de su sueldo

El juego no tiene glamur
Un joven revisa sus redes sociales en el teléfono móvilMariscalAgencia EFE

Solo el 48% de los jóvenes que trabaja dice ahorrar la mitad o más de su salario, mientras que el porcentaje que manifiesta ahorrar al menos la mitad de su paga es del 42% y los que confiesan no ahorrar nada de su salario o de su paga se sitúan alrededor del 7%. Según los datos publicados este lunes por esta fundación con motivo del Día de la Educación Financiera, nueve de cada diez jóvenes encuestados (89%) poseen al menos una cuenta bancaria y alguna tarjeta física, por lo que suelen “huir” del efectivo. Únicamente tres de cada diez jóvenes de 18 a 24 años (29%) con tarjeta bancaria propia afirman preferir pagar las compras con dinero, coincidiendo con el porcentaje de quienes prefieren pagar con el móvil (29%). Sin embargo, la mayoría (42%) se inclina por el uso de la tarjeta.

Entre los jóvenes de 25 a 29 años el uso del “dinero de plástico y virtual” es más evidente, especialmente entre las mujeres en este grupo de edad (el 85% de las cuales prefiere pagar con tarjeta o mediante el móvil, frente a un 15% que manifiesta su preferencia por el efectivo). Nueve de cada diez entrevistados con cuenta bancaria a su nombre afirman utilizar Bizum o alguna aplicación similar.

En la misma línea, nueve de cada diez jóvenes entre 18 y 29 años han oído hablar de las criptomonedas, entre ellas el bitcóin, y un 12% de ellos ha invertido en este tipo de activos. Entre quienes han invertido en criptomonedas, el 71% ha dedicado a ello sumas por debajo de los 500 euros, el 22% entre 500 y 1.000 euros, y el 7% restante más de 1.000 euros. El 61% de quienes no han invertido en criptomonedas conoce “personalmente a alguien que ha invertido en criptomonedas”. Sin embargo, solo el 14% afirma que si tuviera la posibilidad de “invertir algún dinero en criptomonedas”, lo haría.

Por otra parte, el dinero con el que cuentan los jóvenes que estudian y no obtienen ingresos del trabajo proviene de diferentes fuentes. Es poco habitual que perciban dinero por realizar tareas domésticas o familiares o por obtener buenos resultados en los estudios. Más frecuente es la percepción de una paga periódica. Menos de la mitad de los jóvenes que se dedican exclusivamente a estudiar reciben una paga (42%: 15%, semanal, y 27%, mensual). A más de la mitad de quienes no la reciben (53%) les gustaría recibirla.

Dentro de las familias, las madres cobran especial protagonismo en materia de educación financiera. Preguntados por quién representa para ellos “un ejemplo a seguir” en asuntos relacionados con la gestión de dinero, la respuesta más frecuente es “mi madre” (38%), con un porcentaje notablemente por encima de la referida al padre (25%) o a los abuelos (7%).

La madre aparece también como la respuesta más citada cuando los entrevistados han de señalar la persona a la que pedirían consejo sobre lo que hacer si recibieran “de manera imprevista una cantidad relevante de dinero, más de 3.000 euros”. El 40% menciona a la madre, respuesta que entre las entrevistadas llega al 45%, diez puntos porcentuales más que entre los hombres (35%), cuya respuesta más frecuente es “nadie” (42%).

De acuerdo con el informe, el 55% de los entrevistados (18-29 años) ven su “futuro en el corto y medio plazo (5-10 años)” con optimismo, triplicando la proporción de quienes lo ven con pesimismo: 18% (un 28% opta por la respuesta “ni con optimismo ni con pesimismo”).

Un 50% de los entrevistados de 18 y 24 años y un 54% de los entrevistados de 25 a 29 años afirman que “en un futuro más o menos próximo” se imaginan “formando una familia propia, con hijos”. A la gran mayoría de los que cuentan entre 18 y 24 años (85%) le gustaría formar esa familia antes de los 31 años; y a casi todos (96%) los que tienen entre 25 y 29 años, antes de los 35 años. Sin embargo, creen que, “siendo realistas”, podrán formarla más tarde de lo que desean.

Cuando a los entrevistados se les pide que, utilizando una escala de 0 (nada) a 10 (mucho), valoren en qué medida el adjetivo “ahorrador” define su carácter, la media de sus respuestas se sitúa en 7,1. Esta cifra es más alta que las que arrojan las respuestas a las preguntas referidas a adjetivos como “ordenado/a” (6,8), “estudioso/a” (6,7), “extrovertido/a” (5,7) o “caprichoso/a” (4,8). Los jóvenes españoles se consideran en mayor medida “ahorradores” que “estudiosos”, “ordenados”, incluso que “extrovertidos”.