Energía

Bruselas plantea un límite de precios “dinámico” del gas para evitar la especulación

La Comisión Europea quiere centralizar al menos la compra del 15% de las reservas de gas

El Ejecutivo comunitario ha presentado este martes una nueva propuesta para hacer frente al chantaje energético ruso y abaratar las exorbitantes facturas de los consumidores europeos. Para ello, la Comisión propone un tope “dinámico” de los precios para las transacciones realizadas a través del llamado TTF, el Fondo Holandés de Transferencia de Títulos (Duth Title Transfer Facility), que es el índice que opera como la principal referencia para el gas comercializado en los Veintisiete, sobre todo en el norte de Europa.

Desde hace semanas, Bruselas y una gran mayoría de países aseguran que este índice esta auspiciando los movimientos especulativos y, por lo tanto inflando los precios, ya que no refleja la realidad actual del mercado. Si antes del comienzo de la contienda, Rusia exportaba a la UE el 40% del gas, ahora esta cifra ha descendido alrededor del 9% (14% se si incluye el gas licuado). Esto hace que el Ejecutivo comunitario esté trabajando en un índice complementario para el gas licuado que está llegando a la UE a través de barcos metaneros proveniente de otros suministradores como Noruega, Estados Unidos o Argelia, con los que los Veintisiete están intentado tapar el boquete ruso. Bruselas reconoce que ésta es una tarea compleja y que esta iniciativa estará operativa en la primavera del año que viene, a tiempo para la siguiente temporada de almacenamiento de gas.

Mientras tanto, la Comisión Europea quiere poner en marcha un límite dinámico temporal de precios intradía según las fluctuaciones del mercado, con el objetivo de luchar contra la volatilidad extrema. Los técnicos comunitarios reconocen que aún queda mucho trabajo técnico por hacer y se desconoce cuál puede se este tope. Este nuevo mecanismo de corrección de precios sería temporal y sólo estaría operativo si la situación así lo requiere.

Compras conjuntas

Además, la propuesta desvelada este martes también pretende obligar a los Estados miembros a adquirir de manera conjunta al menos el 15% de sus reservas totales de gas con el objetivo de bajar los precios y de tener mayor capacidad de negociación frente a los proveedores. Más allá de este umbral, las transacciones a través de esta nueva plataforma de compra serán voluntarias. El gas ruso estaría exento de esta iniciativa. Asimismo, el Ejecutivo comunitario propone que en situaciones de escasez, se puede activar un mecanismo de emergencia obligatorio para que el resto de los países europeos transfieran gas a sus vecinos a cambio de una “compensación justa”. Este mecanismo sólo se pondrá en vigor en caso de no existir acuerdos bilaterales entre Estados. Esta medida de solidaridad pretende estar operativa hasta el año 2025. Aunque las reservas actuales de gas se sitúan en el 91% de su capacidad, Bruselas calcula que en caso de corte total del suministro ruso, el año que viene el almacenamiento será mucho más difícil que éste.

Este documento va a ser debatido en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que se celebra este jueves y viernes en la capital comunitaria. De momento, Bruselas deja fuera de la propuesta la posibilidad de extender al resto de los países europeos, la denominada “excepción ibérica”, el tope al precio del gas en la generación de electricidad en las subastas mayoristas. La Comisión Europea cree que este modelo tan sólo puede funcionar en aquellos países con un amplío porcentaje de energías renovables, como España, y teme que ampliar este mecanismo conlleve un aumento del consumo del gas, algo que Bruselas quiere evitar. El texto presentado este martes tampoco aboga por la puesta en marcha de un precio límite a todas las importaciones de gas, tal y como defienden España y otros 14 países europeos. Esta medida siempre ha contado con la oposición de Alemania y Holanda.