Seguridad Social

Retrasar la edad de jubilación a los 74 años para asegurar las pensiones

El ingente gasto para garantizar la revalorización con el IPC y el “boom” de jubilaciones desata el debate sobre si es el momento de abordar el retraso de la edad legal para el retiro

Jubilados en frente de un centro de mayores
Jubilados en frente de un centro de mayoresJesús G. FeriaLa Razon

El ingente gasto en pensiones, más de 190.000 millones según los presupuestos de 2023, del que 12.400 millones provendrán de la revalorización de las pensiones de acuerdo a la inflación, ha disparado las alarmas en todas los centros de análisis del sistema de pensiones. Estos últimos días, tanto Esade como Fedea han apostado por introducir cláusulas que permitan sustituir la revalorización lineal de las pensiones por fórmulas flexibles en el caso de que la inflación sobrepase umbrales que pongan en riesgo el sistema. Estas propuestas contemplan que sean las pensiones de inferior cuantía las que se beneficien de las mayores revalorizaciones -incluso superiores al IPC en el caso de la de Fedea-, recortándose gradualmente las subidas a las nóminas más elevadas.

En ambos casos se producirían ahorros que rondan e incluso superan los 6.500 millones de euros sobre un sistema en el que, de aplicarse de forma lineal como está actualmente previsto, beneficia por cuantías a los pensionistas que forman parte del 30% de la población más rica, ya que recibirán solo en esta revalorización más de 6.100 millones de los 12.400 previstos en la misma. ¿Pero, será suficiente con una medida como está para garantizar la sostenibilidad?

Muchos expertos dudan de que con unas proyecciones demográficas como las actuales, en las que la paridad entre un trabajador por pensionista está a la vuelta de algo más de un par de décadas y la tasa de reemplazo garantiza un primer sueldo como jubilado en el entorno del 80% del último sueldo como trabajador, sea suficiente con “acomodar” la revalorización de las pensiones para garantizar su sostenibilidad.

Es el caso del profesor de economía del IESE, Javier Díaz-Giménez, quien apuesta por soluciones duras para salvar el sistema. Para empezar, reducir a la mitad las pensiones, duplicar las contribuciones y retrasar la jubilación a los 74 años. Medidas “necesarias” para restablecer el sistema de reparto español, según ha asegurado en la presentación de la Cátedra Cobas AM sobre ahorro y pensiones de la que será el titular.

Díaz-Giménez ha remarcado que el pacto intergeneracional de las pensiones no es creíble por lo que ha recomendado un aumento del ahorro “privado” para la jubilación por parte de los ciudadanos.

“Como yo lo entiendo es pasar de un sistema de reparto a un sistema mixto, en el que, dentro de un mínimo garantizado por el Estado, el complemento lo tiene que trabajar uno personalmente. Es una combinación de las dos cosas. Hacia eso deberíamos partir”, ha destacado el presidente y consejero delegado de Cobas AM, Francisco García Paramés.

En la reforma de pensiones de 2013 se estableció el aumento de la edad de jubilación de 65años a 67 en un periodo de 15 años, con un proceso que terminará en 2027 y que tiene en cuenta el aumento de la esperanza de vida y el descenso de la natalidad. En 2022, la edad legal de jubilación está en 65 años si se ha cotizado 38 años o más y en 66 años y 6 meses si se cuenta con una cotización de menos de 38 años. En 2023, la edad de jubilación sigue en 65 años siempre que se haya cotizado 38 o más años y subirá a 66 años y 6 meses en caso de haber cotizado menos de 38 años.

Desde 2027, en caso de haber aportado a la Seguridad Social menos de 38 años y 6 meses, la edad exigida pasa a los 67 años. Quienes acrediten haber cotizado más de ese límite podrán jubilarse a los 65 años.