Energía

España y Francia pactan enterrar el MidCat a cambio de una tubería alternativa entre Barcelona y Marsella

El nuevo corredor submarino, bautizado como BarMar, podrá transportar gas e hidrógeno

El MidCat, el proyecto de gasoducto que pretendía conectar España y Francia a través de los Pirineos, ha sido completamente enterrado. En los últimos meses, el presidente francés Emmanuel Macron se había opuesto de manera numantina a la construcción de esta infraestructura, a pesar de las crecientes presiones de Portugal y España pero también de Alemania. Con el ánimo de desbloquear las negociaciones, este martes se han reunido en la capital comunitaria los líderes de España, Pedro Sánchez ,y Portugal, Antonio Costa con el presidente francés.

Los tres han acordado renunciar a la construcción del MidCat a cambio de una tubería alternativa, bautizada como “BarMar”, que unirá por mar Barcelona con Marsella (Francia). Se espera que esta infraestructura se encargue sobre todo de la provisión hidrógeno verde, aunque el comunicado suscrito por los tres países asegura que esta tubería “debe estar técnicamente adaptada a transportar otros gases, así como una proporción limitada de gas natural como una fuente de energía temporal y transitoria”.

A pesar del importante paso dado este jueves tras meses de bloqueo, Sánchez ha reconocido que aún queda mucho trabajo por hacer y que aún es necesario delimitar plazos y negociar el reparto de costes y el volumen de recursos. Se espera que los líderes de los tres países concernidos vuelvan a reunirse al Alicante los próximos 8 y 9 de diciembre para seguir avanzando en el proyecto. Fuentes de la Moncloa calculan que la construcción de esta nueva tubería puede costar unos cinco años y aspiran a que la UE contribuya en la financiación e incluya la nueva infraestructura dentro de sus proyectos considerados de interés común europeo. Se espera que la actualización de esta lista se produzca a finales de 2023 y fuentes diplomáticas españolas aseguran que el Ejecutivo comunitario ve con buenos ojos esta iniciativa.

Hasta el momento, Bruselas se había puesto de perfil en la construcción del MidCat y se había limitado a dejar en manos de los países concernidos un posible pacto. La naturaleza del nuevo proyecto, que sólo contempla el gas de manera transitoria y pone el foco en el hidrógeno verde puede allanar el camino de cara a conseguir dinero europeo. El propio Pedro Sánchez ha definido la tubería como un “corredor verde”, en línea con los objetivos de lucha contra el cambio climático propugnados por Bruselas.

Además, los tres líderes reunidos este jueves han acordado acelerar las interconexiones de gas renovable entre Portugal y España (Celourico da Beira y Zamora) y acelerar los esfuerzos para construir la nueva conexión eléctrica en la Golfo de Vizcaya, además de identificar nuevos proyectos entre Francia y España. Actualmente la Península Ibérica se considera una isla energética ya que sus interconexiones eléctricas no llegan al 3%.

Francia se había opuesto en los últimos meses al MidCat al considerar que esta obra resultaba demasiado cara, no cumplía los criterios medioambientales y no era un proyecto adecuado para transportar hidrógeno verde. Además, Emmanuel Macron argumentaba que las tuberías ya existentes en Navarra y el País Vasco estaban siendo infrautilizadas y no estaban funcionando a su plena capacidad, lo que llevó a una guerra de cifras entre España y Francia.

Cambio de postura

A pesar de que este nuevo proyecto supone un giro frente a la postura española defendida en los últimos meses y que también había conseguido el apoyo de Alemania, el equipo de Pedro Sánchez explica que esta nueva ruta permitirá la utilización de las infraestructuras energéticas en Marsella. De esta forma tanto el hidrógeno como el gas pueda ser enviado al resto de Europa , lo que ayudará a reducir la dependencia energética europea de terceros países, con la vista puesta en aquellos especialmente expuestos a lo hidrocarburos rusos.

Pedro Sánchez ha calificado este acuerdo como una “muy buena noticia” y un “compromiso de solidaridad con el resto de Europa”. Aunque estaba previsto que este encuentro tuviera lugar en París, los tres líderes han decidido aprovechar la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete en Bruselas para intentar desbloquear el acuerdo tras meses de tensiones.