Crisis

España, de cabeza al «cuchillo de doble filo» de la estanflación. ¿Por qué es tan peligrosa?

El PIB se frena al 0,2% y los precios suben un 7,3%. «Es un fenómeno casi imposible de combatir con medidas convencionales», dicen los expertos. «La gente se empobrece aún más, asegura Lacalle

España se encamina inexorablemente, si es que acaso no está ya en ese punto, hacia una situación muy peligrosa de estanflación. Este es el resultado de combinar las dos estadísticas macroeconómicas que se conocieron este viernes –PIB e IPC– y que dibujan un sombrío panorama para la economía española. «La estanflación es, como su propio nombre indica, aquella situación en la que una economía, de manera simultánea, presenta estancamiento económico, es decir, la economía no crece, en tanto en cuanto los precios siguen creciendo, o lo que es lo mismo, se produce inflación», explica Francisco Coll Morales, economista y responsable de educación financiera de Rankia.

PIB 2022
PIB 2022Teresa Gallardo

Básicamente, la misma conclusión que se puede extraer al analizar el frenazo del PIB hasta el 0,2% en el tercer trimestre y la subida de los precios del 7,3% en el mes de octubre. En otras palabras, hablamos de «un fenómeno muy peligroso, pues combatir con medidas convencionales una estanflación es prácticamente imposible. Para entender lo que digo, es preciso destacar que los bancos centrales, si su objetivo es combatir la inflación, aplican políticas que tienen como fin relajar una demanda que, en cierta forma, es la que provoca la inflación. De esta manera, relajando la demanda, reducimos las presiones inflacionarias y, con ello, se relajan los precios. Pero estas políticas, por el hecho de que tratan de relajar la demanda, también frenan el crecimiento económico; pues la sociedad deja de consumir por los efectos de esa política monetaria restrictiva, la economía se estanca y los precios se moderan», dice a LA RAZÓN Coll Morales.

IPC octubre 2022
IPC octubre 2022Teresa Gallardo

Dicho de otra manera, explica el economista, en una estanflación «la política económica actúa como un cuchillo de doble filo». Esto es así porque «la que debe aplicarse para combatir la inflación es, justamente, la política opuesta a la que aplicamos cuando queremos dinamizar la economía. Cuando combatimos la inflación, aplicamos políticas que fomentan el estancamiento económico. Y de la misma manera, cuando dinamizamos con políticas la economía, fomentamos la demanda y, con ello, el crecimiento de los precios. Por esta razón, los economistas temen tanto este fenómeno».

En un reciente análisis, el doctor en Economía y colaborador de este diario, Daniel Lacalle, señalaba que «España ya ha sufrido la temida estanflación. Y es un escenario muy peligroso. La población se empobrece con alzas de precios generalizadas y el crecimiento se frena, terminando en mayor desempleo cuando los márgenes de las empresas ya no aguantan los aumentos de costes». Ante un escenario de riesgo de estanflación «alguien debería recordarle al Gobierno que las políticas de demanda –disparar el gasto público– no funcionan porque elevan la inflación subyacente –sin alimentos ni energía– y las subidas de impuestos empobrecen a todos, además del impacto del impuesto inflacionario», señalaba Lacalle.

«Congelados»

Los datos de Contabilidad Nacional del Instituto Nacional de Estadística (INE) confirman que la economía española congela su crecimiento. Apenas creció en el tercer trimestre un 0,2% respecto al trimestre anterior, lo que supone 1,3 puntos por debajo de la subida registrada en el segundo trimestre del año y la confirmación oficial de que el PIB se estanca en torno al 0%, aunque en tasa interanual se mantiene un crecimiento del 3,8%. Pero eso son tres puntos menos que en el trimestre precedente, con una bajada desde el 6,8% al 3% por la menor aportación tanto del sector exterior como de la demanda nacional. Se confirman así las advertencias que durante los últimos días han realizado organismos como el Banco de España o la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), que esta misma semana avisó del estancamiento en el tercer trimestre, con un crecimiento «en torno a cero o algo positivo», paso previo para entrar «en territorio negativo» en el cuarto trimestre y en el inicio de 2023, y por tanto en recesión técnica.

En cuanto a la inflación, el Índice de Precios de Consumo (IPC) se sitúa en octubre en el 7,3%, según la cifra adelantada por el INE. En caso de confirmarse, supondría una disminución de más de un punto y medio respecto al 8,9% de septiembre y el nivel más bajo desde el 6,1% de enero, pero no deja de significar que los precios están un 7,3% más caros que hace justo un año. Además, la variación anual estimada de la inflación subyacente (sin elementos más volátiles como los alimentos no elaborados y energía) se mantiene en el 6,2%. Se estanca así por cuarto mes consecutivo por encima del 6% y acecha al índice general.