IPC

El Gobierno admite ya que la Navidad será la más cara de la historia para familias y empresas por la inflación y los costes

El ministro Planas reconoce que “tenemos un problema de costes que, de aquí a Navidad, no conseguiremos disminuirlo”, por lo que los precios seguirán en récord. Sigue descartando topar los precios, como propone Yolanda Díaz. “Estamos ante un problema de costes de producción, no ante un problema de márgenes empresariales”, defiende

Mercado Maravillas, en el barrio madrileño de Cuatro Caminos en estos días en los que la inflación esta disparada por la cesta de la compra
Mercado Maravillas, en el barrio madrileño de Cuatro Caminos en estos días en los que la inflación esta disparada por la cesta de la compraAlberto R. RoldánLa Razón

La inflación disparada, la subida de los costes de producción a niveles récord, los cuellos de botella que persisten en algunos sectores y que disparan los precios de algunas materias primas, la incidencia del cambio climático y el enquistamiento en el tiempo de la guerra de Ucrania han abonado el terreno para convertir las próximas Navidades en las más caras de la historia, situación que ya no se oculta ni desde el Gobierno. El propio ministro de Agricultura, Luis Planas, ha reconocido abiertamente que “tenemos un problema de costes que, de aquí a Navidad, no conseguiremos disminuirlo”, por lo que los precios seguirán en récord, aunque sí espera que a principios del año que viene, “igual que hemos conseguido con el dato general de inflación, los precios alimentarios disminuirán de forma significativa”.

El abaratamiento de la electricidad en el último año un 15,4%, incluyendo las rebajas impositivas aplicadas a la factura, solo ha servido para dar un respiro al tejido productivo, ya que la factura continúa siendo casi un 45% más cara que hace un año y que refleja lo que se denomina “efecto escalón”, que se produce al comparar las tasas de un mes sobre la de hace un año. Además, el despegue del precio del gasóleo, con un ascenso del 24,3%, y de la mayoría de productos básicos de la cesta de la compra, por encima del 15%, han llevado a empresas y productores a tener que elevar sus precios finales, aunque por debajo de lo que deberían haberlo hecho.

Así lo reconoció el propio Planas, que admitió que “nos encontramos ante un problema de costes de producción, no ante un problema de márgenes empresariales, por lo tanto, dejémoslo claro, la cadena alimentaria está funcionando de forma correcta en España. Hemos conseguido la transparencia y el equilibrio en el seno de la misma”. Planas ha vuelto a hacer un llamamiento a la responsabilidad de todos los actores implicados en la cadena alimentaria y ha señalado que quién tiene más poder “tiene más responsabilidad” para lograr moderar entre todos un factor que “no es grato al bolsillo de los españoles y, especialmente, de aquellas familias que tienen menores niveles de ingresos”.

Y este bolsillo de los hogares es el que más va a sufrir durante las próximas fiestas por el encarecimiento de la cesta de la compra, cuya subida de precios ha sido la más alta jamás contabilizada desde que se tienen registros en el INE, desde enero de 1994, con los alimentos básicos encabezando la lista de los encarecimientos más elevados, con una subida media del 15,4% -en línea con nuestro homólogos europeos, como Alemania (19,2%) o Portugal (18,6%), y por debajo Grecia (14,8%), Italia (13,6%) o Francia (12,9%).

Así, los que más han subido en el último año han sido el azúcar (42,8%); la mantequilla (34,%); legumbres y hortalizas frescas (25,7%); los huevos (25,5%), la leche (25%); los aceites (23,9%), y los cereales (22,1%). Otros productos básicos también crecen a doble dígito: el pan y la carne de vacuno (14,9%); frutas frescas (12,8%); carne de porcino (12,3%); crustáceos, moluscos y preparados de pescado (12%); café, cacao e infusiones (11,9%), y el pescado fresco y congelado (11,2%). Respecto al mes pasado, lo que más subió de precio fueron el azúcar (27,2%) y la fruta (10%).

Planas ha explicado que, en el caso del azúcar, se ha debido a que se ha registrado una cosecha baja, lo mismo que con los cítricos, en particular las naranjas, lo que se traduce en un alza de precios. En el caso del aceite de oliva, el aforo de campaña se sitúa por debajo de las 800.000 toneladas, aunque se dispone de un stock de enlace que permitirá, según Planas, responder a las demandas del mercado interior y también de las exportaciones. “Pero estamos viendo cómo significativamente estamos ya por encima de los cuatro euros y medio, caminando hacia los cinco euros. Estos precios siempre tienen un peligro desde el punto de vista del mercado interior que este producto, que es de clase media de España, dejara de serlo en el futuro” y se convirtiera en un producto de lujo.

Pese a esta situación, el ministro de Agricultura sigue descartando la propuesta de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, de topar el precio de los alimentos, porque “no estamos en un problema de precios de origen, no estamos en un problema de márgenes, estamos en un problema de costes”.